1001 Videojuegos que Debes Jugar: Hitman 2 Silent Assassin
Los videojuegos nunca tratan de problemas cotidianos. Las historias no están ambientadas en vidas como las nuestras. Y nosotros lo agradecemos profundamente, ya que de este modo podemos ver el mundo, aunque sólo sean unas pocas horas, desde el punto de vista de otra persona.
La gran mayoría de los videojuegos se basan en el paradigma de la Odisea, o el viaje del héroe, en el que tenemos que pasar una serie de pruebas (o niveles) hasta salvar el mundo. Esto puede resumirse en eliminar Nazis, alienígenas, zombies, mafiosos o cualquier antagonista o villano estereotipado que se nos ponga por delante.
Sin embargo, de vez en cuando no queremos ser el bueno. Y no me refiero a ser un héroe oscuro como Max Payne, Batman o un Assassin. Me refiero a ser el malo. A disparar un arma a la cabeza de alguien que no nos ha hecho nada. Eso es lo que nos lleva años ofreciendo Hitman.
Y es que aunque hoy vengo a hablarles del segundo título por ser quizás uno de los mejores juegos en cuanto a narrativa, diseño de niveles y mecánicas de hace ya un par de generaciones. Lo importante de este título no es lo que aporta a lo que viene después, sino lo que nos aporta a nosotros como jugadores ávidos de experiencias.
Recuerdo que la primera vez que me acerqué a Hitman lo hice con un encogimiento de hombros. ¿Para qué quiero yo matar a este magnate? ¿Alguien va a recordar mi nombre, se escribirán canciones sobre mi gesta? Y sin embargo, horas después me encontré esbozando una fría sonrisa al contemplar mi macabra obra.
Hitman no propone la epicidad, no quiere emocionar con cinemáticas que muestren el sacrificio del héroe después de intensas e inacabables batallas. Hitman te propone seducirte como una femme fatal. Quiere llevarte al lado oscuro. Y aquí la decisión no es Yoda o Darth Vader.
Hitman nos propone enamorarnos con el proceso. Retarnos a nosotros mismos y pelearnos por ser una sombra. Matar sin que nadie sepa lo que ha pasado. O matar dejando muy claro quien ha pasado por ahí.
Así el juego es el más personal y profundo de toda la saga (mucho más que Absolution que trató de volver a dar profundidad al asesino más frío del mundo), con una cinemática de entrada en la que vemos imágenes de seguridad de una alta brutalidad eliminando a todo el que se ponía por delante, y dos misteriosas personas confabulando para traer al oculto asesino de nuevo al juego.
Así, al descubrir a un hombre tremendamente atormentado por la sangre que mancha sus manos, deciden que lo único que le puede traer de vuelta es la ira por la desaparición de su único amigo (junto a la legendaria y misteriosa Diana) el Padre Vitorio, un hombre que consiguió convertir a un asesino a sueldo en un jardinero y que dejase su vida por un retiro espiritual.
El juego trata de ir cumpliendo misiones para pagar a la Agencia los esfuerzos por encontrar al único amigo de nuestro misterioso antihéroe, el agente 47. En un juego de mundo abierto (no un sandbox, sino niveles con libertad para completar el encargo al gusto de cada uno), somos un hábil hijo de puta que sería capaz de matar a su madre con tal de recuperar su alma, simbolizada por el Pater.
Así, este juego contiene uno de los mejores arcos narrativos de la historia de los videojuegos, en la que comenzamos como un hombre tratando de traer de vuelta a quien ha sido bueno con él. Quien le ha perdonado sus pecados, pero poco a poco nos vemos envueltos en el placer de quitar la vida a los demás. De jugar a ser Dios y decidir si ese guardia debe vivir o nos decidimos dar un rodeo perdonándole la vida. Poco a poco vamos sintiendo la misma sed de sangre que el personaje, en un desarrollo maravilloso que trata de hacer que entrar en una base plagada de soldados sea como hacer el Sudoku de los domingos.
En definitiva, Hitman 2 es un juego que debes jugar, sobre todo si te consideras un amante de los juegos con narrativa, ya que además de poseer una historia muy potente en ningún momento se descuida la jugabilidad, haciéndolo un juego difícil en muchos momentos. Recomiendo encarecidamente que se tomen su tiempo, busquen la mejor posición, estudien el mapa y ejecuten con detenimiento, puesto que los daneses de IO Interactive supieron recompensar a quien supiese ver las oportunidades que se le presentaban en cada momento.