Estás tan tranquilo echando la tarde en Twitter y de repente, bang, te viene algo de frente y apenas tienes tiempo a esquivarlo. A veces basta con un tuit somero, sin imágenes ni adornos; otras veces te trae un bonito gif con el que empezar a salivar. Sea como sea, esta guagua que me atropelló hablaba de una aventura psicológica de ciencia ficción, y parecía obvio que tenía que meterme a explorar esa movida: Still There. Rápidamente se me vino Moon a la cabeza, ese trabajador solitario en la base lunar mirando todos los días hacia el planeta Tierra mientras esperaba poder volver algún día, y, bueno, no va exactamente por ahí.
En el videojuego de GhostShark nos toca gestionar una suerte de “faro espacial” en medio de la nada. Un trabajo anodino, lleno de tareas repetitivas para hacer que los sistemas sigan funcionando, y de cuando en cuando alguna comunicación vía radio con otros navegantes para que no se pierdan en la inmensidad del espacio. Una soledad profunda y casi absoluta en medio del mar de estrellas, aderezada con algún momento de humor y la pulsante sensación de que ahí, en medio de la nada, hay alguna razón soterrada para que nuestro protagonista haya decidido aislarse así.En esa huida nos acompañará la malhablada IA de la nave, con la que tendremos alguna que otra conversación mientras tratamos de seguir eludiendo las emociones que asaltan a nuestro protagonista. Porque esto, en el fondo, también va a ser una exploración de la pena, la depresión y el dolor; y debajo de esas capas de tareas y humor sus creadores pretenden hacer un estudio de las emociones humanas.
Still There aparecerá en algún momento de este año y si sólo llega a ser la mitad de lo que promete, estaremos ante un petardazo. Veremos.Página Oficial