Si algo hay que reconocer a microsoft es que tiene los tentáculos muy largos, o lo que es lo mismo, están en muchos ordenadores, y desde hace tiempo están en móviles y consolas. Poco a poco esto se ha ido consolidando, hasta formar lo que yo llamo un ecosistema, es decir, una forma de entender una aplicación o servicio basada en varios dispositivos o aplicaciones. En este caso hablamos de Xbox Live.
La llegada de la aplicación a iOS supone que podremos hacer nuestras gestiones relativas a perfil y a contactos desde el móvil. En Windows Phone podremos, entre otras cosas, ver el argumento de la película que estamos viendo en el móvil, además de poder controlar el dashboard… y lo que se les vaya ocurriendo.
El ecosistema está montado, nos han metido las consolas en el salón y se está haciendo una apuesta agresiva por kinect, ahora se amplia la experiencia en los móviles, y creo que están haciéndolo muy bien en todos los sentidos. Lo único que parece que tarda en llegar este planteamiento, ya hace tiempo que imagino poder manejar el marketplace o enviar un mensaje a un contacto con el móvil para quedar para jugar, por ejemplo y todo ello con integración con redes sociales.
Los ecosistemas son el futuro de las aplicaciones y servicios que consumimos en la nube, cada vez debe importarnos menos la plataforma, y más el contenido.