“Papers, Please” nos sitúa en la frontera de la gloriosa nación de Arstotzkan en Noviembre del 82 como encargado de la revisión de documentación en la aduana. Algo que a priori parece poco cercano a la acción propia de los videojuegos se convierte en un proceso de alineamiento del trabajador muy curiosa.
Como toda persona normal tenemos unos gastos diarios que deben ser afrontados gracias a nuestra lucrativa labor. Como cabeza de familia se nos acumularán las responsabilidades. Al principio sólo haremos frente al pago del alquiler y la comida, pero conforme los días pasan nuestros hijos caerán enfermos y deberemos proveerles de medicamentos e incluso nos pueden cortar la calefacción.
A esto le añadimos el estrés que produce tener que atender a cada persona de manera individual y el estar atento a cada detalle, ya que dejar pasar a una persona por error puede suponer un ataque terrorista a nuestra amada patria, así como una multa que nos hará llevar menos dinero a casa.
Cada día la dirección marcará unas pautas a seguir, no muy complicadas al principio, pero muy imperceptibles conforme nos hacemos con el puesto. Cada visitante deberá presentar en la ventanilla su pasaporte, el cual daremos validez o no según cotejemos con otros datos, ya sea la fecha de expedición, el peso de la persona u otros documentos que deberán darnos.
A su vez de vez en cuando habrán sucesos aleatorios de los más disparatados e interesantes. Como ya he comentado algún que otro ataque terrorista que nos hará cerrar por completo el paso o personajes siniestros que nos proporcionarán nombres de personas a las cuales ayudar o detener.
Con este aire decadente de la década de los 80 de ciertas zonas del Este de Europa, una música militar maravillosa y unos gráficos pixelados con una paleta de colores grisácea “Papers, Please” es una apuesta diferente con mucho que ofrecer que busca vuestro apoyo en Steam Greenlight. Si queréis probar la versión beta de la que hablo la tenéis en la página web del desarrollador.