Un millón de puntos, uno detrás de otro, ha conseguido un fulano llamado Danny Johnson con su guitarra de plástico y como no podía ser de otra forma tenía una cámara cerca para grabar tal acontecimiento, a la que no faltó su gato, sorprendido de que su amo sea capaz de tan gran hazaña.
Está claro que Jimi Hendrix no sería nadie hoy en día, el sonido sordo de un trozo de plástico aporreado es mejor que toda su obra.
A este gran señor le dedicaria unas palabras de cariño, pero ya lo hace South Park por mi.