Allá por el año 2010, en mi primer trabajo de verdad, un gran amigo me habló de Bridge Builder y, como venía siendo habitual, cualquier excusa para “echarnos unos piques” era bien recibida en la oficina. Semanas después de simular estructuras y, claro está, de terminar de corroborar que el triángulo es una de las formas geométricas más estables, aprendí una lección muy importante en mi vida: lo mío no iba a ser fabricar puentes. Hoy día, en pleno año 2015 en Canarias ha llovido (más bien poquito), y en mi cabeza desde luego hay más canas (o menos pelo) pero, sin embargo, me dejaría cortar una mano para la siguiente verdad universal: lo mío sigue sin ser fabricar puentes.
Y pese a todo, la vida sigue su curso. Y el mundo del videojuego continúa dando muestras de que no es un mundo hecho únicamente para cuatro frikis, que el videojuego puede ser educativo y que se puede utilizar la gamificación para finalidades más allá de rebanar cabezas o de llenar de plomo a un montón de píxeles. Poly Bridge del estudio independiente neozelandés Dry Cactus es un ejemplo de ello: un simulador para construir puentes con una física realista cuyo objetivo es simple complicado como él solo, llevar todo tipo de vehículos de un lado a otro del escenario.
Desde luego, hay simuladores para todos los gustos y colores. Los que ya peinamos canitas hemos sido desde los mejores directores de hospitales del mundo (“¡Por favor, no vomiten en los pasillos!”) hasta los mejores gestores de parques de atracciones, pasando por bandas de gangsters, ingenieros de edificios y todo lo que se nos pueda ocurrir, pero ninguna tarea tan difícil y satisfactoria como conseguir que una guagua llena de escolares pase de una orilla a otra justo antes de que un barco de vapor haya atravesado el río por debajo de nuestro puente hidráulico.
Dicho lo dicho, queda claro que el público objetivo de Poly Bridge puede ser generalista, pero es un juego creado por y para ingenieros o gente que realmente entienda y sea capaz de asimilar la complejidad que supone construir un puente. Si eres capaz de superar ese obstáculo o sientes la suficiente curiosidad para saber si lo eres, entonces seguramente encuentres en Poly Bridge un juego atractivo.
Por contenidos que no sea, Poly Bridge cuenta con un modo campaña con más de sesenta niveles, un modo sandbox donde podemos construir puentes imposibles y luego colgarlos en internet para que la comunidad intente resolverlos y, por supuesto, con el aditivo de poder descargarte tú también los niveles que hayan creado los demás. Si lo comparamos con Bridge Builder está claro que Poly Bridge gana por goleada, ya que el primero es un simulador puro y duro con unos gráficos del siglo pasado y el segundo es un juego con una estética mejor cuidada, música relajante y muchas más opciones.
En el modo campaña comenzaremos con un tutorial que nos enseñará las mecánicas del juego, cómo funcionan los controles y los dos tipos de niveles que repetiremos posteriormente: uno donde el objetivo es construir un puente puro y duro (nunca mejor dicho) y otro tipo puzzle donde nuestro objetivo es hacer llegar a un vehículo de un lado a otro en las condiciones que indique el nivel actual (piezas limitadas, saltar por encima de un globo, etcétera). Cada nivel de construcción cuenta con un presupuesto limitado, por lo que en ningún momento podremos hacer lo que nos plazca y siempre deberemos tratar de construir el puente más eficiente posible. Para la construcción contamos con una rueda de materiales donde nos encontraremos madera, hierro, cuerdas, tubos hidráulicos, etcétera, todo ello adecuándose a los requisitos del nivel actual: construir un puente colgante, un puente levadizo, etcétera. Podemos simular el nivel tantas veces como queramos hasta que consigamos el objetivo: que pase un coche, un autobús, un coche y un barco de vapor de un lado a otro, etcétera.
Poly Bridge se encuentra todavía en Early Access en Steam a un precio de 11,99€ para Windows, Mac y Linux, pero no es el primer juego de este estudio indie, ni siquiera el primero de construcción de puentes (Paper Bridge para iOS), así que estos chicos saben lo que se hacen. Si tuviera que ponerle un pero (además de su pésima traducción al español, pero esa sugerencia ya se la he enviado por formulario dentro del propio juego) es que el botón deshacer te obliga a eliminar todo el puente paso a paso en lugar de una parte concreta, así que si te equivocaste en tu primera pieza, ¡zasca! A empezar de nuevo.
En resumidas cuentas, Poly Bridge es lo que es, un simulador de construcción de puentes orientado para quienes gusten del género y no busquen emociones muy fuertes. Todo un reto que hará que te salga humo por las orejas y que quizás hasta te haga replantearte si escogiste la profesión adecuada, pero no temas, ningún peatón resultará herido durante el rodaje de este videojuego.
Página web de Poly Bridge