Análisis: Child of Light

Análisis: Child of Light 2

Cuando la sencillez derrocha belleza

Child of Light nos cuenta la historia de Aurora,
hija de un duque de la Austria de siglo diecinueve,
a quien una noche un profundo sueño envuelve,
para despertar en Lemuria, mundo de quimera.

Aurora a su madre había perdido,
más su padre desconsolado,
tuvo que seguir con su vida,
hasta encontrar nueva prometida.

La madrastra de todo cuento de hadas,
Umbra era su nombre,
oscuro corazón del hombre,
a su hija y hermana dejaría sometidas.

Aurora debe buscar el sol, las estrellas y la luna,
ya que han sido arrancadas del firmamento,
y solemne ha hecho el juramento,
de devolver a Lemuria toda su gloria.

Ubisoft Montreal nos trae esta pequeña joya,
de alrededor de diez horas de duración,
para los que por el RPG sienten devoción,
sin demasiadas complicaciones,
solamente combates por turnos de los molones.

Un grupo variopinto de amigos de viaje,
se suman a la causa ante tal ultraje,
aunque solamente a dos controlaremos,
pero de muchas herramientas nos valdremos.

Hechizos, espadas, arcos y brujería,
puntos de magia, de vida y experiencia,
y joyas que requerirán toda nuestra destreza,
ya que en lugar del clásico equipo,
combinarlas habremos para dar bien el tipo.

No podemos dejarnos a Ignículus atrás,
una orbe azul que nuestros pasos seguirá,
llegando adonde Aurora no alcanzará,
y resolviendo rompecabezas sin par.

La música también merece su digna mención,
piezas hermosas de delicada composición,
que completan y pincelan más todavía,
el viaje por Lemuria con Aurora y compañía.

Pero lo más destacable de todo este embolado,
es el motor gráfico que se ha empleado,
UbiArt Framework, sí, a ese nos referimos,
una maravilla, te decimos la verdad… Querrás decir “te lo garantizamos”.

Precio asequible, para todos los bolsillos,
sin edición física, por si eres de los listillos,
aunque con regalos y mucha diversión,
ah, sí, y todo el texto rimado, ¡qué derroche de imaginación!

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