Análisis: Three Fourths Home

Análisis: Three Fourths Home 4
Análisis: Three Fourths Home 1
Fecha de lanzamiento
20 marzo, 2015
ESTUDIO
Brackett Games
EDITOR
Digerati
PLATAFORMAS
PC, Mac, Linux, PS4, ONE, Switch

Es difícil explicar lo que supone volver a casa tras estar mucho tiempo alejado.

En España, en la que empieza a surgir la “movilidad exterior” como respuesta al paro, comienza a ser un fenómeno un poco más común, pero donde ha pasado desde tiempos inmemoriales es en países como Estados Unidos, con esos estudiantes que se van lejos, lejos de casa; a la universidad y en busca de una nueva vida.

Siendo yo uno de esos apátridas que han hecho del nomadismo un estilo de vida, no pude sino enamorarme del concepto que hay detrás de Three Fourths Home: la historia de una chica que vuelve a casa en Nebraska (uno de los estados del midwest americano), desde la bulliciosa gran ciudad hasta el mundo rural de la infancia. De las hileras de edificios a los interminables campos de maíz que alimentan al resto del país. De su vida actual a una vida antigua, intermedia y deshecha, coronada por la nostalgia y un pasado que ya no existe.

¿Cómo no me va a interesar Three Fourths Home? Tras cinco años fuera de mi Tenerife natal, acabo de volver y estoy escribiendo esto mientras me ubico y vuelvo a ver a la familia y los lugares de la infancia.

Pero dejemos de hablar de mí y hablemos de Kelly. En la mitad de su veintenta ha vuelto a un mundo al que no creía que volvería, a las llanuras infinitas de cosecha y los silos oxidados que pueblan sus recuerdos.

¿Qué hace ahí y por qué ha vuelto? Es sólo uno de los detalles que tendremos que decidir en Three Fourths Home, a través de su única mecánica jugable. Porque la propuesta del juego de BracketGames es sencillísima: empezamos a conducir para volver al hogar tras haber ido a visitar una casucha con mucho significado emocional. Las teclas del ordenador nos dejan encender los faros, poner música…pero nada de eso tiene sentido. Sólo avanzar por la carretera (un poco a lo Glitchhikers) mientras huimos de una tormenta que empieza a gestarse en el trayecto y conversamos con los miembros de la familia.

Esta charla telefónica es la verdadera razón de ser de Three Fourths Home, la que hace que sea una experiencia fascinante que debe ser vivida. Casi una novela gráfica (de no ser por el manejo del coche, sería indistinguible de una), las respuestas que vayamos dando a nuestra madre, padre y hermano harán que creemos la historia anterior de Kelly, que “elijamos nuestra propia aventura”.

Three Fourths Home no evita los temas controvertidos, ni mucho menos. Aborda cosas que hemos visto pocas veces en los videojuegos (quizá Gone Home o The Novelist…), y lo hace con una madurez inquietante para un título tan “pequeño”. Alcoholismo, discapacidad, la muerte de las relaciones de pareja…Y en todos tenemos que decidir qué es lo que está pasando, creando un retrato de la familia que realmente funcionará como espejo que nos devuelve la imagen de nuestras elecciones.

Por supuesto, no es un título para todo el mundo. Salvo un par de pinceladas realmente es una historia interactiva, sus elecciones se desenvuelven ante nosotros a medida que elegimos el diálogo y apretamos el acelerador del coche, pero es toda la jugabilidad que encontraremos. Quien quiera lanzarse a discutir si esto es un videojuego o no seguramente pasará un mal rato ante él.

Pero si tú que lees esto eres otro nómada como yo, o simplemente te apetece vivir la extraña sensación que colorea la vida de nosotros, los “hijos pródigos del mundo”, tienes que experimentarlo. Saborear sus posibilidades y dejarte hechizar por la música y un escenario minimalista, de un gris fantasmal e inquietante que quizá deje entrever algo más.

Poco más que decir: Kelly y yo hemos vuelto a casa.

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