Análisis: Donkey Kong Country Returns

Análisis: Donkey Kong Country Returns 7

Cualquier aficionado en el género de las plataformas puede estar contento con los frutos que ha dado el género durante el último año, sobre todo para la consola de sobremesa de Nintendo. En efecto, este último año, Wii ha lucido un catalogo encomiable, variado y de intachable calidad, sobre todo en los plataformas. Si hace un año nos sorprendió con New Super Mario Bross, este año asistimos anonadados como se podía superar con creces una gran idea que parecía inmejorable con Super Mario Galaxy 2, demostrándonos que pese a que estemos ante un género que ya ha dado enormes frutos, todavía no ha dicho la última palabra.

No sólo de estos títulos ha vivido el género este año. No se puede olvidar la sorpresa que ha supuesto Sonic Colours, el nuevo Kirby (que llegará en Europa en apenas un mes y medio) y el título que nos ocupa, Donkey Kong Country Returns, que supone una reinterpretación de la trilogía clásica del gorila que triunfó hace ahora unos 15 años en Super Nintendo de la mano de la legendaria Rare. Pese a que la joya de la corona del 2010 fuera Super Mario Galaxy 2, Donkey Kong Country Returns se perfila como una opción igual de jugosa, sin optar por la misma premisa que la del fontanero, pese a tratarse del mismo género, aportando su grano de arena consiguiendo sorprendernos y maravillarnos.

La labor de devolver el trono de la selva al simio de Nintendo no podía haber caído en mejores manos, y es que Retro Studios, que fueron los responsables de revivir la saga Metroid con los Prime, aquí vuelven a demostrar su tacto y su enorme capacidad en retomar sagas de enorme peso y relevancia del sector con resultados espectaculares.

Son muchos los aspectos que llaman la atención de la nueva obra de Retro Studios durante su primera toma de contacto, en especial para todos aquellos que ya lleven enfrascados en el sector de los videojuegos hace ya años, y aún más si se han tenido la oportunidad de vivir o al menos probar lo que supuso la trilogía de Donkey Kong para Super Nintendo. En un movimiento que se ha buscado la mayor fidelidad y respeto hacia Rare, no podemos olvidar que el título no deja de ser como una reinterpretación del simio de Nintendo, con todo lo que ello supone  comporta.

Poco ha cambiado o se ha modificado, Donkey Kong Country Returns sigue disponiendo del brillante colorido y unos escenarios muy vistosos, con una remasterización de aquellas antológicas melodías de antaño y manteniéndose fiel a sus orígenes, ofreciéndonos un plataformas de scroll lateral en 2D pero ahora con escenarios totalmente en 3D dejando atrás los punteros gráficos prerrenderizados tan impresionantes y vanguardistas de los 90 para adaptar a nuestro gorila a nuestros tiempos.

Otro aspecto a destacar, y quizá el más reclamado y el que convierte el título de Retro Studios en una máquina del tiempo hacia los 90 es su nivel de exigencia. Quizá no sea tan exigente como lo fuera su trilogía, que incluso se debían superar varios niveles para poder guardar, pero una cosa está clara: Donkey Kong es un título difícil, donde volveremos a sentir como nunca antes esa sensación de disfrute y frustración al ver cómo nos vamos quedando sin vidas a un ritmo que asusta. Hacía tiempo, pero que mucho tiempo que no tenía ganas de estampar el mando contra el televisor ante las numerosas veces que perdía contra algún jefe o no lograba algún salto entre otros de los desquiciantes retos que nos desafía este Donkey Kong Country. Del mismo modo que no sentía ese grado de satisfacción y auto superación cuando superaba una fase que se me resistía. Ya sólo por eso merece la pena adquirir este soberbio título, puesto que nos rencuentra ante un conjunto de sensaciones muy contrastadas que parecía que nunca más volveríamos a verlas cogidas de la mano.

Como pura señal de respeto y de pura fidelidad a la trilogía de Rare, Retro Studios ha mantenido la misma base jugable que la de los títulos anteriores, sin aportar nada que se pueda considerar fresco o substancioso, al menos para aquellos que hayan disfrutado de la obra clásica, pero del mismo modo que pueda ser un dato un tanto reprochable, también es algo comprensible, y muy digno de alabar el grado de fidelidad así como la variedad de niveles que nos ofrece.

La premisa es muy similar a anteriores plataformas que hayamos podido disfrutar en Wii, pero como era de esperar, con la firma de la saga. Durante su desarrollo, deberemos recorrer ocho escenarios bien diferenciados, cada uno dividido en unos siete niveles, con su respectivo jefe final para que Donkey y Diddy Kong puedan devolver el equilibrio a su isla, que se ha visto invadida por una serie de extraños tótems que se han agenciado con todos los plátanos y han hipnotizado a todas las especies animales de la isla, típico argumento de la casa Nintendo, cuyas únicas pretensiones son las de ofrecer una excusa divertida y alegre para poder controlar a su insustituible gorila. Evidentemente, aquel que busque profundidad argumental en este tipo de títulos es que va muy perdido.

Cada uno de los escenarios, nos mete en localizaciones de diferente y diversa índole, ofreciendo siempre colorido y variedad, pues llegaremos a recorrer entornos puramente selváticos, hasta playas, fábricas mohosas, minas e incluso un volcán, por citar algunos, dándonos siempre la sensación de estar recorriendo lugares distintos. Lo bueno no termina aquí, pues cada uno de los niveles que conforman cada escenario son muy diferentes entre sí, pues podemos estar de un momento a otro saltando por rocas que se derrumban, ir encima de unos barriles propulsados, ir de una zona a otra evitando que las olas del mar nos embistan, huir de un ejército de arañas, haciendo saltos milimétricos en las sobradamente conocidas fases sobre las vagonetas, saltar de liana en liana, ir a lomos de un rinoceronte… No hay dos fases iguales y pese a que en ciertos momentos repitamos todos estos conceptos jugables, Retro Studios se las ha ingeniado por ofrecernos siempre situaciones nuevas (y progresivamente más complicadas, cómo no) sin que haya cabida para la monotonía pero sí para la sorpresa y lo inesperado.

Durante todo el juego, únicamente controlaremos a Donkey Kong. El papel de Diddy Kong queda relegado en segundo plano pero no por ello deja de ser importante. Pues si nos hacemos con los barriles donde se oculta, conseguiremos ventajas de lo más jugosas. Una de ellas es la posibilidad de utilizar el Jet-Pack de Diddy, con el que nos será mucho más fácil calcular los saltos así como planear. De hecho, en ciertas ocasiones, el uso del Jet-Pack de Donkey Kong es imprescindible para superar algunos de los desafíos con los que nos cruzaremos. Otra ventaja muy bien recibida es el incremento de los corazones de vida, pues si sólo disponemos de nuestro enorme gorila, únicamente podremos recibir dos impactos, mientras que con Diddy se incrementan a cuatro haciendo el avance mucho más ameno y equilibrado.

Otra novedad notoria es la opción de comprar una serie de objetos al abuelo Cranky Kong a cambio de monedas que iremos consiguiendo a medida que avancemos. Los objetos que podemos adquirir, aparte de algunos globos, que siempre han sido el modo de representar las vidas, son ciertas herramientas que nos pueden sacarnos en más de un apuro o ayudarnos en alguna fase que se nos resiste. Podremos comprar un corazón extra, que nos brinda la oportunidad de recibir un impacto más, un zumo de plátano que nos hace invulnerables hasta recibir diez toques e incluso un loro que nos ayude a encontrar los diversos secretos que pululan en cada fase. Sin embargo, también se mantiene otras señas de identidad de la saga que siguen presentes en cada uno de los niveles que recorreremos, alargando considerablemente su duración.

Donkey Kong Country Returns es un título altamente rejugable, pues en cada una de las fases estarán escondidos diversos objetos que nos servirán para desbloquear nuevos extras. Uno de ellos son las letras que conforman la palabra “Kong”, que siempre aparecieron en los anteriores títulos, así como también varias piezas de puzle y eso sin contar las fases bonus ocultas que hay en los diversos niveles y por no hablar de algunos check points que nos encontraremos en cada nivel (normalmente un par) y que nos darán la oportunidad de usar la Súper Guía (ya implementada en New Super Mario Bross y Super Mario Galaxy 2) al perder numerosas visas sin conseguir avanzar de un punto en concreto, pese a que si la activamos, no obtendremos los objetos que Donkey Kong recoja.

Recolectar las letras Kong, así como las piezas puzle, servirá para desbloquear extras como una galería de arte y otra musical, así como también otorgarnos la oportunidad de rejugar todos los niveles en modo espejo, por si no tuviéramos suficiente en superarlos en contrarreloj. Otro de los elementos que no podían faltar son los plátanos, pues recogiendo 100 obtendremos un globo (una vida) más, así como las monedas que nos servirán para comprar más vidas o los objetos de ayuda ya mencionados. Otro dato a tener muy en cuenta es que en cada mundo hay un nivel que siempre estará bloqueado. Se desbloquea únicamente adquiriendo la llave de ese mundo, que se le compra a Cranky Kong a cambio de veinte monedas. Si se completan dichos niveles con todas las letras Kong accederemos a un escenario inédito al final del juego.

Toca hablar de algunas particularidades del título de Retro Studios, pues se nos da la oportunidad de jugar toda la aventura en cooperativo, haciendo que el segundo jugador adopte el papel de Diddy. El hecho de contar con la ayuda de un compañero cambia un poco la dinámica del juego. Por una parte, es más asequible y algo más divertido y desenfadado. Pero del mismo modo en que el juego se torna algo más fácil, aunque hay una mayor posibilidad de perder vida debido a la volatilidad y descontrol de las desafiantes situaciones. Quizá este título no haya sido el más indicado en añadirle un modo cooperativo, no porque eno esté bien implementado, sino porque se aleja gradualmente de la experiencia que supone jugarlo en solitario, pues no deja de ser un título pensado para un único jugador.

Otro aspecto un tanto reprochable es su control, que promete gran controversia. Se nos permite el uso del Wii Mote y del Nunchuck o prescindir de éste último y usar en Wii Mote en posición horizontal como ya hemos visto en títulos como en Metroid Other M o en New Super Mario Bross. Aunque en ambos casos, el control está bien implementado, se echa de menos la posibilidad de usar un mando clásico o uno de Game Cube, y más teniendo en cuenta que algunas acciones que requieren agitar el mando pueden llegar a ser realmente agotadoras a largo plazo. No es este el único tirón de orejas a Retro Studios con el control, pues es evidente que no siempre responde lo bien que deseemos, y no porque sea un juego difícil o debido a nuestra torpeza como jugadores. Sencillamente el juego no siempre responde a nuestras acciones, o tarda más de lo que debería, haciéndonos perder alguna que otra vida de más por un control que no ha terminado por estar totalmente pulido. Y es que es fácil frustrarse con acciones que tardan demasiado en hacerse, como el agacharse, hecho que contemplaremos muy a menudo en las fases con vagonetas.

Como ya se ha mencionado más arriba, Donkey Kong Country Returns es un juego que entra por los ojos gracias al rico colorido de sus escenarios así como su enorme variedad. No cabe la menor duda de que estamos ante uno de los mejores apartado técnicos que nos ha brindado Wii, donde también hay que mencionar el magnífico trabajo efectuado en los modelos de los personajes y en especial de Donkey Kong, que han hecho un trabajo de física sobresaliente al emular increíblemente bien el peso del gorila. Cabría destacar algunos niveles cuyo nivel artístico es pura poesía, que son aquellos que debido a que nos sitúan en un atardecer con su respectiva puesta de sol o en la oscuridad de alguna fábrica mohosa, solo se nos permitirá ver a Kong y al resto de elementos que conforman el nivel en forma de siluetas.

Si el paso a las 3D le han sentado de maravilla al colorido mundo de Donkey Kong, lo mismo se podría decir de la remasterización de sus temas musicales más emblemáticos, que han sido totalmente actualizados de forma magnífica junto con la incorporación de unos nuevos. No sólo estamos ante una brillante y desenfada banda sonora, sino que además se nos antoja de lo más variada.

Quizá un tanto ensombrecido por lo que ha supuesto Super Mario Galaxy 2, Donkey Kong no debe verse como sólo un gran título pero que no está a la altura de la obra de Nintendo Lead. Pues pese a compartir género, ambos juegos lo abarcan de formas muy distintas y de forma soberbia. Donkey Kong Country Returns busca revitalizar su saga de origen, sin renegar de sus orígenes, ofreciéndonos un plataformas clásico de scroll lateral pero con la incorporación de las 3D acorde a los tiempos que corren trayendo un clásico a la actualidad, pero conservando todo aquello que le hizo destacar como su desquiciante y adictiva dificultad, que será motivo para que muchos le hinquen el diente como para otros que prefieran probar alternativas más asequibles. No únicamente es variado y nos ofrece numerosas sorpresas a lo largo de su desarrollo, sino que apuesta por un componente muy alto de rejugabilidad, mayor incluso que su adversario más directo a la hora de recolectar objetos, y todo ello con un sabor de la vieja escuela tan frustrante como satisfactorio a la larga, convirtiéndose en un diamante en bruto para los más nostálgicos y en una pieza importante para que los más neófitos descubran lo que era la esencia de un plataformas de la época y el nivel de dedicación y de habilidad que se le requería debido a su exigencia. Tendremos ganas de lanzar la consola por la ventana en ciertos momentos, pero su adictividad, y la satisfacción que aparece una vez superada aquella fase que tanto se nos resistía no tiene precio. Es una experiencia que todo el mundo debería por lo menos probar.

Donkey Kong Country Returns no es meramente una mirada hacia los clásicos, sino que éste ya es también un clásico instantáneo y nos demuestra por enésima vez el talento, la dedicación y la atención que imponen los artistas de Retro Studios imprimen en sus obras. Nintendo posee en su haber una mina de oro de la que yo, por lo menos, nunca dudaré de su buen hacer.

Lo Mejor: Su colorido diseño artístico. Variedad de niveles para quitarse el sombrero y muy rejugables. Es el mejor plataformas 2D que podemos encontrar en Wii. Es fiel a sus orígenes, los nostálgicos sabrán apreciarlo en todas sus facetas. Dificultad de la vieja escuela…

Lo Peor: …Que puede que a muchos les eche para atrás. Imposibilidad de jugarlo con mando clásico. El control no siempre responde como debería, causando aún más frustración.

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