Saltarse las reglas básicas de la realidad parece algo exclusivo de las pesadillas y el surrealismo. En los videojuegos pocas veces se practica el desprecio hacia las constantes básicas de nuestra realidad, quizá debido a su inherente condición matemática o a la necesidad de que el jugador entienda que al realizar la acción A obtiene el premio B. ‘Antichamber‘ apuesta por todo lo contrario, por joder al jugador y destrozar su sentido de la lógica a base de romper las reglas más elementales.
Los premios conseguidos hasta ahora y su fuerte componente artístico son de momento la carta de presentación de ‘Antichamber’. Personalmente el título me atrae mucho, pero me queda la duda de si habrán sabido encontrar el equilibrio para que la ausencia de reglas termine convirtiéndose en una regla más que podamos comprender. Los jugadores no llevamos demasiado bien que nos engañen en el gameplay, aunque no rechistamos ante el sinsentido argumental. Veremos.