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The Way : Another World Looks Like

The Way

Siempre que se habla de JUEGAZOS hay dos que suelen salir, y siempre juntos: Flashback y Another World. Curiosamente el primero es una reinterpretación del segundo e incluso durante mucho tiempo se le consideró el sucesor espiritual de éste. Más curioso resulta que ambos títulos sean crepusculares de un género que perdió fuelle con la llegada de las 3D, y que por lo tanto sigan en la cima de su categoría por más años que vayan pasando.

Los polacos PlayWay no ocultan sus referencias, y las obras de Paul Cuisset y Éric Chahi figuran en el primer párrafo de su definición de The Way, lo cual no deja de ser un elemento publicitario pero también una declaración de principios que pone el listón muy alto. Sin embargo hay cambios, y el más curioso me ha parecido el punto de partida, ya que donde antes se planteaba aventura clásica o curiosidad científica ahora se parte de un drama personal para desarrollar un escenario de ciencia ficción. En su día leí (si alguien sabe donde le agradecería que lo enlazara en los comentarios) que la curiosidad científica ya no era suficiente motivación para que los espectadores empatizaran con el protagonista de una historia, y que esto se demostraba en el remake de The Time Machine, donde se había sustituido el ansia de experimentación de la original por una subtrama de novia fallecida en la adaptación. Curiosamente el videojuego está viviendo algo similar, aunque con unas connotaciones bien distintas, dado que aquí la transgresión parece a la inversa.The Way narra la historia de un miembro de un equipo de exploradores del espacio que pierde a su amada y no puede aceptar su muerte. Tras encontrar unos textos antiguos que dicen conocer el secreto de la eterna existencia en una de sus expediciones, decide volver allí e intentar encontrar el secreto que se esconde tras ellos.Un planeta alienígena por explorar, rompecabezas, plataformas, una historia con un fuerte componente emocional, y por encima de todo, un pixelart de belleza supina son los ingredientes que componen la coctelera de The Way. Si les interesa, y espero que así sea si tienen corazón, puede contribuir a su desarrollo a través de Kickstarter. Si son rápidos lo pueden conseguir por un mínimo de $10, en caso contrario la cuantía por una copia digital sube a $15. No va a ser fácil resistirse.The WayThe Way Kickstarter

  1. ¡¡MENUDA PINTONA!! Tiene todo el sabor de las aventuras clásicas y además se le nota cierto aroma al «The Dig». ¡¡Y solo le faltan 4.000 dólares canadienses para conseguirlo en 27 días!! Esto lo va a petar muy, muy fuerte y yo estaré ahí para lanzarle mi sujetador con mi teléfono cuando llegue el momento.

    Respecto a lo de la curiosidad científica, una de las normas actuales de la narrativa es que las motivaciones de los personajes deben ser siempre primitivas, para asegurar la empatía con el espectador de cualquier lugar (e incluso época). Por eso Shakespeare sigue de actualidad, porque los personajes tienen impulsos básicos humanos (celos, sed de poder, venganza,…)
    En la época victoriana la ciencia era vista de forma totalmente diferente a hoy día, eran pioneros que estaban otorgando al hombre el poder de los dioses (Verne). Hoy la ciencia o es una fábrica de monstruos (Splice) o debe armonizar con la religión (Contact), salvo que sea una herramienta del protagonista para resolver la motivación del impulso primario (Gattaca).
    ¡Ojo! ¡No estoy defendiendo el cambio en «The time machine»! Yo soy de los que consideran como momento antológico la charla científica enviando puros al futuro perpetuo de «El tiempo en sus manos». Pero ese cambio responde a la necesidad de que para conectar con el público masivo, el tipo vaya al futuro a encontrar el amor.

  2. Los impulsos primarios son el eje de todas las historias, y como bien dices Shakespeare sigue en lo alto debido a que habla de impulsos primitivos en los que cualquiera puede sentirse identificado. Incluso en la ciencia ficción el eje central de la trama suele contener un elemento de estas características, o bien uno metafísico que termina comíendose el soporte narrativo científico, sin emabargo la motivación inicial que de vida a la trama puede ser de cariz completamente científico. Incluso en «El Tiempo en sus Manos», si no recuerdo mal se abría una subtrama amorosa cuando el protagonista llegaba al futuro y el argumento se tornaba en una avntura clásica con un transfondo ¿darwiniano? reivindicando al hombre (ojo, el del siglo XX, el del futuro es una mierda) como la especie superior.

    A lo que voy es que si bien entiendo que identificarse con los protagonistas de «Primer» es más complicado que hacerlo con los de «Viaje al centro de la Tierra», esto no quita para que en ambos exista como eje principal una motivación científica, y por eso me jode que lo cambien. Todo lo contrario que en los videojuegos, donde ese cambio sí se entiende como una trangresión debido a la nula argumentación que ha tenido el medio hasta hace cuatro días.

  3. Precisamente el matiz está en el tipo de audiencia al que quieres llegar. Posiblemente si proyectas «Primer» en el M.I.T. tendrás una recepción donde la empatía del público será altísima, porque entiende y conecta con los personajes.
    Pero si quieres conectar a nivel emocional con cualquier persona de cualquier edad y cultura, no te queda otra que hablar al lado primitivo. Es cierto que en «El tiempo en sus manos» había subtrama amorosa, al igual que había un mensaje anti Hippie brutal, en el que se les culpaba a ellos de acabar con la civilización XD
    En videojuegos el caso es que ese cuidado directamente se omite porque se considera que es suficiente con cambiar el centro de la acción de público a protagonista, ya que es el jugador quien toma las riendas del relato. Pero yo soy de los que piensa que eso tiene los días contados porque a medida que aumenta la edad del usuario y se pierde efecto por la novedad, buscará enlaces emocionales con los personajes más allá de «yo tengo el control».

  4. Comentarios como los vuestros le dan un lustre de HAMOR extra a la web, amigos.

    Respecto a The Way, ¿qué decir? Si yo fui el de los textos aquí de Flashback y Another World (por cierto, qué viejos están, y qué de veces los retocaba ahora que medio sé escribir) creo que entenderéis mi reacción al llegar a casa, ver esto y mandarle a los creadores directamente mi número de cuenta para que domicilien lo que quieran ahí.

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