Análisis
Desmontamos lo que jugamos.
Artículo Al Azar
Rayman Origins se presentó durante el E3 del 2010 como un juego descargable. Donde se anunció que trabajaban en el título nada más que cinco personas con el creador del personaje, Michel Ancel, así como de obras tan reconocidas y queridas como Beyond Good & Evil. El título no mostró demasiado interés, por no decir nulo. Algo injusto visto lo visto, pero totalmente justificable si tenemos en cuenta los últimos títulos creados de Rayman, con esos dichosos conejos repelentes en dos recopilatorios de mini juegos que habían sentenciado a muerte a nuestro querido y entrañable personaje. Michel Ancel tenía la tarea de volver a encumbrar a su criatura a lo más alto. Qué mejor idea que traerlo a sus orígenes.
Por aquí ya habíamos dicho que el maravilloso Tony Hawk pro Skater 2 iba a salir para iPhone, en aquél...
Como siempre, llegamos pronto a todo. (Ojo, que hablamos del Heart of the Swarm también)
Reperfection nos llamó la atención hace algún tiempo por lo curioso de su propuesta: encarnar a un padre de familia (Ben Freeman) que pierde a su mujer en un accidente de coche y tiene una segunda oportunidad para evitarlo. Sumado a este planteamiento había una puesta en escena que emparejaba un estilo de cómic con temática noir, dotándole de un atractivo que nos ha obligado a jugarlo. Ahora, nuestro veredicto.
Al principio sólo nos fijamos en ella. Lara Croft llegó para quedarse, y para cambiar algo. La primera gran heroína de los videojuegos (con permiso de Samus) nos recordó que el erotismo y la sensualidad también podían formar parte de esta industria, sobre todo teniendo en cuenta lo buenos que resultaron como recursos comerciales. Y esto fue así hasta tal punto que se nos olvidó que debajo de todo aquello había un videojuego.