Confesiones de un bloguero de mierda

Confesiones de un bloguero de mierda 2

Confesiones de un bloguero de mierda 1

Y echaron polvo sobre sus cabezas, y dieron voces, llorando y lamentando , diciendo: ¡Ay, ay de la gran ciudad, en la cual todos los que tenían naves en el mar se habían enriquecido de sus riquezas; pues en una hora ha sido desolada!”
(Apocalipsis 18, 2-19 )

 

No se si lo saben, pero el otro día “cerró” Megaupload. Quizá lo hayan notado por las revueltas callejeras, los perros aullando y los grupos de jóvenes desorientados gritando consignas en latín. No, no es que el JMJ haya vuelto, ojalá, con ellos bastaba nombrarles a Darwin para que desaparecieran. Esto es mucho peor. Estamos ante el inicio del fin, un terremoto de proporciones bíblicas que han desatado los impíos agentes de la CIA ante la humanidad, la cual asiste indefensa ante el apocalipsis que se nos avecina.

Como usuario habitual de este y otros servicios similares, asistí casi en tiempo real a su cierre por parte de las autoridades. Mi pareja se encontraba viendo un episodio de ‘True Blood‘ en V.O, subtitulado por unos amables seres humanos que sin ningún ánimo de lucro se dedican a destrozar la lengua de Shakespeare y la de Cervantes a partes iguales. Yo me encontraba en el otro ala de mi hogar intentando sacar alguna entrada adelante cuando sentí un tremendo escalofrío que me recorrió el cuerpo de abajo arriba y termino erizándome los pelillos de la nuca. Mi gato maulló de manera quejosa y corrió a esconderse bajo la cama mientras un silencio antinatural se adueñó del, hasta ese momento, mi confortable hogar. Durante unos instantes sólo escuchaba el descompasado latir de mi corazón acorralado por el colesterol, hasta que sin previo aviso, una voz me sacó de mi estado de pánico con una frase definitoria:

“Esto no va”

Al día siguiente no se hablaba en otra cosa. “Esto no va” se había convertido en un mantra colectivo que se había adueñado de la mitad de los hogares de este país olvidado por Dios, que había dado paso a la dura realidad. En el trabajo y en las tertulias de los bares presagiaban tiempos oscuros y bastaba con pararse a mirar a los ojos a todos aquellos personajes anónimos con los que nos habíamos cruzado durante años, sin pensar que tendríamos nada en común, para entender que ellos estaban pasando el mismo calvario.

Las horas que siguieron no fueron mejores. Poco a poco se iban conociendo más noticias acerca de las detenciones de los responsables de Megaupload y la cosa pintaba mal. “No tienen derecho” decían unos, “es culpa de la ley ‘SOPA‘” gritaban otros, mientras la visión de un futuro sin más capítulos de ‘Anatomía de Grey‘ sepultaba su estado de ánimo hasta convertirlo en una masa bulbosa de caracter ignominioso. Yo por mi parte aún me encontraba en estado de shock, y apenas recuerdo las horas posteriores sino como una bruma. Poco a poco fui recobrando la compostura y decidí comentar la noticia con algunos de mis compañeros de trabajo. En realidad no creía que eso fuese a servir de mucho, pero siempre resulta reconfortante la compañía durante el duelo.

Tras esto me puse a pensar en las razones de mi enfado con respecto al cierre de Megaupload. En primer lugar llegué a la conclusión de que me habían quitado la única manera que tenía de acceder a ciertas series y películas sin necesidad de acudir a festivales de cine. Después caí en la cuenta de que yo pagaba religiosamente mi cuenta de Megaupload, por lo que el sentimiento de estafa estaba crecía en mi interior. Me cerraban un servicio por el cual yo pagaba dentro de la legalidad, lo que de alguna manera me deja como un tipo que financia a delincuentes. Por último comprendí que lo que más me jodía era la ausencia de alternativas. Yo quiero pagar por un servicio, en serio, ¡tomad mi dinero! Sólo exijo a cambio que me respeten como un usuario del año 2012. Ya saben, una tarifa plana de contenidos de calidad (al menos en series, de las películas podemos hablarlo luego) en el que pueda elegir ver el contenido doblado o en V.O con unos buenos subtítulos en castellano (me valdría incluso sólo en V.O, para ahorrar costes), con todo el contenido disponible en streaming y a 1080p (con posibilidad de elegir la calidad del formato) y sin necesidad de tener que comprar ningún aparato que afee aún más mi salón. Pedirle mi número de tarjeta a la gente de Spotify o Steam porque si me dais esto a un precio razonable seré vuestro para siempre.

Al día siguiente me desperté con la placidez habitual que se manifiesta cuando uno empieza a ser consciente de que es Sábado y no ha de enfrentarse a esa cosa tan poco dignificante como es trabajar. Me levanté despacio, puesto que aún era pronto y no quería despertar a mi pareja. Los gatos se desperezaban mientras caminaba por la cocina en busca del sempiterno café. Un minuto después la Nexpresso había hecho su trabajo y yo disfrutaba del aroma de un Ristretto con dos gotas de leche. Llené el cacharro del agua de los gatos, cogí el café, el smarphone y el material para liarme un cigarro y me senté plácidamente en la mesa de la cocina con la confianza de que al abrir los periódicos virtuales, estos me informarían de que todo iba mejor en el mundo que el día anterior. Nada más lejos de la realidad.

Lo primero que pasó por la pantalla de mi dispositivo fue el 20 Minutos, que va el primero de una lista alfabética, con una noticia en portada donde se podía leer este titular:

Iván Ferreiro: “Se debería exigir a los proveedores de Internet que paguen los derechos de autor”

Mi dedo no pudo resistirse y casi sin pensar me encontraba leyendo la noticia, que consistía en una entrevista donde Ivan Ferreiro realizaba, entre otras, estas declaraciones:

“Todo lo de Megaupload, iTunes, Spotify, Youtube… se lo llevaTelefónica, que cobra cuarenta euros por persona” por conexión mensual de internet, “y estamos ‘puteando’ a un pavo que descarga cosas”, cuando la respuesta debería ser exigirles a los proveedores que paguen los derechos de autor y que pudiera haber más músicos empleados.

Tras leer un par de veces la entrevista entera me pareció que Ferreiro no había estado acertado con sus declaraciones, y que había confundido velocidad y tocino, o usuario con ladrón, como quieran verlo. Sinceramente me extrañó, puesto que hablamos de uno de los pocos tipos en la industria musical española al que respeto y que, además, se atrevió a publicar su álbum “Mentiroso, mentiroso” directamente en su web para su descarga allá por el 2008 (su edición física era una maravilla en formato comic que también merecía ser comprada). Así que quizá por condescencia, porque el tipo me cae bien o porque creo que todo el mundo tiene derecho a equivocarse me dispuse a leer los comentarios de la noticia, esperando una guerra entre defensores y detractores de sus declaraciones. No fue así. Lo que me encontré fue una parodia de la propia parodia que representa @masaenfurecida en twitter. He aquí unos ejemplos:

“Algunos por cantar mal, quieren vivir como reyes y eso no puede ser. No todos sois Lady Gaga, Michael Jackson…”

“quien carajo es este???? , todo esto es una cortine de humo, por pirateria no lo meten a la carcel, por evasion de impuesto puede que si, medio internet ha sacado sus contenidos de la nube.”

“Os habeis dado cuenta que los que más salen en defensa de los derechos de autor son cantantes desconocidos o mediocres?? tipo Ramoncín, el perroflauta este y Teddy Bautista por decir algunos… sabeis por qué? porque no venden un puto disco y quieren vivir a base de subvenciones tocándose las pelotas…”

“Vamos a ver, pedazo de idiota, si yo pago un canon digital, me descargue o no . Tengo derecho a descargarme lo que me dé la gana, ¡¡¡ POR QUE YA LO HE PAGADO, PEDAZO TARUGO !!!!.
Aquí el problema es que quereis que paguemo dos veces por lo mismo. Como en las pelicúlas, primero les dan MI dinero de los impuestos en subvenciones, y después me quieren cobrar un huevo por las entradas.”

“ACDC, U2, RED HOT…….Llenando estadios, el que vale vale y el que no a cobrar derechos de autos y mierdas por el estilo para poder vivir sin tener ni puta idea y sin dar ni chapa.”

“alguien conocia de antes a este tipo?”

“este muerto de hambre quien es?? otro que chupa del bote de la sgae y canon??”

Bueno, creo que con esto se harán una idea del tono general. Evidentemente no se puede extrapolar este pensar al resto de la población pero no deja de ser sorprendente que los que ensalzan la voz pidiendo la cabeza de Ferreiro ni siquiera le conozcan. Esto da que pensar, es decir, no estamos hablando del cantante de un desconocido grupo indie que únicamente canta en euskera y que está triunfando en Islandia. Puede que no sea el cantante más mainstream del mercado pero me parece destacable que “los defensores de la música enfurecidos” tengan tan poco bagaje musical. Ojo, con esto no digo que tengan que ser fans de Ivan Ferreiro, pero yo conoco a ‘La Oreja de Van Gogh’, ‘Amaral’ o ‘El Canto del Loco’ aunque me parezcan una puta mierda. Incluso seguramente alguna vez haya tarareado alguna canción de alguno de ellos. No va por ahí. Es la sensación imperante del “todo gratis”, del “todo vale cuando yo lo he pagado antes” (también reciben subvenciones las eléctricas y no por ello te niegas a pagar), el “que se lo gane en los conciertos” cuando habría que ver a cuantos conciertos va esta gente. Algunos incluso ponen a Lady Gaga o ACDC (activistas reconocidos en contra de internet y que ni siquiera están en Spotify, al igual que Metallica u Oasis, por poner unos ejemplos) como ejemplos de “gente que se lo curra”.

No estoy de acuerdo con las declaraciones de Ivan Ferreiro porque creo que carecen de sentido, además, en el caso de que en algún momento se le cargase algún tipo de canon a las operadoras terminaría repercutiendo directamente en los usuarios. Tampoco estoy de acuerdo con “el todo gratis”. No se puede pretender disfrutar del ocio (de cierto ocio, ahí están los parques, museos, exposiciones, actividades culturales al aire libre…) sin ningún tipo de coste. Esta actitud lo único que consigue es levantar un muro entre el usuario y la industria en la que ambos se ven como enemigos irreconciliables. Hay que exigirle un esfuerzo a la industria para adaptar su propuesta a la realidad (las descargas no se van a acabar porque se cierre Megaupload), pero es obligación del usuario el valorar esas propuestas y, en el caso de que la relacción producto-calidad-precio alcance una alta puntuación, comenzar a consumirlas. Me parece estupendo que se castigue a la industria su inmovilidad y la falta de propuestas pero en el caso de una rectificación por su parte (que aún está por ver) hay que mostrarse receptivos.

Me encontraba absortos en estos pensamientos cuando me percaté de que alguien me estaba hablando. Mi señora se había despertado y me preguntaba si me encontraba bien, puesto que según ella llevaba un rato con los ojos perdidos mascullando insultos para mis adentros. Le estuve contando todo lo que había pasado por mi cabeza y mi enfado por la posición inmovilista de ambas partes. Ella me cogió la mano y mirándome fijamente a los ojos dijo:

“La gente es gilipollas. Asúmelo y las pocas sorpresas que te lleves con alguien te harán tremendamente feliz. Ahora levanta el culo que tenemos que ir al Mercadona”

 

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