Paperbark: Verano y wombats

Paperbark

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Es curioso cómo todos nosotros siempre acabamos remontándonos al verano. ¿Cuántas obras serían capaces de citar sobre las correrías de un grupo de niños durante un verano que no parece que vaya a terminar? Imagino que un montonazo, y muchas de ellas sobre el clásico verano de los años 50, de los guionistas que en los 80 lo petaban contándonos parcelas de su infancia. Entiendo que para cada uno de nosotros el verano tiene algo mágico, algo de transición y de rito de iniciación para lo que será el curso siguiente. Se estira como un chicle y cuando parece que no vaya a acabar, se acaba. Imagino que para muchos de ustedes el verano tendrá que ver con el pueblo (esa construcción tan “peninsular”) y, evidentemente, para mí tiene que ver con la playa. ¿Y para los australianos, tan lejanos a nosotros? Con ese mundo de arbustos del que nos viene a hablar Paperbark.

El proyecto nació como trabajo de fin de curso de un grupo de estudiantes de videojuegos del Real Instituto de Tecnología de Melbourne, que creció para convertirse en un videojuego con entidad propia. Ahora llamados Paper House, lo que nos traen es una remembranza del verano australiano, de la experiencia de perderse en el bush, ese paisaje tan particular que tienen, y de lo que allí encontraban.Como han podido ver, en la ecuación del verano interminable de la infancia se ha colado una criatura maravillosa. Porque en Paperbark manejaremos a un wombat, ese marsupialillo que uno sueña con acariciar, paseando entre los arbustos, explorando, jugando y, en definitiva, recorriendo su mundo conocido. No hay mucho más que encontrar, salvo el homenaje a esos veranos y ecos a la literatura infantil australiana, que imagino que nosotros no pillaremos. Pero miren, wombats.

En teoría saldrá en breve para PC, Mac y sistemas iOs. No llegará con el calor, pero casi.Página Oficial

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