No sé cuándo debió empezar la moda de utilizar a ratoncillos como elemento para contar historias (¿quizá en el Maus de Art Spiegelman?), pero ahí han ido surgiendo cositas con ratoncillos valientes, ratas ingeniosas y demás roedores monos dispuestos a cautivar nuestro corazón. Porque todo con ratones acaba molando más, debemos reconocerlo: dan así como penita (que me lo digan a mí, que una vez salvé a un ratoncillo de un terrible gato que jugaba con él, cómo no) y a la vez son criaturas tiernas que miran con esos ojos negros profundos Dios sabe a dónde. Ratones, cómo molan.
Ahora imaginemos una vuelta de tuerca jodida, así como para hundirte en la miseria: ratones y Dark Souls. Eso sí que sería malo, ¿verdad? Por un lado el desafío, el planificar, el pasarlas putas para avanzar una pantalla más… y por otro las lindas ratillas que nos matan de pena cuando se mueren. Pues eso, ni más ni menos, es DarkMaus. Un action-RPG que castiga el avance rápido y sin pensar, difícil y oscuro, en el que encarnamos a un ratón que avanza y se enfrenta a todo tipo de ralea (incluyendo ratones malos). Díganme que la idea de Daniel Wright no es cabrona, venga. Porque a mí morir a un osado caballero me puede doler por tener que repetir un trecho del juego, pero ver morir a un ratoncillo…
Aparte de que es clarísima y evidentísima la inspiración (su propio creador no la oculta, y tampoco debería) no pinta nada mal esto, ¿no? Lo digo tras haber escondido a mi cobaya, ojo.
En un principio DarkMaus está planeado sólo para PC y se juega preferiblemente con mando. ¿Quieren darle un tiento y sentirse indefensos de verdad? Pues ya está en Steam.Steam
