Hoy vamos a analizar una pequeña obra de arte en el mundo de los videojuegos, Child of Eden, un titulo que no ha recibido demasiada publicidad pero ha sido capaz de atraer las miradas por si solo. El responsable de este espectáculo visual no podría ser otro que Tetsuya Mizuguchi, fundador de la empresa de videojuegos Q Entertainment y creador de juegos tales como Space Channel 5, Lumine y Rez este último, muy similar al titulo que hoy nos ocupa.
Nos encontramos delante de un juego muy especial, una explosión de colores y formas que si lo sumamos a la grata experiencia que supone jugarlo con Kinect, lo transforma en el mejor juego del sensor de movimiento de Microsoft. También destacar que se puede jugar con el mando clásico, pero la experiencia de juego ya no es tan inmersiva así que mi recomendación es que si podéis, disfrutarlo con Kinect.
El planteamiento de la historia puede resultar algo abstracta pero a la misma vez muy original, en consonancia con todo el juego. Nos situarán en el en el siglo XXIII , un futuro hipotético en el que todo el conocimiento de la tierra se encuentra en el “Edén”, una especie de mente colectiva desarrollada a partir de Lumi, el primer ser humano nacido fuera de la tierra, en otras palabras, sería la evolución de lo que hoy en día llamamos Internet. Entonces es cuando aparece el malo del juego, un virus que amenaza con contaminar este paraíso. Nuestra misión será limpiar y no dejar rastro de la infección en los diferentes niveles del edén y salvar a Lumi.
Hay que tener claro desde el principio el tipo de juego al que vamos a jugar ya que no es un género muy extendido. En realidad nos encontramos delante de un “shoot ’em up” musical sobre raíles muy especial, en el cual, nuestras propias manos serán las armas que al utilizarlas irán creando compases de música que se irán fundiendo con la banda sonora del juego. En la opción de control por defecto, la mano derecha, al pasarla por encima de los enemigos los marcará, (un máximo de 8 objetivos) y con un golpe hacia delante de la misma, se disparan una serie de misiles dirigidos a los objetivos marcados. La mano izquierda es una especie de ametralladora que cuando la utilicemos disparará constantemente y será especialmente eficaz contra los enemigos morados. Para finalizar se encuentra el movimiento especial “Euforia” que se realiza al levantar los dos brazos hacia arriba a la vez, esta acción destruirá todos los enemigos que se encuentren en pantalla. Destacar que la respuesta de Kinect es muy buena y consigue una inmersión casi completa en el juego.
El juego se encuentra dividido en un total de 5 niveles y sus nombres son Matriz, Evolución, Belleza, Pasión y Viaje las cuales serán una explosión de colores y formas en una perfecta armonía con los enemigos que van apareciendo en oleadas al ritmo de la música, creando algunos momentos realmente bellos. En cada nivel tendremos que experimentar y descubrir cual es la mejor forma de eliminar a los enemigos y buscar el ritmo adecuado para conseguir más puntos (no es obligatorio). También existen enemigos grandullones de mitad y final de fase que irán evolucionando durante el combate. En el único punto que se le puede echar algo en cara a este juego es en la duración ya que estas 5 fases se pueden antojar un poco cortas, dependiendo de nuestra destreza, se puede tardar sobre una hora y meda en superar la aventura, pero hay que destacar que es un titulo 100% re-jugables.
La música juega un papel muy importante ya que nos ayudará a meternos de en la acción. Influiremos sobre ella al utilizar las armas y eliminar los enemigos creando así, una unión entre la acción y la música. La banda sonora es fruto del grupo Genki Rockets y como anécdota, comentar que una de sus integrantes se llama “Lumi” igual que la chica que hay que salvar en la historia.
Lo Mejor:
- Un espectáculo visual y sonoro.
- Gran inmersión en el gamplay gracias a la perfecta integración con Kinect.
- Una propuesta original y distinta a todo lo existente en la generación actual.
Lo Peor:
- La escasa duración del titulo