Análisis: Guns, Gore & Cannoli

Análisis: Guns, Gore & Cannoli 2

Trata de imaginar un concepto de juego completamente único y novedoso. Un título tan poco convencional que solo los belgas Crazy Monkey Studio se atrevieron a realizar. Abre tu mente para lo que será muy posiblemente la experiencia que todos los estudios quieran plagiar en el futuro. Porque eso es lo que vas a conseguir con Guns, Gore & Cannoli, un grandioso juego de… ¿zombies?

Un momento, ¿es esto otro juego de zombies? ¿No hay suficientes? Por amor del cielo, si tenemos Dying Light, Left for Dead, Dead Island, The Last of Us, Day Z, Deadrising y prácticamente todos los juegos en Early Access creados con Unity. ¿De verdad era necesario hacer otro juego de zombies?

Por supuesto que sí¿Que te creías que iba a poner a caer de un guindo a un juego tan simpático como Guns, Gore & Cannoli? Y es que este título no es tanto un juego de zombies, sino un juego que incluye zombies. Puede parecer una distinción estúpida, pero hay un abismo entre ambas.Un juego de zombies es aquel en el que todo el argumento gira en torno a los zombies. Las mecánicas y la narrativa se ven condicionada por la eventualidad de que los muertos hayan decidido levantarse a picar algo. En The Last of Us todo está encaminado a mostrar la cara más amarga del ser humano cuando la civilización desaparece y se impone la ley de la supervivencia más propia de los animales, así los zombies parecen animales con rabia. Y así en todos los títulos de zombies del mercado.

Pero en Guns, Gore & Cannoli los zombies están porque esto es un videojuego, y que haya zombies es casi una condición. Es decir, que los zombies no hacen girar la trama. Son obstáculos en nuestro camino, pero bien podrían haber puesto alienígenas, robots o cualquier otra cosa que se les pasara por la cabeza y el juego sería exactamente el mismo.

Y entonces ¿de qué va Guns, Gore & Cannoli? Pues de hacernos reír y pasar un buen rato. Ni más ni menos. No es un juego que quiera reinventar la rueda ni señalar una cuestión social controvertida. Y creo que es precisamente eso lo que me ha enamorado en este juego. Una estética bonita y trabajada con una historia muy divertida y con giros dramáticos y hasta algo forzados de la historia.

Es un juego que no busca que se lo tomen en serio. Es un título que no busca conmover a su audiencia.Es un juego que busca la diversión pura. Algo que paradójicamente es cada vez más difícil de encontrar en el sector indie, donde parece que cada lanzamiento tiene que aportar una mirada profunda sobre una cuestión de amplio calado social. Este título es entretenimiento puro, y eso es algo que en Crazy Monkey Studios han conseguido hacer muy bien.

Pero, ¿quieres explicarme ya a qué viene tanto rollo?Durante las aproximadamente 4 horas (siendo algo generoso) que dura el juego, podremos atravesar un apocalipsis zombie en los años de la ley seca en Estados Unidos, encarnando a un sicario de la mafia italiana que a pesar de llegar a la ciudad en estas condiciones decide que va a cumplir su contrato cueste lo que cueste.Así, la trama avanza en un delicioso y muy trabajado diseño en 2D con una estética tipo cómic muy lograda. Los chistes y referencias al cine de mafiosos son constantes, y logran crear una experiencia corta pero intensa. Además, el diseño del juego está muy cuidado con detalles como tan tontos como sustituir los típicos botiquines por cannoli, un postre italiano que da nombre al juego.

Estamos ante un juego que se ha desarrollado con todos los clichés del medio, y no a pesar de ellos. Una decisión muy inteligente ya que en vez de dedicar sus esfuerzos a crear mecánicas nuevas han dotado a un esquema clásico de una gran personalidad, lo que hace destacar este título sobre todos los demás shooters en scroll lateral. Es un soplo de aire fresco en un momento en el que todos los juegos meten zombies para hacer parecer que su juego es más profundo, o porque programar la inteligencia artificial de un zombie es más asequible que la de un enemigo capaz de hacer algo más que atacar en hordas.

Aunque bien es cierto, que el juego tiene algunas pegas. Para empezar la duración es algo corta, aunque el ritmo de juego es muy adecuado y no nos quedamos con ganas de vivir una experiencia más larga sino de compartirla con amigos. Algo que está implementado de un modo un tanto pobre, ya que en vez de permitir juego cooperativo online, han decidido hacer un cooperativo local clásico. Algo que siempre está bien, pero en un juego de ordenador donde nos piden que compartamos dos personas  de las hasta 4 que se pueden unir un mismo teclado puede llevarnos a pensar por qué no decidieron permitirnos jugar a través de internet como todos los juegos modernos.

Derivado de este multijugador se aprecia que la curva de dificultad a veces sufre momentos muy acusados. Es decir, ciertos momentos pasan a ser terriblemente complicados, ya que la combinación de teclas por defecto no permite una gran agilidad con los controles y muchos momentos se resuelven mediante oleadas muy grandes en espacios muy reducidos.

Aunque en definitiva, el juego es muy bueno. A la luz del precio que tiene (9,99€ en Steam) y contando que durante este verano será lanzado en consolas, hacen de este título una opción muy interesante para dedicarle una tarde de domingo en el que uno mira su estantería repleta de juegos pero ninguno le ofrece aliciente suficiente para encender la consola.

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