Los putos fans

Los putos fans 2

Llevamos asistiendo desde hace algo más de una semana a un espectáculo lamentable: los supuestos fans de Mass Effect haciendo piña y recaudando dinero para que Bioware cambie el final de Mass Effect 3. Incluso han llegado a denunciar a la compañía a la oficina del consumidor de Estados Unidos, por “no cumplir con lo que prometían”. ¿Estamos tontos o qué?

Partamos de la base de que aún no he jugado a Mass Effect 3 (llevo dos semanas esperando a que me llegue a casa), pero siendo el peor final de la historia…¿qué potestad tiene un fan de tu obra para pedirte que la modifiques? Es escalofriante pensar que ahí fuera hay gente que se piensa que tiene más autoridad sobre un contenido que su propio creador. Y más escalofriante resulta que se unan y hagan piña amparados en Internet para ejercer presión. En Nivel Oculto estamos empecinados en una idea: los videojuegos son arte. Y como manifestación artística y cultural que son, pertenecen a sus creadores. Al público puede gustarle más o menos, pero quien debe estar contento con lo que ha hecho es quien ha invertido su tiempo en hacerlo.

¿O es que acaso a alguien se le ocurriría decirle a Van Gogh que deje de pintar mierdas y haga castores fotorrealistas? ¿Vamos a acosar por teléfono, email y Twitter a nuestros escritores favoritos para que cambien el final de algún libro que no nos guste? ¿Bajo qué autoridad? Y sobre todo…¿con qué criterio? Estamos hablando de los mismos fans que se hinchaban a pedir en los foros de la compañía que curasen la enfermedad incurable de un personaje de la segunda parte, para que pudiera aparecer en la tercera. ¿Eso es criterio? ¿Criterio son las toneladas de fanfiction pajillero que infestan la red?

Además, hay que pensar que Internet es un pozo de odio. Por cada crítica negativa que se sube a la aldea global, hay 10, 100, 1000 personas que no dejan su opinión positiva, porque no les impulsa ese odio arrollador. ¿Son ese grupo de gente ruidosa todos los fans de Mass Effect? ¿Son los millones de consumidores que han comprado el juego? ¿O son sólo un grupo que monta escándalo y se arroga la condición de fan verdadero?

En este punto, requeriría algo de ingeniería social resolver el problema, pero con una explicación de que ese es el final planteado y que estás satisfecho con él, debería bastar. El problema es que desde Bioware han transigido. Hemos asistido estupefactos a las declaraciones de Ray Muzika, en las que dice que están satisfechos con el juego, pero que sacarán un contenido descargable para aclarar los vacíos e intentarán equilibrarlo con el final original y las sugerencias de los usuarios. Y de paso nos dice que habrá más títulos ambientados en el universo Mass Effect. Es de esperar que este DLC sea de pago, obviamente. (Ojito, que se predijo en esta santa casa en una viñeta “humorística” de Awesome-O)

Esto, además de una descomunal bajada de pantalones, es un resquicio abierto por el que a partir de ahora, todo grupo de enajenados puede colarse. ¿Asistiremos a una nueva era de lobby gamer capaz de pedir al creador que vaya cambiando sobre la marcha su juego? Si no me gusta un determinado secundario…¿pediré que lo quiten? ¿Que me cambien el estilo de juego porque me gusta más otro? ¿Que cambien algo tan íntimo como es el final de un juego?

A esto hay que sumarle el auge del crowdfunding. Los creadores quieren escapar de las garras de las grandes compañías y se han puesto en manos de los usuarios, que pueden financiar sus proyectos. Ahora imaginemos que no nos gusta Wasteland 2 y hemos puesto 1000€ para que lo hagan. ¿Vamos a asumir el papel de productores y mandar emails amenazantes para que cambien cosas? ¿Montaremos una petición online e iremos al defensor del consumidor? Estoy convencido de que con esta puerta que se ha abierto no tardará en pasar algo así con un título financiado gracias a Kickstarter, y entonces nos cargaremos Kickstarter también.

Y luego, ¿qué haremos? Porque este tipo de acciones matan la creatividad. Quizá al final nos quejemos de que los juegos no son arriesgados, de que todo son secuelas de secuelas y de que siempre los diseñadores se acogen a la misma narrativa. Evidentemente, con este tipo de intromisiones, a cualquiera se le quitan las ganas de salirse de los esquemas que venden.

Así que gracias, putos fans; muchas gracias.

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