Remothered: Tormented FathersCRÍTICAEl terror nace a través de la calma. Lo que nos da miedo siempre parte de una situación de tranquilidad que deriva hacia un lugar inesperado. Puede parecer que lo difícil es dar miedo, pero en realidad lo más complicado es crear el marco idóneo para que los elementos de terror funcionen como una subversión de “lo normal” y no como lo esperado. La fragua de este componente se da de bruces con el videojuego, un medio en el que la inmediatez suele ser un valor en alza. Remothered: Tormented Fathers consigue colocar los cimientos de lo normal con más elegancia que la mayoría de títulos del género, diseñando un tablero de juego en el que sin duda alguna se sienten cómodos. Lamentablemente no son capaces de gestionar con equilibrio una propuesta que poco a poco va recordando que es un videojuego hasta fundirse con lo trivial.Si algo hay que agradecerle a los italianos Stormind Games es el empeño que Remothered: Tormented Fathers demuestra durante su primer acto en escapar de los clichés del género dentro del medio. Estamos ante (corríjanme si me equivoco) el primer título de terror en tercera persona con aspiraciones mainstream protagonizado por una mujer de 35 años nada sexualizada, sin ningún tipo de habilidad especial más que la observación y que no recurre a la violencia si no es por causas de fuerza mayor. Una mujer que además es presentada cuando es anciana, pues todo el título se desarrolla en forma de flashback. Es aquí cuando el equipo de desarrollo se toma su tiempo para presentar “lo normal”, lo que conlleva una larga secuencia de apertura y una introducción en forma de gameplay que nos permite familiarizarnos con el control del personaje y con el entorno en el que tendrá lugar toda la experiencia: la casa encantada.No, no se asusten. No hay fantasmas en la mansión de Remothered: Tormented Fathers, pero sí un escenario familiar en el que nuestra protagonista lo pasará regular.”A pesar de algunas cosas mejorables, Remothered: Tormented Fathers mantiene el tipo durante sus dos primeros tercios”La casa encantada es el escenario predilecto para el terror dentro del videojuego, y no es de extrañar. A nivel técnico permitió que máquinas tan limitadas como las que teníamos en la época de Alone in the Dark manejaran con solvencia los recursos necesarios para sacar el título adelante, algo que también sucedía en Resident Evil. Títulos posteriores como Dead Space también han utilizado este elemento con diferentes intenciones. En lo que estos tres títulos coinciden es utilizar este recurso a modo “tren de la bruja”. Tanto la casa de Resident Evil como la de Alone in the Dark no son más que el armazón terrenal para desatar el infierno. Su estructura arquitectónica no obedece a ninguna lógica y en ella cabe todo. Da igual si se trata de un pasadizo que lleve a unas nuevas instalaciones o un sótano donde se esconda un gusano gigante. Cada puerta está concebida para albergar un nuevo horror, pero cuesta imaginar que alguien haya podido realizar cualquier tipo de vida allí antes de nuestra aparición.
Remothered: Tormented Fathers toma la casa no como un personaje más, sino como el personaje principal. Sus dimensiones, a pesar de tratarse de un lugar enorme, se alejan de esa suerte de casas infinitas tan habituales dentro del medio. La distribución de habitaciones encaja, la decoración tiene sentido, e incluso las inevitables habitaciones secretas parecen plausibles. Algo fundamental cuando hablamos de un título sin ningún tipo de mapa que nos obliga a movernos de forma pausada si queremos sobrevivir.No voy a contar nada de la trama porque es parte de los encantos del título. Baste saber que vamos a quedarnos atrapados en esta mansión y que alguien querrá matarnos. El juego del gato y el ratón sobre el que se sustenta el gameplay bien podría ser el de Alien: Isolation, con un enemigo(s) indestructible y una protagonista en clara desventaja. La diferencia entre aquel y Remothered: Tormented Fathers es que las costuras no están tan bien cosidas en este último, aunque a su favor hay que decir que es mucho menos tramposo en lo que al enemigo se refiere de lo que era el título de The Creative Assembly.
Nuestro objetivo principal es escapar de la casa, y para ello conviene no ser visto por el enemigo. Para ello contamos con nuestro sigilo y una serie de elementos de distracción que podemos recoger de aquí y de allá. El título se esfuerza por colocar un montón de recursos para poder realizar diferentes acciones que nos permitan salir con vida del entuerto. Una vez más hay un esfuerzo por ceñirse a la lógica de la situación y los personajes. No vamos a poder realizar elaboradas trampas, pero podemos atrancar puertas o intentar distraer a nuestro adversario tirando objetos aquí y allá. Sobre el papel funciona, en la práctica no tanto. Esto se debe a la propia honestidad de Stormind Games en el uso del villano, pues éste se mueve con sentido dentro de la mansión, lo que significa que si lo vemos pasar sale mucho más a cuenta esconderse, esperar a que desaparezca e investigar tranquilamente mientras vuelve, pues tenemos la completa certeza de que no nos lo encontraremos durante un aceptable periodo de tiempo. Esto también es aplicable a cuando seamos descubiertos. Las primeras veces moriremos sin remedio mientras corremos alocadamente, pero una vez conocida la mansión, resulta más o menos sencillo despistar a nuestro enemigo.A pesar de algunas cosas mejorables, Remothered: Tormented Fathers mantiene el tipo durante sus dos primeros tercios. La trama da ciertos bandazos, pero el conjunto convence a pesar de algunos avisos de lo que se nos viene por delante. El problema comienza cuando el título olvida sus virtudes para abrazar la idea de un tercer acto acelerado y sin demasiado sentido dentro del conjunto general. Estamos ante un caso claro del síndrome Alex de la Iglesia, aquél que dice “lleva a todos tus personajes lo más alto que se te ocurra y deja que se maten allí”. Lo que hasta entonces era calma y tensión pasa a ser ensayo y error a base de QTEs que ya habían mostrado sus dientes de forma anecdótica en algunos momentos puntuales, pero que ahora se erigen como epicentro del gameplay.Supongo que si ponemos todo lo que ofrece Remothered: Tormented Fathers en una balanza, la valoración es positiva. Su intención por buscar nuevos caminos dentro del terror videolúdico a base de referencias clásicas es de agradecer, así como el esfuerzo mostrado en intentar desarrollar una trama que sin duda se sale de lo habitual dentro del medio. La pena es que ni una cosa ni otra terminan por funcionar del todo debido a una especie de sentimiento de culpa por alejarse en demasía de lo que se espera del videojuego que lastra el último acto. Entiendo que mantener la mesura no es sencillo y que el temor a que tachen tu trabajo de soso o no ser capaz de llegar al gran público es un miedo difícil de controlar, pero ver cómo toda esa valentía inicial se va poco a poco languideciendo es una verdadera lástima. No sé si la concepción inicial del título como una trilogía sigue adelante, pero ojalá en la siguiente oportunidad podamos ver una propuesta sin concesiones. Estoy seguro de que puede salir algo muy interesante de ahí.