Hace poco más de un año nuestro Javier decía lo siguiente sobre Tangiers:Junta a William S. Burroughs, J.G. Ballard, David Lynch, Thief y un mundo distópico noir y sale Tangiers.Cuando lo leí imaginé un juego en el que un adolescente desencantado con la sociedad americana recorre el país a lomos de un caballo blanco alérgico al sol, acompañado por un inquietante enano que únicamente se comunica a base de cartas de poker. A Ballard fui incapaz de incluirlo en la ecuación. Lo siento. Afortunadamente el resultado poco tiene que ver con mi elaborado guión, y está más cerca de un film noir pasado por la licuadora de Dalí (personaje con forma de cassette incluido). Para explicarles el argumento, y si no les importa, vuelvo a tirar de mi querido compañero:El juego nos sitúa como un extraño que llega a un mundo más extraño aún (con un diseño artístico espectacular), con la misión de acabar con cinco personajes. Tu propia presencia, ajena a la realidad, la ha fracturado y las reglas normales no se aplican. El mundo se reconstruye interpretando cómo juegas, los edificios no respetan la gravedad y las propias palabras de sus habitantes se materializan físicamente. Por ejemplo, si un personaje habla sobre las ratas, podremos usar la palabra para convocar a un grupo de salvajes roedores. Por eso se aconseja quedarse en las sombras y evitar interactuar con el mundo, no sea que vaya a terminar de rajarse.Desde Andalusian (si, así se llaman los desarrolladores) siguen manteniendo el oscurantismo sobre la inclusión de las diferentes mecánicas anunciadas, por lo que de momento únicamente podemos quedarnos con su propuesta artística, que es tan arriesgada como atractiva. Se le espera para algún momento de 2014, y por aquí se lo contaremos.Tangiers
Nuevo (e inquietante) tráiler de Tangiers
