1001 Videojuegos que debes jugar: Dino Crisis

1001 Videojuegos que debes jugar: Dino Crisis 2

Cuenta la leyenda que hace mucho, mucho tiempo, Capcom era la reina de los survival horror. Hablamos de una época de magia en la que no existían los DLC\’s ni el modo online, en la que los juegos venían enteros en su cajita y con pocos bugs. A ti, querido y joven lector, quizá te parezca que no es más que un mito, pero hablamos de 1999 y yo doy fe: lo viví. Resident Evil estaba triunfando como los pepinillos, y a Shinji Mikami (encargado de la saga en sus primeras entregas) se le ocurrió una idea más que interesante: ¿y por qué no hacemos un juego de horror con dinosaurios? Dicho y hecho: Dino Crisis. Eso es el juego, prácticamente. Un Resident Evil con dinosaurios para PSOne, con algunas salvedades. Para empezar, en cuanto a jugabilidad es distinto enfrentarse a los enemigos, que son mucho más rápidos, y además, normalmente nos sorprenden. El título cuenta con una dificultad muy ajustada para la época y un reparto de municiones francamente escaso, con lo que tendremos que evitar muchas veces a los enemigos hasta que encontremos alguna bala más que meterle en el cerebro a ese velocirraptor que no nos deja en paz. Así, la situación que se conseguía era muy similar a la de abandono y soledad que había en el ya clásico de zombis. Es indescriptible la sensación de frustración que nos podía llegar a invadir cuando nos aparecía de la nada un dinosaurio más y no nos quedaba más remedio que correr hasta encontrar algo con lo que hacerle frente. ¿Y es posible darnos miedo acudiendo a algo tan molón como son los dinosaurios? Absolutamente. Añadidas a esa dificultad encontrábamos un despliegue de escenas y cámaras fijas destinadas a erizarnos. Que si un muerto por aquí, un muerto por allá… Dino Crisis es un maestro en el arte de generar tensión con unos antagonistas que se alejan de los clásicos zombis, y una buena referencia para quien quiera recuperar el género del survival horror. Como detalle, aunque la capacidad de almacenar munición es infinita, no es así con los ítems, que debemos almacenar en cajas. El problema es que para abrirlas necesitamos otros objetos, que sí son finitos…mala leche por doquier.

Además, es innovador en muchos sentidos. Por ejemplo, es el primer título del género (de Capcom) que abandona los escenarios prerrenderizados y opta por ofrecernos todo en tiempo real, generado por la consola (Capcom no lo volvería a hacer hasta RE: Code Veronica, e incluso volvió a lo prerrenderizado en Dino Crisis 2). Obviamente luce peor que sus parientes, y la mayoría de localizaciones (sobre todo los interiores) son muy similares, pero también encontramos algunos momentos realmente inspirados.

Por otra parte, tardó muy poco en mostrarnos cuál iba a ser el futuro de los juegos de terror: convertirse en juegos de acción. Dino Crisis fue pionero en el sentido de tener una continuación que se vendía de manera descarada y se convertía en un paseo de muerte indiscriminada, compensada con puntos para comprar armas: ¿os suena? Esta predicción del futuro de las sagas de la compañía nipona (y en general) la vemos también en los puzzles: en vez de tomar la forma de archivo que leemos con algún acertijo a resolver y que nos pide razonar o encontrar algún objeto, aquí lo que debemos es mover determinadas cajas, usar maquinaria para recuperar una llave…un tipo de puzzle más “situacional” y más fácil de escribir (que a día de hoy se ha instaurado casi por completo en los juegos de acción-terror). Para completar el cóctel de ideas novedosas encontramos un argumento y un guión bastante trabajados. En vez de ir al socorrido mundo de la ingeniería genética (muy de moda en la época gracias a Jurassic Park) el título nos presenta un cóctel extraño de física cuántica, viajes en el tiempo y ciencia ficción que funciona. Los personajes con los que toparemos (pocos) están bien definidos, y aunque corresponden a estereotipos muy fijos (negro simpático, gruñón de buen corazón…) guardan un buen par de sorpresas bajo la manga. Y para nuestro deleite contamos con tres finales distintos, que dependen de una decisión que tomaremos cerca del último segmento del juego, y que se alejan bastante del final feliz típico. Esto, más allá del pique con los amigos para conseguir mejores rankings al acabar el juego (los logros de la prehistoria) hace que sea muy rejugable y no nos queramos perder ninguno de los epílogos.

Resumiendo: Dino Crisis es un dignísimo survival horror en el apogeo del género, innovador en muchos aspectos y tristemente profético en otros. La dificultad es muy ajustada, los enemigos tienen carisma y la trama no es un insulto a la cara del jugador. Los puzzles, eso sí, son más sencillos y gráficamente es potente para la época, pero desluce al lado de otros juegos con escenarios prerrenderizados. Actualmente la saga está abandonada, tras la mencionada segunda parte orientada a la acción llegó una tercera ambientada en una estación espacial (exclusiva de la primera XBOX) que terminó de sepultarla por las malas críticas. Hoy en día, cuando casi todas las sagas de terror se han vendido a la cámara en hombro y compra de armas, queda como testamento, como botella que llega a la playa desde el pasado y nos dice que ya nos avisó de que esto iba a pasar.

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