Análisis: Silence of the Sleep

Silence of the Sleep
Análisis: Silence of the Sleep 1
Fecha de lanzamiento
1 octubre, 2014
AUTOR
Jesse Makkonen
EDITOR
Jesse Makkonen
PLATAFORMAS
PC

Cuando terminaron los créditos de Boyhood y las luces del cine se encendieron supe que acababa de ver algo único, seguramente irrepetible, y que la película de Richard Linklater se iba a hartar de recibir premios. Posteriormente, en las sempiternas cañas-post-cine la conversación derivó entre los méritos reales de la película y los méritos adyacentes ¿La valoraríamos igual si no estuviera rodada cronológicamente durante 12 años? “Claro que no”, dije, “por supuesto que no”, afirmé. “No puedes separar una obra de sus circustancias”, postulé. “No debería ser así”, me dijeron, “no debería ser necesario conocer las circustancias de la obra porque esta ha de poder hablar por si misma”, argumentaron. Realmente yo estaba de acuerdo con aquella afirmación, una obra debería ser autosofuciente sin necesidad de saber más de ella, pero también creo que conocer los entresijos de la misma pueden reforzarla. No es la primera vez que cuestiono este tema en esta casa, y a día de hoy sigo sin tener una respuesta clara. Sólo sé que un finlandes de 25 años llamado Jesse Makkonen ha creado sin prácticamente ayuda un título tan estimulante como Silence of the Sleep, y eso ha de saberse.

Al igual que le ocurre a la mayoría de las etiquetas, la de survival horror se nos quedó corta hace tiempo. Hablamos de un género con una evolución muy particular, pues es de los pocos que ha sido capaz de mimetizarse sin problemas con muchos otros. Podemos encontrar trazas de survival-horror dentro de algunos arcades, por supuesto en aventuras, FPSs o aventuras gráficas. El objetivo de inquietar o dar miedo se lleva bien con todos los géneros y debido a esto hemos asistido a una explosión de la etiqueta en los últimos tiempos.

Silence of the Sleep no esconde sus referencias argumentales. La sombra de Silent Hill planea sobre el primer minuto de juego en el que se nos coloca en la piel de Jacob Reeves, un tipo al que conocemos en el momento de su suicidio. Sin embargo lo que debería ser el final se convierte en el principio de una aventura de redención que nos llevará por lugares que no por conocidos, resultan menos atrayentes. Makkonen ha creado un oscuro y enrevesado guión en el que ha ido mezclando ideas y conceptos derivados de varios clásicos del género con desigual fortuna, entre los que sin duda destaca un magnífico trabajo de arte.

El uso de personajes sombreados no es nada nuevo desde que Limbo hizo acto de presencia (no fue el primero en hacerlo, pero si el primero en otorgarle un significado más allá del estético) y la utilización que hace Makkonen de este recurso es más que acertado. La mezcla de siluetas con un diseño de escenarios detallado refleja perfectamente el estado de ánimo del personaje. Estos escenarios por su parte se mueven entre el lujo, la decadencia y el terror sin que ninguno de ellos sobresalga sobre los demás. Buena parte de este logro vuelven a ser las referencias del autor, entre las que destacaría Twin Peaks en particular y la obra de David Lynch en general, algo que irá más allá del estilismo y que también se ve reflejado en la figura del “guía”.

Argumentalmente se puede contar muy poco de Silence of the Sleep si se quiere disfrutar del juego, por lo que simplemente diré que el suicidio no ha sido el final para Jacob Reeves, y que entender qué hace nuestro personaje en este extraño mundo y las razones que nos llevaron a él será el objetivo principal del título. Para ello Makkonen nos prepara un tour de force psicológico algo tramposo que recoge mecánicas de aquí y de allá para otorgar al conjunto un aspecto tan extraño como el mundo que representa.

Esencialmente Silence of the Sleep es una aventura gráfica que huye de la definición de aventura gráfica. Tiene los elementos característicos de esta, como la interacción con diferentes personajes, la posibilidad de elegir preguntas y respuestas, inventario o variados rompecabezas. Sin embargo parece que el autor no se conformaba con los estándares del género y decidió ir recogiendo mecánicas de aquí y de allá con diferente fortuna. Para empezar tenemos enemigos, enemigos muy cabrones e indestructubles por cierto, de los que sólo se puede huir y que acabarán con nosotros decenas de veces mientras intentamos resolver algún puzle. La primera aparición de estos enemigos es ciertamente inmejorable, con una escena que firmaría el mejor Silent Hill y una elección de sonidos que aún tengo clavados en la espina dorsal. El problema viene en apariciones posteriores, cuando se trata de incluir una mecánica ratón-gato dentro de la resulición de rompecabezas, cosa que acaba por desquiciar al más pintado.

El uso de otros elementos ajenos al estandar de aventura gráfica como los minijuegos tampoco aportan demasiado, aunque son ciertamente impactantes y su uso es bastante limitado. También destaca cierta ambigüedad en algunas decisiones. Por ejemplo, una vez hacen aparición los enemigos se nos permite observar por las mirillas de las puertas si se encuentran al otro lado. Posteriormente se elimina esta opción pero se añade poder escuchar a través de ellas y más adelante esta opción también es descartada para incluir una mecánica en la que es Jacob el que mira y nos va indicando la presencia o no de un enemigo sin que nosotros podamos verlo. Da la sensación de que puesto que se le ocurrieron las tres formas de afrontar un problema decidió incluirlas todas sin un mayor criterio que “porque puedo” y esto es algo que se repite con varios elementos de la interfaz.

En cuanto a los diferentes puzles estamos ante uno de los elementos más sólidos del conjunto. A pesar de que son exigentes ninguno carece de lógica por lo que su resolución es satisfactoria. En una ocasión me pesó un error de la interfaz que no marcaba un elemento como “usable”, pero fue una excepción. La historia avanza por derroteros conocidos pero sin escatimar en sorpresas y se agradece el hecho de que el personaje no sea imbécil. Tras el desconcierto inicial Jacob Reeves irá tomando consciencia de la situación en la que se encuentra sin negar lo evidente: Todo esto no pinta nada bien.

Resulta curioso que Silence of the Sleep triunfe en los apartados donde más difícil lo tenía (diseño y trama) y no alcance nota suficiente en los elementos añadidos. A pesar de esto y de un ritmo algo errático que sin embargo termina encajando con la pesadilla a la que está sometido el protagonista, el primer juego de Jesse Makkonen desprende caracter y ejerce una fascinación en el jugador, que al menos a mi me ha mantenido completamente enganchado hasta finalizarlo. No es perfecto, y seguramente si estuviera realizado por un equipo de diez personas las exigencias serían mayores, pero lo ha hecho un único tipo de tan solo 25 años. Pueden olvidar este dato, pero si les atraen las atmósferas malsanas y están dispuestos a dejar pasar algún que otro error no deberían dejar pasar Silence of the Sleep.

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