El mundo no es tal y como te contaron. Puedes pasarte la vida yendo de casa a clase y, pasado un tiempo, de casa al trabajo y del trabajo a casa; sin encontrarte que niguna amenaza inexplicable. Pero las sombras acechan continuamente en callejones oscuros, toman forma y salen a jugar de noche. Quizá puedas eludirlas, tirarte décadas a salvo de todas las cosas para las que no tenemos explicación. Al fin y al cabo, hay un grupo de gente dedicado a que las cosas no se salgan de madre. Se hacen llamar Unavowed, algo así como “los no desvelados” en castellano, un nombre que hace honor a su tránsito por el mundo, invisible para el común de los mortales.
Sin embargo, en el nuevo juego de Wadjet Eye Games no te queda más remedio que tratar con ellos. La cosa comienza con un exorcismo y una declaración: se nos pide que confirmemos si somos hombre o mujer, que digamos nuestro nombre y a qué nos dedicamos para ganarnos la vida. Resulta que nos están sacando a un demonio de dentro, algo que lleva un año poseyéndonos y obligándonos a cometer todo tipo de atrocidades mientras íbamos en el asiento mental del pasajero, impotentes. Unavowed es la crónica de cómo trataremos de desmadejar el hilo de putadas que lleva haciendo alguien dentro de nuestro cuerpo durante todo un año. Lo jugaremos en formato de aventura gráfica, con una serie de cambios e ideas que parecen préstamos de los juegos de rol de Bioware y funcionan más que bien.
Decía que todo empieza con un exorcismo y es durante él donde vemos una de las primeras cartas que se guarda Unavowed bajo la manga: un sistema de Orígenes. De manera similar a lo visto en Dragon Age: Origins, aquí podremos decidir si nuestra protagonista es un hombre o una mujer, y a qué se dedicaba antes de ser poseída: actriz, policía o camarera. Esto nos hará jugar un pequeño prólogo en el que tendremos nuestro primer contacto con el mundo sobrenatural, y de ahí iremos directos a la posesión. Es un sistema que, al igual que en otros juegos que lo tienen, no hace que la experiencia cambie mucho, pero da ciertas notas de color al personaje que vamos a encarnar y nos mete un poco más en él. Además, nos dará líneas adicionales de diálogo que bien pueden servirnos para resolver alguno de sus puzles.
Tras decidir nuestro nombre y sobrevivir a otro encuentro sobrenatural, acabaremos llegando a la sede de la sociedad secreta que nos va a acoger. A partir de aquí Unavowed adopta una estructura episódica y nos da una cierta libertad para elegir a dónde queremos ir. Cada “episodio” funciona como pequeña píldora autoconclusiva en alguna parte de la Nueva York plagada de eventos fantásticos en la que estamos. Todos, además, siguen, a la manera de series como Expediente X que tenían su “monstruo de la semana”, un hilo conductor que nos va a llevar hasta el final, pero además aprovechan para arrojarnos un montón de trasfondo a la cara, seres únicos y detalles de su mundo. Además, escucharemos a nuestros acompañantes hablar entre ellos y profundizar en sus historias; cosa que también podemos hacer entre misión y misión relacionándonos con ellos en nuestro santuario.
Los acompañantes son el otro elemento que van a recordarnos continuamente a los juegos de rol de la última década. Antes de cada misión elegiremos a los dos que se vienen con nosotros (con la limitación de que uno de los “agentes senior” tiene que ir sí o sí) y serán vitales para resolver cada caso. Cada uno de ellos tiene habilidades distintas (por ejemplo, uno puede hablar con los fantasmas, otra tiene contactos con la policía…) y salvo contadas excepciones, cada episodio está creado para que pueda resolverse llevando a cualquiera de ellos en el equipo. Piensa en ellos más como objetos para los puzles que encontremos, y a su vez, en la existencia de distintos puzles según a quién llevemos.
En Wadjet Eye Games tienen la lección aprendida en el tema de los acompañantes y han sabido crear cuatro (cinco realmente) personajes muy interesantes, que dan auténtica compañía al jugador y con los que apetece socializar e intimar. Le dan mucha vida a cada capítulo, las relaciones y diálogos entre ellos sirven para más que para ampliar el lore y viendo las distintas posibilidades en cada capítulo dan ganas de volver a jugar para probar otras cosas.
De hecho, es necesaria más de una partida si queremos conocer en profundidad a todos ellos y probar todo lo que Unavowed quiere darnos. Quizá por eso sea de agradecer que tenga una duración más o menos corta (unas seis horas), que te invite a volver y a sumergirte en el mundo de fantasía urbana que ha preparado para ti. Es imposible no acordarse de los juegos de rol de Mundo de Tinieblas a medida que lo recorramos y el ritmo que mantiene de revelar su historia mientras lo entreteje con distintos seres sobrenaturales es fantástico, nos hace querer lanzarnos a la siguiente localización cuando terminemos con una.
Es probable que al fan más acérrimo de las aventuras gráficas tenga algún problemilla con Unavowed a la hora de tratar con sus puzles. Son más fáciles que la media del género y además están contenidos siempre dentro de cada episodio; los objetos que usaremos no se llevan de una localización a otra y cada escenario tiene los elementos necesarios (junto a nuestros acompañantes) para ser resuelto. En general son todos bastante intuitivos y ganan cuando nos piden profundizar en el conocimiento sobrenatural, hacer algún tipo de ritual, lidiar con fantasmas… A mí no me parece un problema porque será difícil quedarse atascado y se mantiene un ritmo intenso durante todo el juego, un avance constante casi cinematográfico mientras nos zambullimos en sus misterios.
Una última forma que tiene el juego de diferenciarse, y a la vez de darnos algo de dirección en cada misión, es mostrarnos algún que otro flashback de lo que hicimos en ese lugar mientras estábamos poseídos. En ellos nos manejamos de nuevo, sólo que con otra personalidad, creando una tensión en el protagonista y notando cómo era eso de viajar en un cuerpo manejado por otro. Estas escenas facilitan más aún la investigación, pero también sirven para mantener el hilo conductor de la historia que nos cuenta.
Esa historia, por cierto, raya a un nivel muy alto. En la coctelera mete un montón de eventos sobrenaturales, de criaturas y cosas raras, pero también temas como la identidad, el sacrificio, el legado que dejamos o la adicción. Se guarda un buen par de sorpresas para el último tercio de la aventura y las hila muy bien, y cada uno de sus episodios funciona también como pequeño relato contenido. Y al igual que prácticamente todos los videojuegos que coquetean con la idea de la elección del jugador, dichas elecciones no tienen casi relevancia al final, pero al menos no son entre ser bueno o malo y con cada una de ellas lo pasaremos un poco mal, especialmente a la hora de llegar al final.
Unavowed es, ante todo, una respuesta tremendamente original a la pregunta de qué rumbo podrían tomar las aventuras gráficas en 2018. El camino que nos señala apenas guarda añoranza hacia los clásicos, sino que se adapta a cómo se juega ahora sin miedo de hibridarse con otros géneros. Está por ver si alguien más decide adentrarse en ese sendero, pasear por él y decorarlo a su gusto, pero aquí no queda más que quitarse el sombrero con el resultado final. Porque Unavowed, finalmente, va sobrado de personalidad, de historias y personajes interesantes. Es singular, intenso y valiente, y se hace difícil pedirle más.