Análisis: Tower of Guns

Análisis: Tower of Guns 1

Corría 1995 cuando los daneses Lars von Trier y Tohmas Vinterberg anunciaron la creación de un movimiento fílmico bautizado como Dogma 95. Al contrario de lo que pudiera parecer, la revolución que escondía tras de sí Dogma 95 se basaba en una vuelta a los orígenes del medio dejando a un lado los cánones impuestos por la industria. De esta manera se sostenía que la recuperación de la “pureza” perdida pasaba por ensalzar los valores tradicionales de producción, descartando cualquier elemento inherente al cine contemporaneo como los efectos especiales, post-producción o elementos extradiegéticos. Más allá del elemento publicitario que pudo contener este movimiento -que lo tuvo-, no se puede negar su efecto como llamada de atención hacia público e industria sobre el comportamiento de la misma. El éxito de dos de las películas enmarcadas dentro de Dogma 95 confirmó que se puede -y yo añadiría “se debe”- volver la vista atrá para observar la evolución del medio, puesto que esta es la única manera de replantearla.Si existe un género que ha ayudado al PC a soportar tiempos peores ese ha sido sin duda el FPS. Muchos de los que hoy siguen con un ratón y un teclado en la mesa -y dios nos libre de jugar a un FPS con mando- compraron su primer PC para jugar al Doom, aunque fuese a la versión shareware, y ya no se han bajado del carro. El PC siempre ha ido por delante con todo lo que ha tenido que ver con este género, desde una mayor potencia gráfica hasta el modo online. No se lo tomen pues a mal cuando digo que las consolas han tenido buena culpa de la idiotización del género, que ha quedado relegado a tres o cuatro grandes títulos que mueven millones sin ningún reto aparente que no sea montar el mejor anuncio para televisión y perfeccionar el modo multijugador. Existe algún intento por revitalizar el género desde una perspectiva más tradicional cuyo mayor exponente quizá sea el nunca lo suficientemente alabado Hard Reset, pero hasta ahora no me había encontrado con ninguna propuesta tan ¿pura? como Tower of Guns.Joe Mirabello es la única persona que se esconde tras el estudio Terrible Posture Games. No es un recién llegado, en su currículim aparecen nombres como Titan Quest, Titan Quest Inmortal Throne o Kingdoms of Amalur, pero como tantos otros ha terminado saltando al vacío del desarrollo independiente esperando una red al final del camino. Y cuidado que aquí la pirueta es doble. No hablamos de una aventura gráfica pixelada o un plataformas de corte retro, no, hablamos de embarcarse en un FPS procedural pensado para partidas únicas. Y es que la reducción a la esencia que propone Joe Mirabello es tal, que prescinde de historia -aunque deja una pequeña pincelada- y de cohesión, ofreciendo una orgía adrenalítica de disparos, power-ups y centenares de enemigos como no se veía desde los 90.Tower of Guns se estructura a base de niveles procedurales, ojo, con esto no quiero decir que cada una de las habitaciones se genere automáticamente, sino que más bien se basa en la aleatoriedad de una serie de habitaciones ya generadas. Al comenzar el juego tendremos que elegir entre dos armas y dos habilidades. Esa será nuestra única decisión y la marcará el resto de la partida. Una vez nos encontremos dentro de la torre lo “unico” que tendremos que hacer es atravesar diferentes estancias acabando con todo lo que salga a nuestro paso. Esto no se diferencia demasiado de cualquier FPS, pero es que lo que sale a nuestro paso es MUCHO, tanto que me atrevería a asegurar que un único nivel de Tower of Guns posée más enemigos que todos los FPSs juntos de 2013. Esto hace que las partidas sean difíciles y se tenga una sensación de falta de progreso ante la imposibilidad de avanzar, pero aquí entran en juego la posibilidad de desbloquear armas y power-ups.Disponemos de un total de ocho armas que desbloquear, a parte de las dos que tenemos al comienzo, así como de otros nueve habilidades. Para cada una de ellas deberemos realizar un objetivo concreto: pasar el nivel en un tiempo dado, eliminar a un número de enemigos concreto…etc. El desbloqueo de armas y habilidades es imprescindible tanto para otorgar sensación de progresión como para progresar en sí, amén de actuar como regenerador de mecánicas, puesto que poco tiene que ver jugar con una combinación de lanza-bombas + doble salto que ametralladora y triple velocidad. Esto unido a la aleatoriedad de los niveles y los power-ups puntuales proporcionan las bases de una tormenta perfecta que alcanza su máximo exponente cuando nos encontramos dentro de un nivel que explota la añorada verticalidad de los FPSs de los 90.A pesar de su arriesgada propuesta basada en partidas únicas, y de algún otro elemento que exigiría un desarrollo que quizá no se encuentre acorde con las posibilidades del proyecto –y me refiero concretamente a la ausencia o poca calidad de las animaciones de la mayoría de los enemigos-, el trabajo de Joe Mirabello únicamente puede calificarse de excelente. Tower of Guns da exactamente lo que promete, siendo un título que seguramente permanecerá eternamente en su disco duro. Si son amantes del género, no lo duden. No és únicamente una mirada el pasado, sino toda una reivindicación de una forma de entender el videojuego más allá de cualquier artificio.Tower of GunsComprar Tower of Guns

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