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Análisis: Driver: San Francisco

Análisis: Driver: San Francisco 1

La saga Driver gozó de gran reconocimiento y prestigio con sus dos primeras entregas lanzadas para la primera Playstation en 1999 y en el año 2000. Después de ello, vimos cómo su desarrolladora, Reflections, apadrinada por Atari, daba palos de ciego intentando encontrar su lugar con el desarrollo de su tercera y cuarta entrega llamadas Driv3r y Driver: Parallel Lines que terminó con el olvido y lapidación de una saga que en la anterior generación no supo encontrar su lugar con la alta competencia que había en el mercado (un tal GTA), pues no supo establecer unas buenas mecánicas de jugabilidad, limitándose a tratar de ofrecer lo mismo que sus competidores pero de forma muy mejorable.

Recuerdo que cuando a mediados del año pasado, Reflections, ahora apadrinada por UbiSoft, anunciaban por todo lo alto la primera entrega de la saga para esta generación recuperando al protagonista de sus primeras entregas, nadie despertó el menor atisbo de interés teniendo en cuenta sus antecedentes. La cosa fue todavía más desalentadora cuando dijeron que querían volver a los orígenes de la saga, sin la posibilidad de bajar de los vehículos porque el bueno de Tanner estaba en coma y se desplazaba de un vehículo a otro volando con un poder llamado Shift. “Tiene que ser una broma”, fue lo que muchos pensamos ante tan descabellada idea. Tan rápido como se anunciaba este aspecto, tan rápido como mis ojos se apartaron de este Driver: San Francisco. El tiempo parecía darme la razón cuando el juego sufrió numerables retrasos su lanzamiento inicial estaba previsto para noviembre de 2010). Hará cosa de un mes, discutiendo con un amigo, le tildé de pobre iluso porque esperaba con ganas este Driver. Pero después de probar su demo y ya con el juego, mi amigo me hablaba de él, tenía que sumergirme ante el intento de revitalización de esta saga.

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Por extraño que parezca, Diver: San Francisco se convierte finalmente en una de las sorpresas más agradables y frescas de todo el año, quizá sea sólo porque prácticamente nadie se esperaba nada de él, pero ello no implica que sea un título con bazas suficientes para convertirse en un título de gran calidad y muy recomendable para los fans de la conducción más arcade. Los hechos se sitúan más o menos después de la tercera parte, cuando el eterno antagonista de Tanner, Jericho, escapa de la cárcel y nuestro sabueso protagonista queda en coma en un trágico accidente mientras perseguía al criminal. Sin embargo, y por razones inexplicables, Tanner despierta relativamente del coma pudiendo desplazar su ser, que no su apariencia física, por todo San Francisco poseyendo a cada uno de los conductores que conducen por las calles de San Francisco para poder continuar con su investigación y dar caza a Jericho con la ayuda de su eterno compañero Jones, el único que cree en los poderes especiales recién adquiridos del protagonista. El guión es más o menos solvente en su desarrollo, con un claro homenaje a las películas y series de policías de los años 70, pero con un remarcado sentido del humor  en sus diálogos, haciendo ver la falta de pretensiones que ha tenido Reflections con este título. El guión de Driver no destaca por su originalidad o profundo desarrollo, sino por sus ácidos y mordaces diálogos que tendremos con nuestro compañero Jones o con nuestros copilotos a medida que nos vayamos teletransportando haciendo Shift de un coche a otro teniendo conversaciones con un profesor de autoescuela, una monja, un hombre que se cree un vaquero, un joven asiático que hace carreras ilegales con el dinero para su matrícula de la universidad, nuestro hijo que quiere ir a jugar a las recreativas….  Pues ninguno de ellos tiene consciencia de que el piloto está siendo poseído y controlado por Tanner. Ciertas situaciones son impagables y nos harán soltar más de una carcajada. Pese a lo tópico y predecible que resulta su trama, sin contar con sus elementos paranormales, lo cierto es que toda la explicación final del Shift es más o menos lógica y satisfactoria.

Driver: San Francisco se aleja de las mecánicas jugables que tuvieron sus anteriores títulos. Dejando lejos cualquier reminiscencia a la jugabilidad de los GTA. En lugar de ello, intenta buscar su propio camino. No es solamente lo más inteligente que podían haber hecho los chicos de Reflections, sino que además el experimento funciona rematadamente bien. Y para colmo, la habilidad del Shift, fruto de burla y de crítica por sus detractores, se convierte en una habilidad con muchas posibilidades y sumamente divertida. Siempre que queramos cambiar de vehículo mediante el Shift, deberemos únicamente pulsar el botón X en PS3 o el botón A en X-box 360 para que la cámara se aleje y nos ofrezca una perspectiva cenital de todo el entorno que nos rodea ralentizando toda la acción. Si alguna vez habéis navegado por el Google Earth, veréis que las sensaciones son prácticamente las mismas. Podremos abarcar cualquier extensión de la ciudad de San Francisco alejando o acercando la cámara y hacernos con cualquier vehículo que esté circulando en esos momentos por las calles. ¿Qué posibilidades nos brinda entonces el Shift? Muchísimas. ¿Estáis hartos de que la poli os pise los talones? Pues cambiáis de coche con el uso de esta habilidad y ya no habrá madero que os toque las narices. ¿No conseguís atrapar a un criminal? Pues pasad a controlar un camión que circule en dirección contraria y empotradlo contra vuestro objetivo. ¿Estáis a punto de perder a vuestro objetivo porque está demasiado lejos? Pues pasad a controlar un coche que esté más cerca del vehículo al que perseguís. Como podéis ver, hay múltiples posibilidades de resolver muchas de las situaciones que nos plantea el título, cuyo limite al final se encuentra en nuestra propia inventiva e imaginación en cómo queramos resolver sus niveles.

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La estructura del juego es la de proponernos una serie de pruebas, misiones o desafíos que nosotros elegiremos a nuestro antojo y en el orden que queramos. Por una parte, hay misiones marcadas con un símbolo amarillo que son de cumplimiento obligatorio si queremos desbloquear las misiones pertenecientes al modo historia. Dichas misiones segundarias pueden pecar de no mantener relación alguna con la trama del juego, sino que son misiones independientes donde nos propondrán tareas de lo más variopintas, ya sean ganar carreras ilegales, proteger furgones policiales, perseguir malhechores, evitar que un autobús explote… algunas son incluso más originales que las pertenecientes al propio modo historia. Cumpliendo dichas misiones, se desbloquearán nuevos vehículos y otras pruebas optativas de temática similar, como ganar carreras, a veces hasta deberemos concursar en algunas que van por parejas y deberemos procurar que nuestra pareja queden primero y segundo alternando el control de ambos vehículos, controlar camiones de bomberos para apagar camionetas, pasar por determinados puntos de control… Aparte de estas misiones segundarias, por toda la ciudad de San Francisco nos iremos encontrando con una serie de desafíos totalmente optativos que van de ir a una determinada velocidad durante unos cuantos segundos, a veces incluso en dirección contraria; Derrapar tantos metros; Realizar saltos de una determinada altura; Pasar unos cuantos coches por debajo de camiones cisterna y un largo etcétera. Al principio son bastante fáciles, pero a medida que las superemos, las siguientes ya requieren algo más de esfuerzo y de dedicación Todas y cada una de las misiones o desafíos que hagamos nos desbloquearán nuevos vehículos así como la moneda de cambio para obtenerlos: Los puntos de alma, que también se consiguen realizando acciones temerarias como hacer derrapes, estar a punto de colisionar con otro vehículo, realizar grandes saltos, conducir muy deprisa, hacer adelantamientos. Con dichos puntos de alma podremos visitar cualquiera de los talleres que se encuentran dispersados por la ciudad para adquirir nuevos coches. Sin embargo, el poder hacer uso de los talleres también hace necesario antes su propia compra. Dicha acción también desbloquea una serie de nuevos desafíos optativos que nos brindan una generosa cantidad de puntos de alma.

En dichos talleres también podremos comprar y mejorar una serie de habilidades. A medida que conduzcamos, veremos en una barra situada en la parte izquierda inferior de la pantalla. Con esta barra tendremos la posibilidad de embestir vehículos así como activar un turbo  que nos permitirá desplazarnos con mayor rapidez durante unos pocos segundos. La mejora de nuestras habilidades se traducen en una barra más extensa, así como un mayor rendimiento a la hora de regenerase y de que no se consuma tan deprisa. También tendremos la posibilidad de multiplicar el contador de nuestros puntos de alma para obtener más por cada hazaña que realicemos. Si creíais que las posibilidades de Driver: San Francisco terminan aquí estáis muy equivocados, pues a lo largo de toda la ciudad, hay dispersados una serie de iconos en forma de claqueta de cine que desbloquea otras misiones especiales cada vez que acumulemos diez. Dichas misiones se reducen a la persecución y caza de algún criminal. La diferencia radica en una mayor dificultad debido a la imposibilidad de usar nuestras habilidades especiales como el turbo, así como la posibilidad de hacer Shift. Dichas escenas nos ofrecen un filtro de imagen desgastada, recordándonos a las películas de serie B de policías y ladrones de los años 70, siendo también el tipo de misiones que más homenajean a la primera entrega de Driver.

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No se vayan todavía señores, pues aún hay más.  Esta nueva entrega recupera una de las pocas características que valían la pena del fallido Driv3r: El editor de cine. Con este modo de juego podremos jugar y luego editar un video con sus respectivos ángulos de cámara y demás efectos y después colgarlos en la red. Otra de las grandes sorpresas que nos deparaba este nuevo Driver eran sus múltiples opciones multijugador, tanto online como a pantalla partida. En ésta última opción, podemos unirnos junto a un amigo para detener delincuentes por toda la ciudad o pasar a ser los criminales y huir de la justicia. También posee pruebas de superación contrarreloj pasando por puntos de control. En el modo online, aparte de estos modos encontramos otros como el típico de capturar la bandera, perseguir a un rival, un modo todos contra todos….

Si hay algo de lo que Driver: San Francisco peca es por la corta duración de su modo historia. Si únicamente queréis jugarlo para completar su modo historia más vale que lo alquiléis u os esperéis a una futura bajada de precio. Sin embargo, todo aquel amante de los retos, se encontrará con un juego de una duración que llega fácilmente a las 25 horas si nos ponemos a desbloquear todos los vehículos y completar todas sus misiones segundarias o desafíos con un ritmo que engancha des del primer minuto gracias a su impecable abanico de misiones muy originales y variadas a la vez.

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La obra de Reflections no impresiona a nivel gráfico, pues sacrifica potencia grafica en detalles que vemos en su jugabilidad. Los modelos de cada uno de los vehículos que nos encontraremos son representaciones reales, nos esperan unos 120 vehículos totalmente licenciados de diferentes épocas, aunque como ya se ha remarcado anteriormente, con cierta predilección a los vehículos de los años 70. El modelado de cada uno de los vehículos así como detalles gráficos como el brillo de su carrocería son de lo más solventes, pero está claro que hay juegos como por ejemplo, Gran Turismo 5, con los que Driver: San Francisco no puede competir. Ese pequeño sacrificio gráfico tiene sus ventajas que se ven reflejadas sobre todo en el rendimiento del juego, pues se mueve a 60 fotogramas por segundo sin contar que podemos desplazarnos en cualquier instante a cualquier punto de la ciudad con el Shift sin el más mínimo tiempo de carga. También hay cierta interactividad con ciertos objetos dispersos por las calles de San Francisco, como farolas, cabinas telefónicas, paradas de autobús… todos son propensos a ser destruidos si impactamos con ellos con nuestro coche. Mención especial al hecho que no podemos atropellar a los peatones. Una decisión poco realista, pero completamente lógica, pues el juego va en sintonía en ofrecernos diversión des de un punto de vista muy desenfadado y divertido. El sistema de daños de los coches es también bastante bueno, pero lejos de ser magistral. Además los daños no se ven precisamente reflejados cuando impactamos contra ciertos objetos del entorno que no sean otros coches. Otro punto a hablar es sobre su trama argumental, pues está contada mediante escenas CGI que se intercalan con otras tomas realizadas con el motor del juego. La mezcla funciona muy bien y no deja de ser curiosa. Las escenas CGI se limitan a mostrarnos tomas interiores de los vehículos o de algunos edificios donde podremos ver a un Tanner muy bien recreado. Mientras que las escenas exteriores donde se ven únicamente los vehículos se ha optado por utilizar el motor del juego. El resultado es francamente vistoso, incluso hay tomas donde se intercalan más de una escena a la vez, como ya hemos visto en series televisivas como 24.

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El sonido por su parte, es sencillamente brillante. Su banda sonora está formada por clásicos musicales sobre todo de los años 70 como Aretha Franklin, The Cure, The Beastie Boys… junto con algunos temas más actuales. Todas sus piezas musicales son míticas y acentúan más el magnífico trabajo de ambientación del juego ubicado sobre todo en los años 70. El juego viene completamente doblado al castellano y con un gran nivel de calidad, algo que Ubisoft, detalle que hay que reconocer que la compañía se porta muy bien. El registro de voces no es muy amplio, con ciertas repeticiones, pero no cabe duda el esfuerzo de los actores en la credibilidad de sus actuaciones, algo que se ve perfectamente reflejado con las impagables situaciones de humor que viviremos gracias a sus ingeniosos y ácidos diálogos. En este aspecto el juego no podía haber salido mejor.

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Driver: San Francisco no es un juego rompedor o memorable, pero sí que supone un muy agradable soplo de aire fresco al género de la conducción más arcade. También supone un regreso más que digno y elegante de una saga que antaño fue legendaria y que en sus últimas itineraciones la habían convertido en una IP moribunda, olvidada y repudiada. Tan solo hay que ver las negativas reacciones por parte de la prensa especializada, así como de los usuarios al conocer el desarrollo de esta nueva entrega. Un recibimiento de lo más frio y nada esperanzador, y finalmente se convierte en una de las sorpresas más agradables y frescas de este año gracias a la implementación de la tan criticada y vapuleada habilidad del Shift. Driver: San Francisco es un título muy sencillo y con una total falta de pretensiones que únicamente dea ofrecer diversión pura y directa des de una vertiente arcade. Objetivo que cumple sobradamente, junto con un ritmo de juego que atrapa al jugador des del primer minuto y con un sentido del humor tan agradable y divertido que llega a ser contagioso. Reflections ha optado en ofrecernos una serie de ingredientes que eran impensables en esta saga. Dicha simbiosis para muchos suponía su eterna lapidación y al final a resultado ser la mejor vía para volver a traer esta mítica saga por todo lo alto. Un gran y reconocido renacimiento que esperemos que continúe en sus próximas secuelas. Quizá sea solo una gran sorpresa porque no esperábamos absolutamente nada de este Driver, pero hay que reconocer el trabajo bien hecho y darle una oportunidad ya que lo único que encontraremos es diversión en el sentido más puro y estricto de la palabra. ¿Acaso ese no fue el motivo por el que inventaron los videojuegos?

  1. Pues mira que no hubiera dado un duro por este juego, pero si dices que es divertido lo tendré en cuenta cuando baje de precio. La verdad es que está algo carete ahora mismo.

  2. Me encanto el juego, algo corta, como dicen, pero seria de lo mejor que esa saga continúe. Me enganché con las historias de Tanner.

  3. Dadle una oportunidad, es divertidísmo. Y lo del shift, en la demo parece raro, pero cuando se te explica en el juego el porqué de esta habilidad tiene su sentido (ciencia ficción claro está) y es muy útil. Recomendado y es muy adictivo. Yo me lo paso muy bién dando vueltas por la ciudad a diferencia que el GTA IV, que pese a su mayor jugabilidad y posibilidades, su venerada conducción me parece una basura. La conducción de Driver se parece más a la del GTA III en donde era más arcade y mucho más divertido que de eso se trataba (GRAND THEFT AUTO = DELITO POR ROBO DE COCHE).

  4. En pleno 2021, puedo decir que solo me falta jugar Driver Revenge pero viendo en youtube es un raro burnout, con una historia rara pero solo tomando d1, d2, d3, dpl y dsf, digo lo siguiente
    driver 1 y 2 ni que decir, pioneros del 3D que superaron por mucho a su competencia directa de Gta
    Driv3r sin duda es el peor titulo, mejora gráfica, la misma mecánica de juego menús y modos de juego que para la generación ya era obsoleta como si fuese un port a la netxgen, con el plus de juego de que puede disparar imitando a Gta y just cause y un modo historia mas a un detective con una guerra casada contra Scarface… Se vio rebasado a la innovación que GtaIII había marcado (antes de que D3 se dsarrollara)
    Driver Parallel Línea es… Literalmente se tomaron el nombre de Driver (conductor, listo ahora hagamos Gta de driver) una historia 100% alejada d la saga, en 1978 un chico sin nombre que quiere hacerse de algo como delincuentillo y que por “azares del destino” termina en 2006 queriendo cargarse a todos con los que trabajo… Es oscura, refleja la corrupción muy a lo México queriendo rebasar al Gta San Andreas, lo jugué, y realmente me engancho, sus mecánicas e juego son únicas, las físicas son muy diferentes a la saga, el que guarde los vehículos que robes es algo que a mas de 10 años de su lanzamiento Rockstar lo implemento en sus títulos, modificaciones y personalización que le dan su estilo, sus vehículos únicos que si no guardas en el momento nunca los vuelves a ver, honestamente es un gran nuevo, con 2 mapas con su propia escénica y ambientadas en 2 épocas tan icónicas con sus propios retos pero con smisiones secundarias aun asi su historia es muy amplia, tanto que las secundarias solo son para reunicpr capital y mejorar el auto aue usaras en tu soguiente mision, complementos de trabajitos para los importantes, media historia paece tutotial tan comodo aue te acostumbras y aue en su segunda mitad tiene una loca curva de dificultad que se nota en su primer misión, su viewlock para apuntar y disparar ayuda mucho tanto que la puntería libre es de oscio y mame, eso en su versión ps2,xbox y GC, en 360, ps3, wii y pc prometía un online, un sistema de delitos a lo Gta, un cooperativo genial y al final, nada de eso, un port tan igual que solo mejoro la calidad gráfica y la tasa de fps, de ahí sin posibilidad de poner tu propia musica y(al menos en pc) el apuntado libre es a la de a fuerza a pie (en vehículos se agradece que no lo hayan cambiado) es un suplicio, lento, torpe sin posibilidad de modificar salvo el eje y que puede invertirse, de ahí… Uno se puede acostumbrar pero sigue con una característica que te c@g@ hasta el final NO ES POSIBLE SALTAR NI EN AUTOMATICO, si te quedas en un cuadro donde no es posible salir (arbustos) tienes que reiniciar hasta el punto donde fue el ultimo auto guardado (generalmente es cuando entras al taller de Ray) y el cambio de imágenes entre versiones es chistoso, la primera eran desnudos, pechos, porno y modelos sexys, en la ultima folletos turísticos, autos y por ahí esta perdido un pony, sin contar de un huevo de pascua que cambia entre versiones con la cara del desarrollador y un texto que dice “Tanner is back”
    Driver San Francisco es el revivir de la saga, conducción en primera persona, semi arcade, único y con decencia única que mejoro el sistema por completo, si no es por tanner, Jericó y el nombre del juego, bien puede pasarse por otro juego, una historia que no nutre a la serie pero que para los que vivieron el coma, lo estudian o lo han tratado o o un familiar en ese estado encontrara grandes referencias cosas que te hace dudar sobre el trabajo de ubisoft (el simple hecho de que la compañía tenga los planos de la catedral de Notre Dame y los hayan entregado para su reconstrucción y su investigacion sobre las religiones en montana para el far cry 5 te pone a pensar) y realmente es un titulo que merece una secuela para vivir la saga y que Watchdogs no puede semejar pues ahí es un hacker y en Driver es de policías, algo que deja su propia huella y que si es el fin de la serie es un final no de broche d oro pero si una retirada gloriosa…
    Estoy trabajando paa sacar una reseña de este ultimo y mas por el tema del coma que es el punto por el que se gano ese rechazo y que es mas interesante de lo que realmente aparenta pues cada nivel o capitulo es una etapa o bloque de la mente incluyendo parte de la batalla con Jericó antes de salir del coma.

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