Análisis: Arrival (DLC Mass Effect 2)

Análisis: Arrival (DLC Mass Effect 2) 2

El 29 de marzo era la fecha prevista para Arrival, el que se supone que será el último contenido descargable de Mass Effect 2. En una época dominada por el contenido descargable, en la que ya prácticamente todos los lanzamientos importantes cuentan con algún tipo de DLC, desde Bioware habían sabido tener el suficiente criterio como para sólo sacar contenido de calidad (al menos para Mass Effect 2). Eso, descontando packs estúpidos de ropa y armas, claro. Por eso, viendo descargables previos como Overlord o La guarida del Corredor Sombrío, lo lógico sería sospechar que estábamos ante algo por lo que merecería la pena pagar los 7€ que piden.

No es el caso. “La Llegada” (por llamarlo por su nombre en español) está muy por debajo de contenidos previos, tanto en duración como en variedad. En esta ocasión llevaremos a Shepard en una misión de infiltración y rescate de una científica de la Alianza perdida en el espacio batariano. Hete aquí que topamos con los batarianos, probablemente la raza menos trabajada de todo el universo Mass Effect. Por fin tenemos la opción de adentrarnos en su cultura (una especie de dictadura aislacionista y militarista) y no encontramos nada. Cero intercambio. No llegaremos a interactuar con un solo batariano en todo el contenido.

El gameplay es el mismo, sin una sola novedad. Mientras que en otros contenidos podíamos manejar un vehículo o incluso protagonizar una persecución de “coches” aquí la única “novedad” es que Shepard estará solo y que la primera parte de la misión podrá ser jugada de manera “sigilosa”, junto con un momento puntual en el que podremos controlar a otro “personaje”. Eso sí, los escenarios serán nuevos, y aunque no son gran cosa, presentan algún que otro detalle simpático, como un pequeño puzzle con cajas o la posibilidad de cortar la corriente en algunos puntos para infiltrarnos. Pero nada más.  Ni siquiera un nuevo enemigo final, ni nuevos “matones”.

Si hay algo que haga que merezca la pena, es el argumento. En algunos momentos se pasa de previsible, pero nos ofrece una situación que requiere una decisión escalofriante y que sin duda servirá para enlazar con la nueva entrega. Sólo espero que no se olviden de lo que decida el jugador o lo minimicen, porque sería despreciar el propio contenido. El principal problema es que, en un juego en el que es tan importante la relación con los secundarios, Shepard debe decidir (y debe hacerlo rápido) sin nada de feedback. Esto no es necesariamente negativo si se sabe tratar, pero no hay gran atisbo de duda y se echa de menos la opinión (o discusión) de los acompañantes.

En el apartado sonoro encontramos una nueva banda sonora para la ocasión (que previsiblemente comercializarán, como ya han hecho con las de los otros DLC) y muy pocas conversaciones grabadas (para lo que estamos acostumbrados). Poco más que decir al respecto.

Y es que lo peor, sin duda, es no poder decir mucho más sobre Arrival. La duración es escasa (hora y media), la misión principal se reduce a un poco de infiltración y un mucho de disparos, sin misiones secundarias ni añadidos. Los escenarios nuevos cumplen, pero no han sido acompañados por nuevos enemigos, y, aunque el final es impactante, está por ver que respeten la decisión tomada y se vean las conclusiones en Mass Effect 3. De verse, le acabarían dando un valor al contenido del que ahora carece.

Lo mejor: Conclusión final de la trama. Ponerle cara a un personaje mítico del primer juego.

Lo peor: Duración escasa, misión con poca variedad, sin nuevos enemigos y pocas conversaciones. No sobrevive a la comparación con otros DLC del mismo juego.

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