Análisis: Bastion

Análisis: Bastion 2

Awesom-O entra en Nivel Oculto y comienza a escribir el análisis de Bastión,  juego de supergiantgames que tanto ha dado que hablar en esta web. Piensa como mostrarlo, no sabe si enfocarlo de manera habitual o al estilo del propio juego. Las dudas no le dejan pensar claramente sobre su misión…

¿Sabes por qué conozco todo esto? Porque yo soy Awesom-O.

A mediados de Agosto y como os vinimos comentando apareció Bastión en PC gracias a la plataforma Steam (que LOL la bendiga) tras lo cual volaban de mi cartera los 14€ que cuesta la criatura.

Bastion es un juego que engaña por su planteamiento y por como se había vendido. Ante los ojos de mucha gente estamos ante un action-rpg, pero la realidad es que es un hack and slash en el que han metido la subida de niveles y el uso de pociones para darle ese toque rolero que tanto gusta. No pasearemos por grandes urbes, no atravesaremos mapas gigantes ni conversaremos con nadie salvo un reducidísimo grupo de supervivientes con historias muy trágicas e interesantes.

Tras despertar de nuestra cama comienza la aventura, desorientados y sin saber muy bien que ocurre avanzamos por un pasillo enorme mientras un narrador comenta todo lo que vamos viendo y haciendo en nuestro viaje. Ha habido una gran catástrofe y todos los que conocíamos han quedado reducidos a cenizas. Empezamos a obtener armas que nos permitirán eliminar a las hordas enemigas que han surgido tras el colapso y otros objetos que nos ayudarán a desentrañar lo sucedido. No podemos mirar atrás, debemos llegar lo antes posible al Bastión, lugar de congregación en caso de emergencia.

Una vez alcanzamos el “punto de socorro” comienza realmente nuestra aventura. El escenario se irá construyendo conforme consigamos amuletos que están repartidos por toda la región, que tras la catástrofe han sufrido mutaciones, no sólo en los seres que lo habitan sino en su geografía. Con un par de armas y un ataque especial debemos ir buscando la verdad de lo sucedido y como remediar el desastre.

Aunque la historia no destaque por su originalidad, la forma de narrar todo lo que hacemos dota de mucho carisma al juego. Además conforme avanzamos la cosa va complicándose, hasta tal punto que no sabremos que es realidad y que es parte de nuestra imaginación. El uso del narrador como guía de la trama es perfecto para meternos en unos momentos de gran suspense, pues todo puede pasar. No sabemos qué o quién es el culpable del apocalipsis, así que mejor tener siempre los ojos bien abiertos para darnos cuenta de todos los detalles.

Gráficamente es una delicia, a pesar de que en los primeros momentos del lanzamiento (en PC) hubo problemas con el frame rate del título que se solucionó posteriormente gracias a la ayuda prestada por parte del estudio programador a través del foro de Steam (un 10 por eso).

Gráficos 2D en alta resolución donde el colorido es la nota predominante. Algún que otro efecto distorsión interesante, pero poco más. Sólo hay que dejarse atraer por los diseños minuciosamente dibujados (parecen hechos a mano) y la atmósfera variante según la región en la que estemos. Protagonista y enemigos con unas animaciones muy bien logradas y que encajan perfectamente al entorno en que se mueven.

La parte negativa será la poca variedad de enemigos, sobre todo en la parte final del juego, donde nos sacuden con hordas de enemigos repetidos que acaban cansando, pues siguen siempre el mismo patrón y no aporta nada a la variedad. Con una docena más de enemigos diferentes se hubiese ganado mucho en este aspecto.

Como comenté al principio este juego podía parecer de RPG, en cambio es un “yo contra el barrio” moderno, de esos en los que adquieres mejoras de tus armas y  tomas pociones para aliviar el dolor. Otro aspecto positivo es que a pesar de que el nivel de dificultad al comienzo es muy bajo, podremos ir moldeándolo a nuestro antojo ya que a mitad de la aventura podremos usar ídolos que ayudaran en este caso a los enemigos, dotándolos de mayor resistencia, potenciando su alcance, haciéndolos dañarte con tan sólo tocarlos o dejando tras su muerte bombas de gran potencia.

Esto expande mucho la curva de dificultad del juego, ya que avanzar con todos los ídolos activados será una tarea sólo posible para jugadores muy “jarkors“. De todos modos es aconsejable activar al menos media docena de estos muñecotes míticos para que el juego tenga algo de “chicha” y muramos en alguna ocasión.

En cuanto a las armas que obtendremos van desde las típicas de la lucha más cercana, como un efectivo martillo o una lanza a otras de larga distancia, como un arco o un mortero. A su vez podremos potenciarlas gracias a objetos que veremos esparcidos por el escenario y que se tornarán fundamentales. Además tenemos la posibilidad de mejorar nuestra habilidad con ellas con fases especiales diseñadas para cada arma.

Otros aspecto negativo que he encontrado es que cada vez que obtenemos un arma nueva nos obligan a usarla, no tenemos la opción de cambiarla hasta encontrar la armería o volver al Bastión. Esto afecta negativamente a la jugabilidad, ya que nos puede hacer perder la magia que tengamos seleccionada y sea única para un tipo de arma.

Musicalmente está a gran altura, con melodías que acompañan y no molestan la narración, siendo especialmente buenos los temas del final del juego (algo que hacen muchos juegos y me parece un error, si tienes buena música úsala durante toda la aventura, no la dejes como postre). La voz del narrador es simplemente perfecta y a pesar que a veces cueste leer y jugar a la vez (algo parecido a lo que sucede con GTA), la verdad es que se agradece todo el trabajo de traducción de esta gran historia.

Sin querer spoilear mucho, la parte final es una maravilla en todos los aspectos, cuando de verdad tenemos constancia de todo lo que sucede a nuestro alrededor y de cómo afectan nuestras acciones al resto de personas de la región. Además tenemos la posibilidad de rejugarlo cuantas veces queramos.

Yo me he tomado Bastión como un “juego de entre partidas” ya que lo he disfratado en pequeñas dosis. Cada día realizando una o dos fases, sin prisas y destruyendo cada rincón del escenario. Es un juego difícil de valorar porque te engaña desde el principio y nunca estarás igual al comienzo que una vez lo completes. Una experiencia muy refrescante para estos últimos días del verano. No lo considero uno de los RECOMENDADOS de Nivel Oculto por esos pequeños fallos que he comentado y que echan a perder momentos importantes dentro del juego, pero se acerca bastante.

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