COLABORA EN NUESTRO PATREON

Análisis: Crypt of the NecroDancer

Crypt of the NecroDancer
Crypt of the NecroDancer

Crypt of the NecroDancerRyan Clark no es un novato en la industria de los videojuegos. Fundó la empresa Grubby Games y tras la venta a la corporación Big Fish Games, estuvo dirigiendo su filial en Vancouver durante unos años. Finalmente, en el 2013 se embarcó de nuevo en la aventura independiente al crear el pequeño estudio Brace Yourself Games, que ha debutado recientemente con el juego Crypt of the NecroDancer .

Supongo que Crypt of the NecroDancer podría encajar bastante bien en el grupo de videojuegos que llamamos de acción (o arcade, refiriéndonos a las recreativas) y dicho esto me parece curioso cómo siguen entrando ideas originales en ese gran cajón de sastre. La verdad es que se trata de uno de esos títulos difíciles de encasillar. No es que tenga la necesidad de hacerlo, en realidad, pero antiguamente clasificábamos los videojuegos de este modo y no se abandonan tan fácilmente los hábitos. La cuestión es que unos señores de Vancouver han combinado un roguelike con un juego de baile. Bueno, suena raro, pero también hay quien le pone piña a la ensalada. Lo importante es que el invento funciona y es divertidísimo. Lo de la piña no tanto.Aquí la historia empieza con un tropiezo, el de una señorita llamada Cadence, que buscando a su desaparecido padre acaba cayendo en una mazmorra subterránea. Cosas que pasan. Allí le roba el corazón (literalmente) el nigromante NecroDancer, condenándola así a moverse al ritmo de su música. Con este estúpido y a la vez genial argumento se nos presenta un videojuego bidimensional con gráficos cartoon, en el que guiamos a la protagonista a través de un tablero virtual con casillas cuadriculares, como si fuera el de un ajedrez. Siempre al ritmo de la música de fondo, como muy rápido, con cada movimiento nos desplazamos a una de las casillas adyacentes; y atención, porque podemos usar los cuatro botones de colores de un mando o las teclas de movimiento del cursor, pero también uno de esos chismes llamados Dance Pad, lo que me parece una idea fantástica para reir y sudar, que es de lo que trata el baile.

Había comentado que Crypt of the NecroDancer es un roguelike. Efectivamente, en cada partida los escenarios se generan aleatoriamente, así como los enemigos y toda clase de objetos y trampas, por lo que la fortuna forma parte también del juego. El caso es que nos vamos desplazando con Cadence y al invadir una casilla ocupada por el enemigo le quitamos cierta cantidad de vida, dependiendo del arma que llevemos; lo mismo ocurre al contrario, de modo que tendremos que calcular los movimientos de los bichos para que no nos aticen, al igual que sucede en Dungeons of Dredmor, por poner un ejemplo conocido. La diferencia está en que la acción en Crypt of the NecroDancer transcurre en tiempo real, por lo que se requiere una mente rápida para tomar decisiones sobre la marcha. En realidad, movernos al compás de la música no es obligatorio; mantener el ritmo sirve para aumentar el multiplicador de las monedas que sueltan los enemigos al morir, por lo que a veces resulta más inteligente quedarnos quietos en caso de duda; siempre es mejor perder dinero que no la salud.El objetivo del juego es sencillo: Encontrar la salida del nivel entre las paredes y salas escondidas para seguir bajando sótanos de la mazmorra, que está custodiada cada tres pisos por un guardián y su séquito. Sobrevivir a la horda enemiga no es nada sencillo, y como sucede en otros roguelike, la muerte es permanente y las monedas, tesoros o armas que recojamos desaparecen. Por contra, sí se conservan los diamantes que hayamos encontrado, que se pueden gastar en las tiendas situadas en el vestíbulo que sirve como menú del juego y precede a las mazmorras. Crypt of the NecroDancer funciona en este sentido de un modo similar a lo que vimos en Rogue Legacy; los objetos canjeados se pueden hallar en futuras partidas e incluso algunos se incorporan como mejoras persistentes de nuestro personaje.

El tono humorístico está muy bien llevado y produce la satisfacción que se espera de un juego simpático en el que los tenderos cantan (¡bravo!) y los monstruos bailan al ritmo de la música, como si todo fuera un gran homenaje a los zombis del conocido videoclip Thriller, de Michael Jackson. Los detalles cómicos aparecen en su medida justa, son originales y de forma inteligente se plasman como colofón de cada nivel con unos jefes guardianes esperpénticos en sus nombres y aspecto. Las canciones originales son numerosas, variadas y de muy buena factura, requisito fundamental en un juego así, aunque por suerte es algo a lo que nos tiene acostumbrados su compositor, el estadounidense Danny Baranowsky, que ya realizó un excelente trabajo en Super Meat Boy, Desktop Dungeons, Canabalt o The Binding of Isaac, entre otros muchos juegos y películas donde ha participado.El excelente trabajo de Brace Yourself Games se completa con la incorporación de exclusivos desafíos diarios y variados personajes que se van desbloqueando a medida que avanzamos en los distintos niveles de las mazmorras. Cada uno de ellos posee de inicio características diferentes a Cadence, hecho que modifica ligeramente algunas reglas del juego y sirve como aliciente para retomarlo. Como remate, existe un modo de juego cooperativo local y la posibilidad de sustituir las melodías originales por nuestras canciones escogidas en formato MP3. Además, podemos acceder a modificaciones hechas por otros usuarios o realizar nuestros propios cambios en el juego desde Steam Workshop.

Crypt of the NecroDancer es una excelente compra, a pesar de que la sencillez de su mecánica también lo convierte en un juego repetitivo. Pero al fin y al cabo todos los juegos de arcade, o acción, o como demonios los queramos llamar acaban siéndolo. Nunca he dicho que Crypt of the NecroDancer fuera un RPG. ¿O sí lo es? Y es que no se abandonan tan fácilmente los hábitos.

RecomendadoPincha en la imagen para conocer el resto de recomendados.