La llamada cuarta pared, esa que barrera que separa al jugador del personaje que está manejando ha sido derribada en tantas ocasiones que es complicado recordar todos los ejemplos. Como ocurre en estos casos hay títulos maravillosos que consiguen que seas participe de la acción de manera fluida y te sientas engañado o atrapado en la trama que se está viviendo en la pantalla.Ultraworld es un intento en este sentido que no lo consigue en ningún momento. De hecho, que a los pocos instantes de comenzar te digan que “todo es real, no es un videojuego” no ayuda.Un poco más de sutilezaSomos un ser desconocido y desconcertado en un universo paralelo en el que todo es colorido, el agua fluye por todas partes y somos incapaces de realizar ninguna acción, salvo la de movernos de manera torpe por un escenario preciosista. Dos caminos, uno hacia un gran estanque que nos bloquea el paso y a nuestra espalda un vasto mundo dominado por una imagen, ahora lejana, de algo que parece ser una estatua. A paso lento y no dejando escapar ningún detalle de lo que nos rodea nos acercamos a ese monumento, que no debería estar ahí, pero que modifica la realidad de este universo cuadriculado. No podemos hacer nada, seguimos hasta alcanzar la cima de una montaña, no sin antes habernos caído en repetidas ocasiones por sus bordes poco estables.Allí, coronando ese terreno abrupto, una cabeza flotante, salida de la nada, nos trasmitirá su mensaje, ese que nos perseguirá como una maldición en este entorno brillante. Sus primeras palabras cara a cara y no siendo sólo un suspiro lejano traído por el viento. No eres nada para él y lo eres todo. Necesita que probemos nuestras intenciones, busquemos unas piezas, que parecen muy importantes, para que nos desvele nuestra existencia.¿Es la razón por la que estamos aquí?
¿Somos sus títeres?
¿Ratones de laboratorio en una prisión sin salida?
Con cada una de estas piezas se nos muestran localizaciones distintas, un chispazo de lo que parece un universo infinito, inabarcable, hermoso. Una vez logramos todas estas piezas, nuestro cuerpo se estremece al pensar que otros territorios vamos a visitar, de que eventos sobrenaturales seremos testigos. Y en ese instante en el que los colores del terreno y los pequeños hilos de luz se mezclan creando imágenes hermosas, la frase que define a Ultraworld es lanzada TODO ES REAL, NO ES UN VIDEOJUEGO.Todo comienza y acaba en pocos minutos. Además de que todo lo relatado anteriormente ha sido a base de aburrimiento, ya que tu sentimiento delante de la pantalla es de un quiero y no puedo, un engaño al comprador y un ejemplo de como no hacer las cosas.
Pero el despropósito es aún mayor. ¿Cómo pretenden que te sientas inmerso en una “aventura” cuando estás en un juego roto? Sus creadores han usado el magnífico CryEngine, algo que es de agradecer por las grandes posibilidades que este motor aporta a los que lo usan, pero por desgracia en el proceso han olvidado la estabilidad. No estamos ante un portento gráfico, es un entorno limitado, simple y colorista que hubiera tenido cabida con otros entornos como Unity, más estables.Si unimos a que exige para moverse unos recursos absurdamente elevados, lo habitual será que nos tire al escritorio de vez en cuando, con lo que perderemos lo que hayamos avanzado. Pensaríamos que la clave son las opciones gráficas, pero estas son casi inexistentes y no demuestran en ningún momento la elevada carga que necesita para moverse.
Y es que Ultraworld pretende ser un todo y se queda en nada. Como veis aún no he hablado de la jugabilidad, ya que no existe. Es un corre, ve y diles en el que nos moveremos de un lado a otro, cogiendo triángulos, cuadrados o visitando ciertos espacios limitados para después entablar diálogos vacíos con una cabeza flotante. Hay decenas de juegos gratuitos creados por aficionados que tienen mucho más valor que este intento de arte dentro del videojuego.
Quizás todos estos palos no se los hubiera dado en otra época, tanto personal como de la industria, pero considero que en el 2015 no se puede plantear algo tan manido y descuidado al jugador. Nuestro tiempo es valioso y perder las pocas horas de diversión que tenemos en algo que pretende ser enorme intelectualmente planteado para niños pequeños es para destacarlo y darle los palos necesarios.Pero seguro que este juego es para otro tipo de público. Ese que es optimista, lo consigue mover con fluidez (con su equipo recién comprado para GTA V), no tiene epilepsia, carece de conocimientos previos de otros medios en los que se rompa la cuarta pared y le gusta pasear por tramos cortos atado de pies y manos. A ese jugador le decimos que Ultraworld es tu sueño hecho realidad.