Ayer mismo os hablaba mi compañero Twinsen de lo constante que se está volviendo encontrar a creadores de productos “grandes”, gente que ha participado en títulos AAA, acercarse al crowdfunding y Lo Indie™, cuando nos traía The Flame in the Flood. Ahora toca hablar de The Black Glove y volvemos a lo mismo: un equipo formado por uno de los guionistas de Bioshock Infinite (y su DLC Burial at Sea) y varios de sus ex-compañeros de la difunta Irrational Games.
Y es comprensible que tengan que lanzarse a esta aventura solicitando financiación colectiva, porque The Black Glove luce extraño, hipnótico e inquietante, pero también muy original.
En el juego adoptamos (en primera persona) el papel de director de un teatro irreal, en el que el tiempo y el espacio juguetean entre ellos y se mueven de manera extraña: The Equinox. En él nos encargaremos de devolver la inspiración a sus tres artistas residentes, un trío de capa caída formado por una artista, un cinesta y un conjunto musical. ¿Cómo? Usando el místico “guante negro”, que sólo estará disponible cuando superemos determinados juegos de habilidad y azar. Si tenemos éxito se nos dará la posibilidad de manipular el medio, el mensaje o la musa del artista, consiguiendo con cada combinación distintas posibilidades que pueden traducirse en pop art en la artista, en un giro musical extraño en el grupo…incluso las combinaciones fallidas pueden dar lugar a eventos interesantes.
Atentos al vídeo:
Se nota a la legua la influencia art nouveau de los Bioshock, pero también me recuerda poderosamente a un cruce entre la Cabaña Negra de Twin Peaks y la mecánica de Psychonauts (o The Novelist, por eso de influenciar a los habitantes de un lugar).
Sobre todo me parece interesante la posibilidad de probar cosas y ver sus permutaciones. ¿Podremos crear algo digno del hipster más exigente, algo que ni siquiera él conociera y de lo que no pueda abjurar porque le gusta a demasiada gente? Os reto a conseguirlo, pero para eso el juego primero tiene que convertirse en realidad.
Por 20$ se lo llevarán a casa cuando salga, y me da la sensación de que acabará llegando a su meta.