En pleno 1999 llegaba para la primera Playstation Fear Effect, un juego atrevido para su momento, con una serie de apuestas interesantes. Un intento de Kronos Digital (producidos por Eidos) de renovar el género de acción y survival horror llenísimo de HAMOR.
Pero antes, mi historia personal con el juego, que tengo ganas de ponerme en plan abuelo cebolleta: era mi cumpleaños, y yo había estado, como muchas mañanas de sábado, vendiendo cómics y revistas en el rastro de Santa Cruz de Tenerife. Un negocio lucrativo sin IRPF que importe, y una buena manera de deshacerme de mis viejas Hobby Consolas (necesario). Bien, pues en ese mismo rastro había un puesto donde vendían jueguecicos (creo importante aclarar que aquí no lleva los puestos el papa con la fragoneta sino sensuales canarios como yo) y ahí estaba Fear Effect.
Yo recordaba haber oído y leído sobre el juego, que en principio iba a llamarse Fear Factor y acabó por cambiar de nombre por parecerse demasiado al de un grupo que escuchaba mucho por entonces: Fear Factory. Así que ahí fui, y con el dinero ganado duramente vendiendo revistas mierder y un poco que me dejaron mis padres, fue adquirido. Luego todos fuimos a comer felices a un restaurante chino donde aguantaría a mi hermana pequeña, y de ahí a casa a jugar.
Lo primero que llamó mi atención respecto al juego fue su acabado gráfico, muy distinto al acostumbrado en la época: los personajes están muy difuminados, con un diseño muy cercano al cel-shading que se usa a día de hoy pero algo más poligonal. Y como cosa curiosa, los escenarios, en vez de ser los prerrenderizados de la época, están animados y se presentan como un loop de vídeos. Esto le da un aspecto muy característico al juego, y sirve para cimentar más aún su personalidad.
Parte de la culpa de la exuberante personalidad de Fear Effect es de su ambientación. Nos encontramos ante un juego que debe descaradamente del cine de artes marciales de Hong Kong, del cyberpunk y de la mitología china; una mescolanza que guiña a también a películas como Golpe en la Pequeña China, y que en la época estaba muy poco vista. Así, empezamos en un futuro cercano enfrentándonos a mafiosos normales, pero acabaremos en los mismísimos Infiernos yendo contra almas en pena. Tan evidente es la comparación con el cine que incluso contamos con las dos franjas negras horizontales en la pantalla, con la idea de acentuar la sensación de estar ante una película de acción.
El guión es original y simpático, lleno de sorpresas y giros que no son forzados ni ofenden. Nos presenta la historia de tres mercenarios (Hana, Deke y Glas) que son contratados para salvar a la hija de un millonario chino, y que, como es obvio, terminan por meterse en un fregado que es muy superior a ellos. A lo largo de la historia visitaremos varias localizaciones distintas, y uno de los grandes éxitos es que deberemos manejar a nuestros personajes con todas las consecuencias: por ejemplo, si uno acaba herido a lo largo de la trama, continuará así, sin botiquines que valgan.
Jugablemente, Fear Effect se basa en los survival horror tan de moda en la época: mucha cámara fija, visión en tercera persona y dos añadidos al control tradicional: posibilidad de correr y apuntar (muy Hong Kong) y de rodar para evitar ataques. Hay mucha más acción y espectacularidad, y el sistema de apuntado no es tan estricto: en la parte superior de la pantalla hay una mirilla que cambia de color para indicar si estamos apuntando a un personaje, y sólo debemos movernos y disparar. A esto hay que sumar la ausencia de una barra de vida tradicional. Ahora podremos ver la vitalidad del personaje en forma de electrocardiograma, y va desde el verde hasta el rojo. Realmente, según el juego, es una barra de miedo, que se irá enrojeciendo según vayamos siendo dañados, y que no se restaura tomando ítems de recuperación, sino ocultándonos del enemigo, evitando más tiros, resolviendo puzzles…Un sistema muy parecido al que se usa hoy en día en casi todos los shooters.
El resultado, como veis, es muy espectacular, especialmente si tenemos en cuenta la época. Eso, sumado al guión atrevido y a un gameplay a prueba de bombas hacen de Fear Effect un juego muy recomendable. Tuvo continuación en forma de precuela, y una tercera parte que nunca salió; y por fin ha llegado a la store europea de PSN, para quien no haya podido disfrutarlo en la época. Realmente, es un juego sorprendente, rompedor a las modas de su época y que merece la pena.
