Análisis: Mass Effect 3

Análisis: Mass Effect 3 4

Allá por el 2007 Microsoft y Bioware nos presentaron a Shepard y parte de su tripulación en una aventura que pretendía ser trilogía desde el principio, la cosa salió muy bien y después de 5 años y un cambio a EA , podemos decir que en este año 2012 hemos podido ver acabar la mejor (en mi opinión) saga de esta generación. Ahora toca repasar las experiencias vividas en la última entrega y comentar sus aciertos y errores.

El primer cambio importante que uno puede ver al jugar este juego es la espectacularidad con la que se narra casi la totalidad del argumento, mostrando en pantalla bastantes momentos épicos como si fuese una producción de Hollywood, esto junto a la mejora gráfica que ha tenido el juego con respecto a la anterior entrega hace que te quedes con una cara de idiota continuamente, en resumidas cuentas su puesta en escena es asombrosa. Estas situaciones no salen gratis y se nota el trabajo del equipo para conseguir este resultado, la variedad de situaciones a las que estas expuesto es muy amplia y la forma en la que estan presentadas, incluso las misiones secundarias, hacen que uno sólo quiera jugar más para ver cual es el siguiente gran momento del juego.

Se puede decir que en este título el argumento es crítico y sin hacer spoilers sólo puedo decir que se nota bastante las opciones que has ido tomando a lo largo de todos los juegos, por lo que es muy probable que lo que juegues en este juego otra persona lo haya vivido de otra forma, eso sí no te esperes un arco argumental totalmente distinto, eso a día de hoy es una utopía por mucho que algunos les moleste. En él se retoma el contacto con casi todos los personajes jugables y secundarios de toda la saga, a algunos se les ha dado más importancia que a otros y eso puede molestar si alguno de los que tienen menos protagonismo en esta entrega era tu favorito. La primera pega que veo aquí es que después de tener un equipo de doce miembros jugables en este sólo manejamos a siete, se echa de menos jugar con alguno de ellos en tu equipo.

Además tres de los personajes de Mass Effect 3 son nuevos (uno encima por DLC) por lo que uno se pregunta qué hacen aquí y que qué van a aportar a la saga. Lo bueno es que no son personajes vacíos y que los han integrado bien en el argumento (aunque Vega me cae mal). Puede que hacer seleccionables a todos los anteriores sea una locura argumental y una pesadilla jugable, pero al menor vuelves a compartir aventuras con ellos y se agradece; aunque uno esperaba poder manejar a alguno aunque fuera temporalmente. Lo que sí ha mejorado bastante son las relaciones con ciertos personajes no jugables algunos teniendo bastante historia que contar e incluso algunos de ellos son posibles romances. También uno puede echar de menos algún que otro enemigo como los robots y recolectores de Mass Effect 2.

En cuanto a la toma de decisiones sigue siendo igual que anteriores entregas, está la opción de parangón, la rebelde y a veces la neutra. Se ha recuperado del primer juego las preguntas “aclaratorias”, es decir en las que Shepard pregunta por qué debería tomar una u otra decisión, opción que en el segundo no abundaba demasiado. En este título también tenemos las decisiones por acto reflejo, siendo más abundantes  que en la anterior entrega y con resultados bastante diferentes de si las llevas a cabo o no.

Dejando el argumento de lado, ya que uno puede estar escribiendo sin fin sobre él y más si uno se pone a juzgarlo, pasamos al campo jugable. En esta materia el juego sigue mezclando elementos de acción y de rol aunque puedes pasar totalmente de esto último en las batallas y jugarlo como si de un shooter se tratase, algo que a mi no me hace mucha gracia y más siendo infiltrado aunque tengo que reconocer que el juego así es más excitante sobretodo si uno tiene en cuenta la mejora de la inteligencia artificial de tus compañeros de equipo y enemigos, los cuales ahora saben flanquear, crear distracciones y construir defensas.

Una de las mayores quejas de ME2 es que el rol desapareció y que las opciones y poderes eran muy pocos en comparación con la primera parte, es verdad que en esta última entrega puedes pasar olímpicamente del rol y dejarlo en automático, pero si te gusta el rol puedes elegir poderes, ramificaciones, armaduras y editar tus armas con mejoras que afectan al peso, precisión, daño y otros parámetros nunca antes vistos en esta saga, por lo que todos contentos: los que quieren acción tiene más acción, coberturas y combates cuerpo a cuerpo y los que quieren rol tienen opciones para aburrir, incluso el traje con que equipes a tus aliados les da ventajas en unas u otras áreas. Chapó para Bioware en este aspecto aunque el control no funciona tan bien si le das al multijugador, modo de juego correcto y divertido pero que no es ninguna mega-maravilla.

En este punto puedo dar por acabado el análisis normal y corriente que hubiera hecho cualquier otro medio ahora toca darle algo de magia y explicar porque este juego es una autentica experiencia que todo fan de Mass Effect debe juagar pese a toda crítica.

Es verdad que habrá fallos de guión y que la gente está como loca por ello, más viendo la discusiones que hay sobre el final del juego incluso aquí en Nivel Oculto (donde podéis alzar vuestras antorchas y despellejarnos vivos), pero por mucha rabieta que la gente tenga, nadie puede negar el increíble argumento, trabajo y cierre de las tramas que se han ido arrastrando a lo largo de los anteriores juegos. Además como comentaba antes, se nota un montón tu interacción con otros personajes, si estos sobrevivieron o no y que mantengan las relaciones amorosas es muy interesante para el desarrollo de algunas misiones e incluso las han ampliado a más opciones, teniendo la valentía de meter personajes humanos homoxesuales/bisexuales creibles, que ya era hora de que un juego tuviese las agallas de tratar este tema como algo natural, demostrando así en nuestro hobby algo de madurez.

A su vez el juego es bonito, extenso y duradero. Las expresiones de los personajes y unos paisajes más vivos que nunca, llenos de habitantes y conversaciones que explican como es el día a día en este mundo ficticio, hacen que te quedes embobado observando el ambiente creado, llegando a perder horas y horas entre misiones con tal de empaparte de todo el contexto y ver la evolución de los distintos lugares en el transcurso de la historia.

Otra sensación que me ha transmitido este juego es la de tensión, continuamente estas estresado por los hechos, por lo que tus aliados piden para darte su ayuda, porque cada cosa que arreglas en la galaxia te abre otros dos problemas más, es increible el agobio que uno puede llegar a sentir con los hechos que narra el juego y cuando se llega a los momentos épicos de la trama, uno llega a suspirar de alivio, gritar de emoción, o quedarse con cara de sorpresa al no esperarse para nada que una situación acabase de esa manera.

Lo que más alabo de este juego es que haya sido atrevido, que haya sabido tratar temas que son bastante rocambolescos a día de hoy y que dejen al jugador elegir qué hacer respecto a ellos. A partir de aquí no se me ocurre nada más que decir sin spoilear nada y sin spoilers creo que no puede deferlo de las críticas que le están cayendo continuamente, primero por sus personajes gays y luego por su final o cierre de tramas. Sólo se que con las reacciones mostradas la gente sigue siendo muy intolerante y que a la mayoría de publico le gusta que todo este mascadito y no dejar nada a la imaginación. Aún así también soy algo partidario de los que creen que este no es el final y que harán como en ME2 cuyo auténtico final es el DLC “La llegada” perdiendo en mi opinión carisma por ello y aumentando así mi odio a EA y al que se le ocurrió la magnifica idea de cobrar por las actualizaciones de un juego. Pese a toda controversia este juego es un recomendado como dios manda.

Keelah se’lai

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