Análisis: DLC’s de Fallout 3

Análisis: DLC's de Fallout 3 2

Como ya sabréis, hace ya bastante tiempo que anda en la calle la edición “Juego del Año” del maravilloso Fallout 3, por lo que hablar de contenido descargable estaría casi de más si aún no hemos comprado el juego, porque vendrá todo de serie en esa edición.

Pero como en Nivel Oculto nos gusta repasar de cuando en cuando cosas que ocurrieron hace tiempo, y así rellenar noticias, he pensado que no estaría de más comentar brevemente de qué va cada expansión, por si hay alguien que no las tenga y quiera saber a qué se expone.

Así que, sin más, vamos a ello, por orden cronológico.

Operation: Anchorage

El primer contenido descargable aparecido es, probablemente (y junto con el último), el peor de todos. En este caso, se nos propone introducirnos en una simulación de lo que fue la guerra de Alaska entre los Estados Unidos y los malvados nazis comunistas chinos, previa a la hecatombe nuclear. Una manera ideal de aprender algo de historia sobre el extraño planeta Tierra en el que transcurre la saga Fallout.

Lo que en un primer momento no es mala idea, acaba por verse lastrado por dos graves errores: la escasísima duración (2 horas, como mucho) y un desarrollo pasillero en extremo, nada relacionado con el gameplay original. Podría argumentarse que esto le da algo de variedad al juego, introduciendo nuevas dinámicas, y quizá sea razón, pero no es de recibo vender una secundaria de tal duración. Como cosas positivas podría destacarse el cambio de ambientación, del desolado Yermo a la helada Alaska (con nuevo mapa incluido), y una serie de armas y armaduras a las que tenemos acceso al terminar la misión, que son de las mejores del juego.

Vamos, que a día de hoy no pagaría por ella y sólo quedaría recomendada para los fans obsesivos que lo quieren todo (por ejemplo, los 4 logros que trae).

The Pitt

Empezamos con las cosas serias. Con The Pitt se añade un nuevo área al mapa, más allá del Yermo, la antigua ciudad de Pittsburg. En este caso, toparemos con un lugar que tiene la mayoría de sus edificios intactos, ya que, al parecer, ninguna bomba detonó cerca, aunque sí que se contaminaron sus ríos, generando nuevas enfermedades y mutaciones (y enemigos a los que enfrentarnos).

De nuevo, hay un cambio significativo de ambientación, pasando de los tonos terrosos y el cielo azulado a los rojos y negros de la ciudad industrial. A nivel jugable se asemeja más a Fallout 3, teniendo una misión principal (de unas 4 horas en total) que podremos resolver de varias maneras distintas (y varios finales) y añadiendo una enorme área en la siderúrgica que podremos explorar para encontrar barras de metal (que podremos usar intercambiar por objetos). Además, nos desplazaremos muchísimo en vertical, subiendo y bajando escaleras, dándole realmente un sabor distinto a la zona en la que estamos.

También habrá nuevas armas para la ocasión, y una curiosa trama para la misión principal, que aún teniendo algunas partes muy típicas, cumple. Y ojo al diseño de algunos lugares de The Pitt, porque realmente se han tomado la molestia en darle personalidad propia.

Broken Steel

Una expansión que es recomendable instalar incluso antes de jugar. ¿Por qué? Porque sube el tope de nivel de 20 a 30, y hay mucha gente que, incluso sin jugar a los añadidos, a base de hacer secundarias se quedaba en ese límite y no podía subir más. Sólo eso, ya es una buena noticia, aunque es lógico que no es algo por lo que pagar. A esos nuevos niveles hay que añadirles nuevos “extras” muy útiles.

Además, Broken Steel continúa Fallout 3 desde su final, añadiendo unas 5 horas de contenido a modo de epílogo y alguna que otra misión secundaria más. Personalmente, no estoy demasiado de acuerdo con lo de añadir historia a un final más que decente, pero siempre se agradecen más horas de juego y la posibilidad de continuar con nuestro personaje para hacer todas las secundarias que se nos quedaron en el tintero. Tendremos nuevos lugares dentro del Yermo (algunos ya los veíamos en el juego principal pero no podíamos acceder) y una nueva zona con nuevo mapa, además de nuevos enemigos para los niveles más altos y una espectacular arma definitiva.

Quizá, lo más llamativo sea que al continuar desde el final del juego, se respeta el destino que hayamos reservado para el Yermo, dándonos, por ejemplo, la posibilidad de beber agua sin radiación en las inmediaciones de “Proyecto Pureza”. Además, se ha grabado una enorme cantidad de diálogos y hasta nuevas pistas de radio, haciendo referencia a lo que hagamos en las misiones de la trama del DLC. Quizá a nivel de gameplay y trama esté por debajo de The Pitt y Point Lookout, pero sus añadidos y la posibilidad de continuar jugando hacen que forme con éstas el triunvirato de buenos DLC’s de Fallout 3.

Point Lookout

La joya de la corona. De nuevo tenemos otra zona a explorar (la mayor de todas las que ofrecen las expansiones, midiendo casi una quinta parte del mapa original y con una decena de misiones secundarias además de la trama), en este caso es un área pantanosa de Maryland donde las bombas no cayeron directamente, pero la vegetación ha crecido a lo suyo y los pueblerinos mutados campan a sus anchas.

Para empezar, el cambio de ambiente consigue una sensación de juego distinta, rozando en algunos momentos el miedo psicológico, e incluye, para no variar, nuevos enemigos y armas. La trama (la mejor de las expansiones junto con The Pitt) nos dará unas 5 horas adicionales de juegos. Sin embargo, lo que es más destacable es que las misiones serán variadas y que al ser tan enorme la localización tendremos muchísimas más horas de exploración que añadir a la trama.

Por todo esto, si alguien me apuntara con una pistola a la cabeza y me obligara a sólo elegir una expansión (asumiendo que me ha robado la edición “Juego del Año”, que las trae todas), yo primero le preguntaría por qué me obliga a elegir y de dónde ha sacado la pistola. Si insiste, elegiría Point Lookout con los ojos cerrados, porque es la que más horas de juego ofrece y mejor ambientación nos trae.

Mothership Zeta

Partiendo de la base de que ya el propio juego traía alienígenas (más bien la nave estrellada de uno y su arma), no es descabellado incluirlos de nuevo, e incluso añade más carisma a un juego que va sobrado del mismo. Sin embargo, estamos ante el peor de los cinco DLC’s, con mucha distancia.

¿Por qué? Porque es pasillero hasta decir basta, y que, a diferencia de Operation: Anchorage, ni se molesta en traer un poco de trama que justifique lo que está pasando, más allá de que hemos sido abducidos y tenemos que escapar. De hecho, hay que dar hasta gracias a poder encontrarnos con unos cuantos compañeros temporales con los que hablar, porque si no podríamos pasarnos las escasas 2 horas que dura sin un solo diálogo y muchos tiros (con armas nuevas y devastadoras, eso sí).

Pocas cosas buenas se pueden decir, salvo que los diseños de los alienígenas son simpáticos, que la nave en sí está bien y que hay algún momento interesante. Todo ello queda eclipsado por la sensación de timo en la que nos veremos envueltos si hemos pagado por él mientras vamos avanzando por los pasillos imaginándonos la cara del protagonista de Doom en la parte inferior de la pantalla.

Concluyendo

A modo de resumen, podríamos decir que The Pitt y Point Lookout son los únicos casi imprescindibles (siempre que uno esté de acuerdo con pagar contenido adicional), y que si nos sentimos con ganas de continuar la historia y seguir subiendo de nivel podemos adquirir Broken Steel. Para los más frikis quedaría Operation: Anchorage, y para nuestros peores enemigos Mothership Zeta. Todo esto, como he dicho, asumiendo que no tengamos la edición “Juego del Año”, que los trae todos.

Es una pena que la falta de tino y las ganas de hacer caja a la hora de realizar contenido desluzcan el producto final, porque debería ser delito juntar cosas tan malas con cosas que realmente aportan al juego, pero así es el negocio. En vista de eso, si aún no tenéis el juego, además de daros una colleja virtual (y real si me pagáis el billete de avión) os recomiendo encarecidamente que os hagáis con dicha edición, y nos ahorramos los problemas.

Salir de la versión móvil