El 12 de Octubre apareció el segundo “especial” para Alan Wake, que no viene a ser otra cosa que el nombre que le dan los chicos de Remedy al DLC del juego. Os recuerdo que para la gente que compró de primera mano el primer especial (The Signal) fue gratuito, y en este caso estamos hablando de 560 MP por hora y media de juego (lo que viene a ser uno de los capítulos del juego principal).
¿Qué nos ofrece? Pues básicamente es eso, un capítulo adicional de Alan Wake, por si te quedaste con las ganas. Sigue la trama directamente tras el final del anterior “especial”, que a su vez la seguía tras el final del juego. El principal incentivo será proseguir la historia y ver qué le depara la vida a nuestro escritor favorito. En ese sentido, cumple y de muy bien, se nota que es algo que ya tenían pensado y que no se han limitado a manosear tramas para hacerse los misteriosos, sino que nos dejan caer algo más de información, con cuentagotas, y nos preparan para una más que previsible segunda entrega.
Algo así justificaría la adquisición para los más fanáticos (que los hay), pero no The Writer trae algunas sorpresas más. Para empezar, aunque se vuelve a la labor de reciclaje de escenarios ya usados (como en el contenido anterior), aquí se hace un uso exquisito de ellos y con varios recuros que no desvelaré consiguen ofrecernos algo realmente nuevo. Realmente, sí hay un puñado de escenarios nuevos, pero es de destacar la manera original en la que han conseguido repetir por segunda vez algunas localizaciones a la vez que nos ofrecen algo más, llegando al punto de que en algunos momentos lo que vemos encajaría perfectamente en un Silent Hill.
Pero lo más importante no es eso, sino la manera en la que se han añadido más situaciones distintas, cosa que el juego padre pedía a gritos. Lamentablemente, no tendremos horas diurnas, pero sí un par de momentos que nos compensarán por su falta, en los que podremos ahondar un poco más en la persona de Alan. Vuelve también la mecánica de ir construyendo (o destruyendo el escenario) usando palabras, que tendrá un final espectacular.
Dicha palabra define muy bien el ritmo, mucho más vertiginoso que la mayoría de capítulos. Pocas pausas y muy bien medidas, grandes ideas a la hora de luchar contra los enemigos (aunque no haya ninguno nuevo), un enfrentamiento final interesante, un par de elementos plataformeros y algún puzzle. Todo ello condensado en hora y media en la que se nos ofrecen cosas que no hemos visto en el título principal. A eso habrá que añadirle 250 puntos de logros, con (de nuevo) los típicos de coleccionar tontadas y (de nuevo) otros que hacen la experiencia más desafiante a la hora de acabar el episodio (no disparar en x periodo de tiempo, por ejemplo).
¿Las pegas? La falta de momentos de día, que podría durar un poco más y ya puestos ser gratis. Habrá quien también piense que uno no debería pagar para enterarse de un poco más de la historia del juego, y quizá tenga razón, pero creo que precisamente un DLC de Alan Wake, si trae algo, debe ser eso: un poco más de su guión, que no deja de ser su mayor baza.
Lo mejor: Profundiza en el guión. Situaciones variadas, buena utilización de escenarios y ritmo.
Lo peor: Duración justa, siguen sin haber horas diurnas.