Dead Static Drive: Grand Theft Cthulhu

Dead Static Drive

La Norteamérica profunda continúa siendo ese lugar en el imaginario colectivo en el que dependiendo de los intereses de la propuesta puedes encontrarte una familia de caníbales en medio de un bosque (mainstream), recuperar la felicidad entendiendo que lo bueno de la vida no está en la gran ciudad (telefilme) o vivir la traumática experiencia de tener que cocinar metanfetaminas en una caravana mientras huyes de los matones que mataron a tu marido y sacas tu familia de tres hijos, uno de ellos algo rebelde, adelante (indie). En los tres casos, sobre todo en el segundo, queda claro que es una zona que da puto pánico, por lo que no es de extrañar que ahora que LO INDIE comienza a indagar más allá del pixel nos encontremos con propuestas como Dead Static Drive.

Poco, muy poco se sabe aún de Dead Static Drive, pero ha bastado este artículo en Kill Screen para que se dispare mi sentido indie y me suministre las dosis de hype de las que me alimento cada día. En él Mike Blackney desgrana algunas características del proyecto, como un sencillo argumento con una misión principal consistente en un viaje por carretera para reconectar con una familia de la que poco a poco nos hemos ido separando. Viajaremos entre ciudades en las que únicamente es necesario repostar y dormir, por lo que no parece que en principio la cosa resulte muy complicada. Este es un o de los puntos más interesantes del título, ya que Blackney destaca que en diferentes juegos de mundos abiertos como Oblivion, él, al igual que otros muchos jugadores, se encuentra más interesado por las misiones secundarias y el mundo que le rodea que por la grandilocuente misión principal.

Será por estos pueblos ausentes de la mirada de Dios en la que nos encontremos con el horror cósmico ideado para Dead Static Drive. La definición de Grand Theft Cthulhu no es gratuita, ya que en principio podemos realizar un montón de acciones asociadas al clásico de Rockstar, como robar coches o causar el terror sin razón aparente, aunque a eso hay que sumarle brujería, fantasmas o entidades ocultas al tiempo que esperan con sus tentáculos salir a la luz.

Visualmente Dead Static Drive resulta un espectáculo difícil de ignorar. Su estilo vintage está basado según el propio Blackney en los anuncios retro en los atlas de viajes y los posters de turismo, así como en la reinterpretación en clave vectorial que puede verse en los carteles de Mondo Posters. En cualquier caso no cabe duda de que han sabido captar la esencia de esa “otra Norteamérica” que tanto odiaba temía Lovecraft. El Innsmouth de nuestros días.

Hasta aquí lo que sabemos de Dead Static Drive por el momento. Imagino que pronto podemos ir viendo el primer tráiler, así que al igual que el horror cósmico que abita en lo más profundo del océano, esperaremos pacientemente hasta entonces.

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