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Análisis: The Walking Dead – Season Two

Análisis: The Walking Dead - Season Two 1

Telltale Games se ha convertido en un faro de la Industria del Videojuego. No sólo ha sido el estudio Indie en conseguir un GOTY (meándose en la cara de todos los demás), sino que en los últimos años se ha convertido en lo que aspiraba a encarnar David Cage: líderes narrativos de la industria.Cualquier persona que juegue a un título como The Walking Dead, The Wolf Among Us o títulos anteriores como Regreso al Futuro o Jurassic Park no puede esperar otra cosa más que narrativa interactiva. No se trata de juegos complejos en cuanto a gráficos, ni en mecánicas. No son juegos con escenarios inmensos o muy detallados.

No pretenden que conozcas un universo al detalle, ni que te sientas el héroe de un cuento de hadas. Los títulos de Telltale Games no poseen nada excepcional en cuanto a jugabilidad o gráficos, aspectos generalmente valorados como de vital importancia en un videojuego.

Sin embargo, sus títulos se basan en la potencia de las historias, la humanidad de sus personajes (la cual crea vínculos más fuertes que cualquier héroe oscuro con la cara tapada) y en contar con conflictos anteriores al comienzo de la historia que condicionan toda la experiencia que se nos presenta.

Esto forja el comienzo de juegos que, como la primera temporada de The Walking Dead, se convierten instantáneamente en uno de esos “1001 juegos a los que debes jugar”. Pero lo que realmente adereza el resultado, es la cocción a fuego lento de esta narrativa mediante el uso de una potentísima interactividad.

Consigue lo que la gran mayoría de los juegos aspiran (o venden) a ser y que ninguno consigue: que el jugador sienta que está afectando al mundo. Esto obviamente es una falacia, pero ¿qué no lo es en un medio que se basa en la persistencia retiniana?

Ya hemos hablado, y mucho de Telltalte Games, pero del que no hemos hablado es de su obra más reciente: The Walking Dead Season Two. Y es que los californianos no iban a dejar pasar la oportunidad de continuar con su mayor éxito.

En esta ocasión, nos ponen en la piel de Clementine, pasados 400 días (de ahí el spin-off en forma de DLC, cuyas historias pasan a formar parte de esta secuela) desde los sucesos de la primera parte. Como Mass Effect o The Witcher, las decisiones que tomásemos en estos anteriores títulos conforman los sucesos de la segunda temporada (por ejemplo, dependiendo de las historias de 400 Days, habrá personajes que salgan en esta segunda temporada y otros que no).

La temporada dura 5 capítulos, de los cuales no se puede hablar en conjunto porque a diferencia de otras series, en esta temporada el ritmo es un tanto irregular. Bien es cierto que nunca llega a ser la catástrofe de Beyond: Two Souls, pero los primeros capítulos parecen un poco irreales al poner a Clementine en un grupo de adultos que parecen estar esperando a que una niña de 10 años tome todas las decisiones.

Un fallo de guión cuando los personajes en su mayoría pasan de desconfiar de ella a de repente empezar a confiar (aunque la base del conflicto será que dos personajes no lo harán). Pero en ningún caso deja de desmerecer el capítulo. No se hace aburrido en ningún momento. Y la tarea del jugador (al que se presupone adulto) es la de tratar de mantener el legado de Lee y mantener la inocencia de Clem.

Los acompañantes de Clem se convierten en variantes de esa inocencia, siendo su oposición total una adolescente a la que su padre trata de ocultar todo lo relativo a los zombies y la supervivencia.Clementine se convertirá en la figura que tira de los demás personajes, colocándonos en la necesidad de ser realista cuando es necesario, y optimista cuando alguien está hundido (también podemos ser pesimistas). El sistema de diálogos sigue siendo el plato fuerte, teniendo un tiempo para responder, e incluso pudiendo interrumpir una discusión si decidimos que queremos parar una pelea de esa manera.

En cuanto al esquema de la trama, Telltale Games no se han dormido en los laureles, haciendo que cada capítulo tenga sus momentos memorables, aunque manteniendo la esencia de “el viaje” que tanto marcó esta ficción tanto en el cómic en el que se basa como en la temporada anterior.

Esta segunda temporada es en definitiva, un título que no sorprenderá tanto como la primera temporada, pero que continúa con la odisea de Clementine por buscar un sitio donde esté a salvo. Hay que poner atención a los dos últimos capítulos que se muestran tremendamente duros y descorazonadores, pareciendo en muchos momentos que finalmente no tenemos el control de la situación, y que nuestras decisiones siempre se vuelven contra nosotros, a pesar de que tratemos de minimizar el impacto.

Que nadie se lleve una falsa impresión. Esta temporada no es una obra tan redonda como la primera, pero sigue siendo muy muy buena. Estamos ante una temporada de paso. Una precuela de una obra mucho mayor que el final de esta temporada deja irremediablemente abierto.The Walking Dead en SteamThe Walking Dead en Humble Store

  1. Desde luego no es tan potente como la primera temporada, pero tras unos pequeños altibajos acaba teniendo un episodio final brutal y con algo que se le había criticado: consecuencias distintas según lo que hagamos.

    No sé si como dices servirá de «entretiempo» hasta una tercera temporada, porque los finales son muy distintos entre sí, pero a mí con uno de ellos consiguieron lo que buscaba desde el final de la primera: que de nuevo me jodieran la vida.

  2. Aunque el final es brutal, yo me lo veía venir en los últimos compases, cuando empecé a darme cuenta del comportamiento de los personajes.
    En definitiva, si es un gran final, pero a mí me impactó mucho más el final del 1. Mucho más emotivo, más duro por un sencillo motivo: no puedes hacer nada para remediarlo. Puedes pelear todo lo que quieras, pero la muerte va a llegar igual. Es lo que me gusta de The Walking Dead, esa sensación de inevitabilidad. No son héroes que siempre se salvan en el último segundo. Cualquiera puede palmarla en cada instante, y de hecho, la vuelta de Kenny en la segunda me hizo arrugar la nariz como si estuviese oliendo estiércol.
    A mí sinceramente, me impactó muchísimo más el final de The Wolf Among Us. Cortar el final me pareció un acierto, te deja con la duda, y al fin y al cabo te deja a ti que te hagas la pregunta de quien es el malo de esta historia, cuando al final ves que el villano te plantea que las cosas no son o blanco o negro como en los cuentos de hadas.

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