No sé si recordarán un juego de 2004 llamado Flatout, se trataba de un arcade de carreras en el que partirse la pana con diferentes vehículos a través de circuitos embarrados. El mayor atractivo del título, amén de unas pruebas locas en las que tenías que acertar en una diana con el propio conductor del vehículo, era su física. No es que fuera especialmente realista, sino que suponía un verdadero deleite visual. Hay un extraño placer en ver cosas destruyéndose, lo sabe usted, lo sabe Roland Emmerich y seguro que también lo sabían en Spiderling Studios, autores de Besiege.
El punto de partida es simple: Besiege es un juego de construcción basado en la física en el que deberemos construir máquinas de asedio medieval y arrasar con inmensas fortalezas y pacíficas aldeas. A partir de ahí la creatividad e imaginación que podamos otorgar a nuestro ingenio destructor es cosa nuestra, pues existe completa libertad a la hora del diseño. Ojo, completa libertad al servicio de físicas realistas. Nuestro “destructor de mundos” debe tener unas proporciones coherentes, sostenerse por sí mismo y ser capaz de realizar los ataques que hayamos diseñado.El minimalistmo en la puesta en escena y el uso extremos del efecto tilt-shift le sienta estupendamente a un título que retrotrae a una infancia en la que nos tirábamos horas colocando decenas de muñecos perfectamente alienados para defender una fortaleza y luego nos dedícabamos a destruirla en un par de minutos con algún He-Man medio roto que tuviéramos por ahí.
Besiege se encuentra actualmente en Steam Early Access y a juzgar por la cantidad de vídeos que pueblan la red con diferentes construcciones (algunos bastante locos), parece que es lo suficientemente “jugable” como para disfrutar de él sin problemas desde el primer minuto mientras los desarrolladores continúan trabajando.Besiege