Extrañamente, el contenido cumple, paso por paso, todo lo que prometía.
Para empezar, argumentalmente, es una perfecta misión secundaria, en su sentido más básico. No tiene que ver con la trama principal, sino que tiene su propia razón de ser, como una islita con argumento aparte en el vasto universo del juego. Se nos encargará vía e-mail y podremos visitar un nuevo cúmulo donde Cerberus (como siempre) la ha liado parda.
La magia de la misión es que no es como ninguna secundaria del primero (todas consistentes en matar piratas en el mismo almacén, o bióticos sectarios para variar), sino que se ha creado toda una estructura propia para sustentarla. Para empezar, tenemos un nuevo planeta, Aite, con trágica historia propia y preciosos paisajes verdes, con sus animalicos paseando por la pradera y dos hermosas lunas en el cielo. Para desplazarnos de una localización a otra tendremos que usar el Hammerhead, pero de manera más acertada que en las reguleras misiones descargables gratuitas, donde íbamos dando saltos y salíamos dos veces para entrar en subestaciones muy pequeñas. Ahora tendremos que avanzar mucho por un escenario coherente con más de un camino, podremos explorar para realizar una misión secundaria (que nos concederá un logro y podría ofrecer un poco más de historia) y hasta que luchar de manera épica o ascender plataformas usando vapor.
Es de agradecer la buena integración del vehículo, que se acerca más a lo que vimos en el primer juego, pero sin el coñazo de buscar piratas en almacenes clónicos ni prospecciones. Como decía, también han cumplido con lo prometido en lo referente a la duración: por fin un DLC que dura algo más de una hora, cosa que no habían conseguido nunca antes. Estamos hablando fácilmente de tres horas de juego si queremos hacerlo todo (luego no se podrá volver al planeta, cazalogros) y darnos el gustazo de explorar Aite.
Es de agradecer la buena integración del vehículo, que se acerca más a lo que vimos en el primer juego, pero sin el coñazo de buscar piratas en almacenes clónicos ni prospecciones. Como decía, también han cumplido con lo prometido en lo referente a la duración: por fin un DLC que dura algo más de una hora, cosa que no habían conseguido nunca antes. Estamos hablando fácilmente de tres horas de juego si queremos hacerlo todo (luego no se podrá volver al planeta, cazalogros) y darnos el gustazo de explorar Aite.
Esas tres horas serán ocupadas, aparte de por los paseos por el planeta y la búsqueda de los lugares a los que tenemos que ir, por cuatro misiones a pie de un poco más de media hora de duración cada una, todas ellas variadas y con un sabor más de terror, cercano a lo que sentimos en las entrañas de cierta nave abandonada en la trama principal. Los escenarios donde realizaremos las misiones son todos nuevos y están muy bien elaborados, jugando su distribución con el propio desarrollo. Por ejemplo, se nos cerrarán puertas o disparando a una bomba de vapor podremos acabar con los enemigos. Como sorpresa habrá un raro escenario final, cuya originalidad hay que celebrar.
La oferta la completan un enemigo final muy bien desarrollado y con mucho carisma, las voces grabadas para la ocasión y la trama, buena ciencia ficción que se pregunta dónde están los límites y si el fin justifica los medios. Podremos tomar varias decisiones como renegado o buenecico, y habrá dos posibles finales.
¿Merece la pena la compra de Overlord? Pues más que el DLC de Kasumi, aunque aquí no te “regalen” un personaje. Lo que está claro es que es el mejor DLC en lo que llevan.
Lo mejor: Todos los escenarios. Variedad de misiones. Argumento.
Lo peor: Que no sea gratis, o al menos costara 400MP. No están del todo aprovechados el trasfondo político del planeta ni las consecuencias finales.