Me había propuesto poner algo alegre los viernes, pero me he encontrado con la inminente salida de Anamorphine y no he podido resistirme. Y sí, soy consciente de que un juego sobre la depresión y el remordimiento quizás no sea lo más adecuado para último viernes de julio, pero si Haneke puede estrenar este mes yo puedo ponerme aquí a amargarles el fin de semana.
Ya hablamos de Anamorphine en marzo del año pasado, así que permítanme que me autocite:Desarrollado por Artifact 5, un pequeño estudio independiente afincado en Montreal y compuesto por tres personas, Anamorphine nos pone en el papel de Tyler, un joven en fase de negación post-traumática que revisita en su mente una sucesión de recuerdos que definen su relación con su esposa Elena, la cual tras un accidente se encuentra sumida en un proceso de depresión. Tyler recorrerá (recorreremos) los recuerdos de un pasado deformado por la culpa y su incapacidad para ayudar a su mujer.Como ven, la cosa es intensita. A todo esto hay que sumarle un chelo y una bicicleta. Elementos que pocas veces van unidos, pero que aquí parecen formar dos piezas claves de una experiencia que se acoge a lo onírico sin perder su puntito de realismo.De Anamorphine podemos esperar un complicado viaje por los remordimientos de Tyler a través de sus propios recuerdos. La búsqueda de perdón y redención están ahí, pero quizás lo más interesante es que en su sinopsis se insinúa que existe la posibilidad de no volver, de quedarse eternamente viviendo entre los fragmentados recuerdos en una falsa sensación de paz. Por lo demás no parece nada que no hayamos visto antes. El título lo apuesta todo a su concepción artística y lo cierto es que parece funcionar. Queda por ver si el equilibrio entre lo onírico, el realismo y las metáforas de su mundo consiguen el resultado esperado.
Anamorphine estará disponible para Windows y PS4 el próximo 31 de julio.Página Oficial
