Algo que siempre ha sido difícil de alcanzar en cualquier campo de la vida es la sencillez sin perder un ápice de funcionalidad. No es raro intentar demostrar la calidad de “algo” a base de retoques, accesorios y adornos varios, los cuales pierden su valor cuando algo sencillo y puro consigue llegar al mismo objetivo que los anteriores. Por otro lado también están los que intentan alcanzar esta perfección simple pero se quedan en el camino ya que en ese proceso de simplificación se suele centrar nada más que en la estética y dejan de lado toda actividad o función que pretendían solventar con estos diseños.
Thomas Was Alone es un juego que pretende con lo mínimo posible (cuadrados, rombos y poco más) que sintamos emociones como la amistad, la envía, el amor, la soledad y tantas otras además de divertirnos, con todos estos objetivos en mente, es un juego muy ambicioso y todo apuntaba a que iba a caer en el saco de los que por hacer algo simplemente bello iban a olvidarse de que un juego se crea para divertir y emocionar al jugador, por suerte, estaba equivocado y puedo decir que es una de las experiencias “videojueguiles” más completas que he disfrutado estos años, por lo que de antemano digo ya que es un recomendado y que lo que viene a continuación es sólo por qué opino que debe estar en este selecto club.
Lo que llama más la atención al jugar Thomas Was Alone es la sencillez con la que presenta su apartado visual, cuando estés jugando olvídate de los últimos efectos de partículas y de texturas de alta resolución. Lo único que tendrás son las 2D más planas y los colores más sencillos que puedas imaginar. Esta simpleza afecta también a los personajes y escenarios del juego que son sólo cuadrados, rectángulos y otras formas de líneas rectas, lo único que rompe un poco esta estética tan lineal es la presencia de agua (forma indefinida) en algunas fases.
Esta simpleza visual es aprovechada para crear los rompecabezas que presenta cada escenario y poner así a prueba nuestra habilidad manejando al grupo de personajes que nos toque en cada pantalla. Esto está pensado así ya que cada uno de ellos, debido a su forma rectangular y color, tienen habilidades distintas, por ejemplo uno de ellos salta mucho, otra tiene salto doble, una flota en el agua, otro va a revés de todo el mundo, etc. Si se combinan correctamente estas habilidades la resolución de los niveles es posible.
Llegar a querer a unos rectángulos de colores tiene su merito, reconozcamoslo
A parte de lo útil que es cada habilidad, estas definen el carácter de cada uno de los distintos personajes con los que jugamos, dándoles bastante personalidad. Lo curioso es que los personajes no hablan y esta forma de comportarse nos es narrada a lo largo de los niveles por una voz en off, la cual con cierto humor nos va presentado los anhelos, problemas y otras cosas que pasan por la cabeza de nuestras fichas de tetris saltarinas. El resultado es que estos polígonos de colores producen más empatía que muchos personajes de juegos triple A con millones de polígonos y detalles al milímetro, algo que considero difícil de alcanzar y que aquí han conseguido ¡es que al final coges cariño a toda esta tropa de rectángulos de colorines!
Su banda sonora puede ser una de las mejores del mundo del videojuego
Algo que también ayuda a que adores a estos paralelogramos es la música, genial banda sonora que se gasta este título indie, bastante emotiva que mezcla sonidos electrónicos con violines, pianos y otros instrumentos clásicos y al igual que con el aspecto visual, todos los temas son sencillos, de pocas notas, formados por repeticiones de patrones con algunas variaciones y ritmo lento. Es verdad que no soy un melómano y de música no entiendo pero lo que ha conseguido David Housen es lo mismo que BSO de renombre como las de las películas Amelie, Origen (Inception) o Blade Runner y es que una vez las escuches nunca las vas a olvidar.
Siempre que hay algo bueno, como es el caso de este Thomas Was Alone, hay algún pero que no lo hace perfecto y en este caso es la duración y la repetividad. Es verdad que el juego tiene niveles diferentes y todos los personajes poseen habilidades distintas pero la mecánica es la misma y en algunos momentos puede cansar, además si coges con ganas este juego es muy probable que te lo pases en dos tardes exceptuando que te atasques en algún nivel en concreto. Aun así estos puntos negativos no son excusa para no jugarlo y tengo que decir que junto a Walking Dead (la aventura gráfica) han sido una de las alegrías jugables que me ha dado este 2013.
RECOMENDADO y punto.