En aquel entonces…
Bien. Pues eso, que tenéis que jugar y tal. Ah no… mmm, ¿Tenéis una PSOne? Mira que me extraña. Yo me la compré en su momento cuando no se llamaba aún PSOne y no llevaba mucho tiempo en el mercado. Recuerdo que por algún mágico motivo tenía algo de dinero y me encontraba cerca de un Alcampo hace muchos años. Me acerqué a mirar la sección de videojuegos, a ver que había. Y allí estaba, Wipeout. Pensad que yo en casa tenía una Super Nintendo, porque la Nintendo 64 no cuajó en mi pobre corazoncito pixelado. Mi juego preferido EVER siempre fué F-ZERO.
Aquella cosa gris y hostil con un circulo en el medio para ¡¡¡METER CDS!!! estaba ejecutando la siguiente generación de videojuego de carreras arcade, con unos gráficos poligonales de cagarse, en la época en la que importaban los gráficos. Muchas horas han pasado desde ese momento, pero habría que medir la relación de horas dedicadas a cualquier versión de WipeOut respecto al total de horas de mi vida, el quesito del gráfico sería curioso. Hoy mismo venía jugando en mi PSP a Wipeout Pulse en el autobús para venir a trabajar, disfrutando como un enano, mientras una niña de unos nueve años de edad me miraba, tratando de entender por qué un tipo con barba jugaba a una cosa rara con luces. Para mi fue el juego bandera de Playstation, niña.
Pasados unos cuantos años, Twinsen y yo nos encontrábamos en una tienda de Madrid comprando una PSP de importación, mirando si tenía píxeles muertos, y el tema de insertar un UMD con Wipeout Pulse, cuando tu última consola portátil era una GBA, fue algo indescriptible. Así que una vez más Wipeout fue un representante de lo más puntero del momento, un momento en el que a mi aún me interesaban los gráficos y esas cosas. Me temblaban las manos al tocarlo.
Pero dejémonos de sentimentalismos videojueguiles, al lío. Uno podría pensar que Wipeout tiene una mecánica similar a la de Mario Kart… que a alguien se le ha ocurrido crear un mod futurista y un nombre pretencioso. Personalmente considero que cualquiera de los dos son juegos tienen un gameplay interminable, si bien Wipeout bastante más agresivo ya que introduce con más profundidad la velocidad como elemento de dificultad, creando incluso en sus últimas entregas circuitos especialmente pensados para ello en los que no es posible frenar.
Otra de las grandes diferencias con Mario Kart es que aquí se escucha aquello de “contender eliminated”, es decir, que encima de tratar de llegar el primero, hay que sobrevivir a misiles, bombas, minas, plasma y al circuito en si, porque puedes morir en el intento, así que a veces ir el primero no es bueno, más bien es una putada. Este tema genera un nivel extra de adrenalina, que hace que el tiempo se comprima como un vulgar .rar, y te lleves una sorpresa al mirarte en el espejo y ver que te ha crecido la barba… no te preocupes, es un juego más absorbente que un pañal de los caros.
El diseño de los circuitos es una maravilla, porque quizá no sean tan complejos del F-ZERO GX, o AX que mamaban de Sonic con sus tubos y gaps enfermizos, pero no son ningún paseo, y creo que le dan un poco más de personalidad al juego. Utilizar las armas en este entorno es como tratar de usar un iPhone con un guante.
Aunque también hay que ser sabio y elegir bien tu vehículo, sobre todos temas como resistencia o manejo son realmente importantes si no quieres ser carnaza en la pista. Hay que elegir, no se puede tener todo, pero sobre todo hay que ser hábil: controlar tu máquina puede ser un auténtico infierno con un nivel de dificultad normal y en velocidad Phantom. El juego te maltrata en la misma proporción en la que aumentan tus ganas de jugar y superarte.
Es cierto que Wipeout en cualquiera de sus entregas huele a futuro, sabe a futuro y suena a futuro.
Es cierto que Wipeout en cualquiera de sus entregas huele a futuro, sabe a futuro y suena a futuro. Las selecciones de música de terceros que aparecen en todos los juegos de la franquicia, están hace mucho tiempo en mis cacharros para reproducir mp3 desde tiempos inmemoriales (Aphex Twin, Chemical Brothers…) . En un juego de esos en los que pulsar start y cortar la intro es como pegar a un padre, interesa ver la evolución de la misma en el tiempo. Ahí se nota la vejez gráfica casi tanto con en las películas de Toy Story.
Dado mi alto nivel de frustración con la PSP, tengo una 3DS, y no he podido liarme a fondo con la última entrega de Wipeout, pero si he podido jugarlo en la inauguración de PS Vita, y me volví a enamorar otra vez. Tampoco es que últimamente haya tenido mucha competencia, por no decir ninguna, aunque espero la llamada como el senescal de Góndor a su hijo Boromir mientras miro a la 3DS, así soy yo de romántico… y de imbécil.
The Designers Republic
Sería pecado terminar este artículo sin hablar del diseño artístico del juego, y la gente que se ha encargado de esto es The Designers Republic. Esta gente se dedicaba a romper esquemas en todos los sentidos en cualquier ámbito que le permitían, y aparte de todo el diseño e iconografía de Wipeout, también trabajaron con Coca Cola, Aphex Twin, Autechre y muchísima gente del mundo de la música electrónica de calidad. En esta búsqueda de google os podéis hacer una idea del trabajo tan puntero y poco convencional de TDR aka The Designers Republic. El estudio lo cerraron en el 2009 y fue una auténtica pena. En el fondo toda la música y el diseño guarda una estrecha relación a nivel conceptual, no es raro conocer a gente que disfruta de Autechre o cualquier artista bajo el sello Warp Records que le guste este juego, aunque sólo sea por la experiencia conjunta de música electrónica y diseño minimalista.
En mi opinión es una franquicia muy adictiva que ha aportado algo más de sentido a las consolas de Sony que he tenido. Como imagino que sabréis, la división de Sony responsable del desarrollo de este juego (SCE Studio Liverpool, la antigua Psygnosis) se fue a la mierda (creo que me merezco el derecho de decirlo así) en Agosto del año pasado (2012), así que que me disculpen si el juego por el que les recordaré el resto de mi vida sea este, y espero que este humilde texto le haga honor.