Análisis: Splinter Cell Conviction

Análisis: Splinter Cell Conviction 2

Mucho ha llovido desde que vimos las primeras imágenesde este Splinter Cell Conviction. Un Sam Fisher con barba y pinta perroflautera abrigo, repartiendo estopa en una cafetería y huyendo de su pasado. Se habló en su día de cambios trascendentales en la mecánica del título. Sam podría utilizar los objetos del escenario como arma, los enfrentamientos serían barriobajeros y tendría que buscarse la vida sin todos esos modernillos gadgets a los que nos tenía acostumbrados.  Tras esa información nada mas por parte de Ubisoft, al menos hasta el último E3, donde los chicos de Montreal mostraban el lavado de cara que había realizado al lavado de cara anterior.

Veamos como les ha quedado el lifting.

El título nos sitúa tres años después de lo sucedido en Double Agent. Fisher ha abandonado Third Echelon y se encuentra Malta tras la pista del tipo que atropelló a su hija. Todo comienza con una misteriosa llamada en la que alguien le advierte a Sam que no está tan oculto como pensaba y que alguien quiere cargárselo. A partir de ahí tendrá que enfrentarse a su pasado si quiere conseguir la verdad. Sam es ahora un tipo con ansias de venganza, que ya no se rige por ningún tipo de código militar que no sea el suyo. Eso si, esto es un producto made in Tom Clancy, así que por muy dolido que esté Sam con Third Echelon, con el mundo o con el gobierno, sigue creyendo en algo por encima detodo. En su país.

Splinter Cell Conviction se presenta como un juego moderno, con todo lo que eso conlleva. Contiene todos los elementos que se han puesto de moda en esta generación y cada uno de ellos está realizado con acierto y mucha clase. También contiene todos los elementos de esta generación que hace que los hardcore gamers se tiren de los pelos. Es con diferencia el título mas accesible de la saga, y muchos de los elementos, antaño complejos, se han automatizado. Encontramos elementos característicos de la saga, como la infiltración o la dependencia de la oscuridad para pasar desapercibidos. Pero cambiamos el papel de un tipo de operaciones especiales sigiloso y meticuloso por una suerte de Jason Bourne/Jack Bauer que vale para todo.

La mecánica de las misiones sigue siendo la habitual, pero con estos retoques añadidos. Deberemos cumplir varios objetivos en un orden preestablecido pero quitando un par de ocasiones, el sigilo será solo una opción mas. Sam es ahora una jodida máquina de matar. Debido a que en las anteriores entregas trabajábamos para el gobierno, estábamos obligados a una serie de reglas éticas. Al menos en alguna de las misiones. Ahora las reglas, durante el 90% del título las ponemos nosotros. Todo lo referente a la ejecución de enemigos se ha mejorado notablemente, incorporando como comentaba al principio, elementos propios de esta generación. El sistema de apuntado ha mejorado notablemente, así como el de coberturas, que bebe de la base de Gears of War (como todos) pero de una manera mas automatizada. Esto no quiere decir que el sigilo haya perdido importancia. Sigue ahí, y para mí ha sido altamente satisfactorio utilizarlo cuando he creido conveniente. Simplemente es otra opción más. A este respecto, los que hayan jugado al resto de títulos echarán en falta cosas como poder arrastrar los cadáveres a la oscuridad para que no sean detectados. Creo que el gameplay presentado en esta entrega no invita a este tipo de acciones, por lo que me parece lo mas lógico haber eliminado esta opción.

La habilidad mas polémica incorporada es, sin duda, la de “Marcar y ejecutar”. Si conseguimos acabar con un enemigo con nuestras manos de manera silenciosa se activará esta habilidad, que consiste en poder seleccionar varios objetivos (depende del arma que tengamos) y ejecutarlos de manera automática. Es cierto que en momentos difíciles esta habilidad nos saca de mas de un apuro, pero también es cierto que es opcional. Así que depende del jugador utilizarla o no. En cualquier caso es, como el resto de las acciones que podemos llevar a cabo, altamente satisfactoria. Es aquí donde creo que recae el mayor acierto de este Splinter Cell Conviction. Manejar a Sam es una delicia. El control es muy fluido y todas las acciones que podemos realizar se pueden encadenar con un poco de práctica. De esta manera, cuando llegamos a dominar los distintos elementos podemos alcanzar cuotas altísimas de satisfacción y sobre todo, de diversión. Ejecutar a un enemigo con un tiro en la cabeza, salir corriendo saltando un parapeto y pasar deslizándonos por debajo de otro para acabar cubriéndonos tras una caja y llegar a tiempo para ejecutar a otro enemigo antes de que descubra el cadáver de su colega, todo ello de una manera intuitiva y con un control solido como una roca,  hará que disfrutemos de lo lindo con esta nueva versión del agente.

Mención a parte merecen los interrogatorios. En ciertos momentos necesitaremos interrogar a personajes concretos para poder sonsacarles cierto tipo de información necesaria. En interrogatorio en sí no tiene ninguna complejidad. Para sacar la información solo habrá que pulsar un botón. La gracia está en que el entorno que nos rodea en ese momento servirá para ayudarle a recordar al interrogado. De esta manera si acercamos al pobre desgraciado a una mesa, Sam la aprovechará para golpear su cabeza y aclararle las ideas. Lo mismo ocurre con una televisión, un cristal…etc. Aquí es donde el agente Fisher se desata, dando muestras de una violencia completamente personal, basada en su venganza.

El apartado técnico del juego es tan robusto como el resto de los elementos que lo conforman. Yo lo he jugado en PC, por lo que no se que tal lucirá en consolas, pero desde luego en esta plataforma no se le puede reprochar nada. Hace uso de todos los efectos habituales y tanto el motor como las animaciones cumplen sobradamente su cometido. Es cierto que los primeros títulos de esta saga solían dar un salto cualitativo con respecto a sus contemporáneos y en este caso no es así. Destacar la dirección artística, con elementos realmente interesantes. Tantos los recuerdos de Fisher, sus pensamientos e incluso las indicaciones de las misiones se integran con el escenario proyectándose en las paredes. Esto refuerza aún mas la inmersión y aporta otro elemento que veremos si llega a convertirse en característico de la serie.

Por si la campaña individual se os queda corta (en torno a siete horas) la experiencia multijugador se ha reforzado notablemente. Disponemos de un modo Campaña Cooperativa que es casi otro juego en sí mismo, donde se retoma la vertiente mas clásica de la saga mezclada con las novedades. Evidentemente no posee un argumento excesivamente elaborado ni giros de guión pero la combinación de dos splinters vs todo dios ofrece una experiencia realmente divertida. También disponemos de una modalidad llamada Operaciones secretas y se recuperan distintos modos online ya vistos, pero adaptados a la mecánica de esta entrega.

Splinter Cell Conviction supone para este servidor la revitalización de una saga que corría el serio peligro de volverse endogámica. Puede que los cambios no gusten a todos pero desde luego encajan perfectamente con lo que este título nos quiere ofrecer. Si a esto le sumamos una realización soberbia, con un hilo narrativo que mezcla flashbacks y flashforwards tan de moda en estos tiempos y el reencuentro con uno de los personajes mejor tratados por los desarrolladores, como es Sam Fisher, creo que podemos decir que estamos ante uno de los mejores títulos de la saga.

Salir de la versión móvil