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Análisis: Comic Jumper – The Adventures of Captain Smiley

Análisis: Comic Jumper - The Adventures of Captain Smiley 1

El bazar de XBOX siempre guarda alguna sorpresa para el que desee aventurarse en la sección de juegos arcade. En este caso, la sorpresa no es tan sorpresa, pues Comic Jumper es el tercer juego de los laureados Twisted Pixel (The Maw, Splosion Man), que no son nada nuevos en esto de sacar juegos más que decentes. En este caso, nos proponen que acompañemos al Capitán Smiley, un extraño superhéroe con los clichés más desesperantes de principios de los 90 (cuando los héroes decidieron decir tacos y hacerse medio malotes), y su hilarante acompañante, Star.

Sin soltar muchos spoilers, puedo deciros que en este caso, realizaremos una serie de misiones para los propios Twisted Pixel, infiltrándonos en cómics  de distintas épocas. El estilo de juego (un shooter de scroll lateral en 2,5D) recordará a clásicos como Contra, Metal Slug o Gunstar Heroes, pero con un ritmo mucho más frenético en el que prácticamente no dejaremos de disparar, alternando con momentos on-rails, beat ‘em up y algún que otro instante en el que casi parece un shmup.

Antes de las misiones en sí mismas, dispondremos de un hub (la base del protagonista) donde conversar con algunos personajes, comprar mejoras (con el dinero que consigamos de las misiones) o hincharnos a adquirir coleccionables (portadas de cómics, arte conceptual o incluso contenido descargable para Splosion Man). Ya fuera del hub nos enfrentaremos a tres niveles por cada estilo de cómic, con una duración aproximada de unos 15 minutos cada uno, que variará, y mucho, dependiendo de lo que nos maten.

Precisamente, el tema de la dificultad es quizá su mayor defecto, aunque puede llegar a ser una virtud. Me explico: es un juego muy desafiante, muy de la vieja escuela. Hay muchas otras cosas a las que dedicarse si uno no quiere pasar la tarde frustrado repitiendo una y otra vez la misma pantalla. Además, el diseño de escenarios peca en algunos momentos de ser repetitivo, con lo cual acabamos envueltos en un bucle de querer pasar al siguiente cómic y morir sin cesar. Sin embargo, si sabemos ir más allá y nos gustan los desafíos, el juego nos los dará sobradamente, recompensándonos si acabamos secciones sin recibir golpes y dándonos nuevos retos para prolongar la vida del juego más allá del modo historia.

Sin embargo, si hay algo que diferencia a Comic Jumper de otros juegos del mismo calado y lo engrandece es el colosal sentido del humor que tiene. Hay mucho mimo detrás, muchos guiños a cómics y cine y coñas que van haciéndose propias a lo largo del modo historia, en el que llegaremos a apreciar al Capitán y a adorar a sus archinémesis. Quizá hay tanto humor que a veces, como digo, se han olvidado de compensar escenarios y dificultad, pero sentirse empujado a continuar con pantallas imposibles porque uno quiere saber cuál será la siguiente broma tiene mérito. Especial mención a los estilos de cómic, de los que no desvelaré nada para no aguar la fiesta (aunque en todos lados están ya), teniendo cada uno un diseño para los personajes y hasta desarrollo distinto.

Más allá, el aspecto gráfico es más que correcto, con buenos efectos pero muy pocos diseños de personajes y animaciones, salvo en los enemigos finales, que son un auténtico lujo jugable. Precisamente, el hecho de ir cambiando de estilos de cómic le dará variedad al asunto y nos proveerá de muchos escenarios distintos, no llegando a aburrir la repetición. A eso hay que añadir que el juego está totalmente doblado (al inglés, subtitulado al español) y no pararemos de escuchar a los personajes hablar sobre lo que está pasando, dándole más vidilla al asunto.

Finalizando, en Comic Jumper encontramos un juego divertido, con la única pretensión de hacernos reír. Con un modo historia que dura cerca de 5 horas, un montón de desafíos adicionales y la posibilidad de ganar dinero para comprar coleccionables (y lo haremos, porque hay auténticas joyas), lo único que podrá frenarnos será la muy elevada curva de dificultad y la frustración de repetir y morir. Quizá un guiño a los jugadores de generaciones anteriores, no está recomendado para quien no quiera complicarse un poco la vida.

Lo mejor: Personajes con muchísimo carisma y sentido del humor extremo, variedad de escenarios y rejugabilidad.

Lo peor: Repetitivo en ocasiones. Demasiado exigente, dificultad frustrante.