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Análisis: Cthulhu saves the World

Análisis: Cthulhu saves the World 1

Lo prometido es deuda y aquí os traemos el análisis de Cthulhu saves the world. Es complicado analizar este juego ya que no es más que una creación «casi juvenil» y que está por debajo incluso de la definición de indie, ya que se ha usado un programa para crear videojuegos que muchos usamos en su momento como primer paso en «programación» y que no es otro que el RPG Maker.

Para quién no conozca el programa, es un engine gráfico muy simple que nos permite crear nuestros propios juegos de rol. Sin necesidad de saber programar y con tan sólo arrastrar los píxels que queremos aparezcan en pantalla, podemos generar juegos todo lo profundos que queramos. Zeboyd games ha llevado al máximo este «motor» y ha conseguido crear el que creo es el primer juego comercial usando esta herramienta.

Cthulhu saves the world no supone una nueva visión de los videojuegos, no pretende crear escuela ni intenta ocultar sus fallos, todo lo contrario. Es una broma que nos tendrá pegados al monitor un buen rato, eso sí, siempre con una sonrisa en la boca.

Nos meteremos en la piel de Cthulhu que ha perdido sus maléficos poderes por obra y gracia del destino y ahora ha de recuperarlos convirtiéndose en el mayor héroe sobre la tierra. Para ello deberá olvidar sus raíces malvadas y ayudar a los ciudadanos en todo lo que le pidan.

CSTW

Tras comenzar la partida veremos lo que CSTW muestra en pantalla, un despliegue visual sólo comparable al Crysis en nivel Máximo muy mierdoso. Puede que sean los gráficos más simples desde los tiempos de Nes, ya que son simples dibujos colocados sobre el fondo plano. Sus escenarios pixelados no están al nivel habitual de revisiones HD que tanto gustan de lanzar ahora y las escenas de los combates muestran enemigos de cartón piedra con la lengua fuera.

Quizás este sea el punto que a muchos les haga dar la espalda al título y se quejen del poco trabajo en este aspecto. Si bien es cierto que las limitaciones del programa usado para su creación están ahí, creo que deberían haber cuidado más el look del juego, ya que he probado otros juegos creados con el RPG Maker y se pueden crear verdaderas maravillas gráficas. Sin duda el punto más débil del título, que se magnifica cuando lo jugamos a 720p, ya que muestra las líneas de división de los cuadrados del mapeado.

Los personajes, por otra parte, a pesar de su simpleza si me parecen bien cuidados en cuanto a animaciones y movimiento. Los combates mostrarán una vista en primera persona mostrando a los enemigos frente a nosotros dando la sensación de estar «pegados» contra el fondo. Lo mejor es la enorme variedad de estos, así como la posibilidad de variar su aspecto según el estado en el que estén. Dejarlos con la lengua fuera o convertir un cactus gigante en una pequeña planta con un pincho está muy bien.

CSTW

Sin duda el aficionado que adquiera CSTW no lo hará por sus gráficos, lo hará por su humor. Es lo que nos atrapará durante horas y que es la base del título. Ya desde el inicio nuestro protagonista mantendrá constantes conversaciones con el narrador, el cual debe callarse ante lo «cansino» de su mensaje. A partir de aquí todo son bromas, chascarrillos y chorradas sin sentido que nos harán reír como tontos en más de una ocasión.

A pesar de estar en inglés, se entiende a la perfección ya que no usa expresiones muy complejas. Además las escenas conversacionales siempre van acompañadas con simpáticas ilustraciones que son, con mucha distancia, el aspecto más cuidado del juego. Podrían incorporarse perfectamente a un comic, y el relato es muy bueno a pesar de toda la coña implícita en el juego.

Cthulhu afronta su viaje en solitario, pero pronto encontrará amigos que se le unirán en su búsqueda de recuperar sus poderes. Son estos actores secundarios los que más humor aportan al juego, ya que sus interacciones con Cthulhu, mostrarán el lado más «humano» del protagonista.

La mecánica del juego es la clásica de los rpgs de los 8 y 16 bits. Caminamos por un amplio mundo en busca de los problemas de los habitantes de las distintas ciudades que visitaremos. Estos pueden tratarse de una invasión zombie o el ataque de extraterrestres, nada será un problema para Cthulhu.

Lo más destacable del juego es la velocidad en que se produce todo. Tendremos la posibilidad de acabar los combates en cuestión de segundos, ya que pulsando un botón todo se acelera. La dificultad de estos es bastante variable por su aleatoriedad, pues a pesar de estar en niveles muy altos de experiencia, podemos morir ante un grupo de enemigos, en cambio habrá otros momentos en que seamos prácticamente invencibles, aunque luchemos con rivales superiores o jefes finales de zona.
Según la mazmorra donde estemos tendremos un número máximo de combates en los que intervenir, dejando el camino libre una vez superado ese límite. Viene bien para poder explorar con tranquilidad el escenario y descubrir tesoros escondidos.

CSTW

El juego te mantendrá enganchado por todas esas tonterías que iremos viendo y leyendo a lo largo de la aventura, así como lo ameno y veloz que se hace su desarrollo, pues no perderemos excesivo tiempo en los combates, punto débil de muchos de estos juegos pues ralentiza en demasía la trama.

El apartado sonoro me parece muy bueno, sobre todo musicalmente. Trabajo cuidado y que muchas veces queda en un segundo plano, pero aquí han trabajado en melodías que acompañen perfectamente la acción desarrollada.

Es difícil valorar este tipo de juegos ya que va destinado a un público muy reducido, capaz de aguantar cualquier error por molesto que sea, que olvida su vena de «putilla gráfica» por echar un rato de risas con el pad en la mano y que valora el esfuerzo de la gente por sacar adelante sus proyectos, por muy pequeños y extraños que sean.

Lo mejor: Llevar a Cthulhu siempre está bien. El sentido del humor del juego.

Lo peor: Gráficos pobres incluso para una consola de 8 bits. Poca duración, unas 6 horas.

  1. Yo no lo he terminado, pero me está pareciendo una maravilla. Destila toneladas de HAMOR, y tiene un sentido del humor acojonante. Cierto es que no cambiará el mundo, pero tampoco lo pretende y es refrescante olvidarse por un rato de los graficazos y echar risas bajo la premisa de que Cthlhu debe convertirse en héroe.

  2. Lo compré cuando salió hace poco en Steam, junto con Breath of Death VII. 

    El otro día decidí hacerme una lista de los juegos que tengo empezados. Siempre intento acabarlos, a no ser que la haya cagado con la compra y me disgusten o que me resulten demasiado difíciles para hacerlo. Gracias a esta lista, en la que los tengo catalogados por género y ordenados por apetencia, me he propuesto ir terminándolos, ya que ha llegado un momento que tengo algunos títulos que ni siquiera he probado y que compré gracias a esos precios tan baratos y tentadores de las rebajas ocasionales.

    Cuando acabe con el juego de rol con el que estoy ahora mismo (The Witcher, aunque es otro tipo de rol, desde luego) me pondré con estos dos. Al menos el lunes empiezo mis vacaciones y tendré algo más de tiempo libre, si me lo permite mi mujer, claro.

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