Kill Bill es el nuevo título del desarrollador de culto Quentin Tarantino tras el relativo fracaso de Jackie Brown, su anterior trabajo. En esta ocasión nos propone meternos en la piel de una luchadora que busca venganza con su espada y tendrá que recorrer el mundo acabando con la banda que intentó matarla y le robó a su hija.
Lo primero que notamos nada más arrancar el juego es el cambio de estética con respecto al anterior título de A Band Apart. Se nota que aunque sea su primer juego de esta generación han realizado un gran esfuerzo por adaptar su vetusto motor gráfico. Nuestra protagonista luce a la perfección y consigues enamorarte de su sonrisa y los distintos escenarios por los que nos moveremos están recreados al detalle, pero empecemos por el principio.
La intro nos muestra como nuestra protagonista es atacada por un grupo de asesinos adiestrados y recibe un tiro en la cabeza. Es una escena brutal que hace que junto con los distintos desmembramientos que veremos durante el juego haya sido calificado con PEGI 18. El caso es que nos despertamos en un hospital justo cuando vamos a ser agredidos por el amigo de un empleado. En ese momento se activará un QTE que nos permitirá defendernos y una vez derrotado tendremos que superar un minijuego que nos permitirá recuperar la sensibilidad de nuestros pies. Cuando estemos listos robaremos una furgoneta en el aparcamiento que nos servirá para desplazarnos por los distintos lugares donde se encuentran aquellos que quisieron asesinarnos.
Hemos hablado antes de los distintos escenarios en los que se desarrolla la acción. Como hemos dicho empezamos en un hospital, pero el juego nos trasladará a California, Okinawa, una capilla en la frontera con México y finalmente Tokio. Como veis ha habido un esfuerzo por dotar al juego de una inmensa variedad de escenarios.
La mecánica se basa en un clásico hack’n slash, aunque también tendremos breves escenas con diálogos predefinidos así como multitud de flashbacks no jugables. Nuestra protagonista tendrá una katana como arma preferida y sólo la cambiaremos en una misión en la que debemos conseguir otra katana más poderosa, puntualmente podremos utilizar las armas que dejen caer los enemigos al morir, aunque la katana continuará siendo nuestra arma principal. Los golpes que podemos ejecutar son múltiples y variados, pudiendo realizar multitud de combos. Los enemigos por su parte pecan de repetitivos, aunque el remodelado motor gráfico creado para la ocasión permite la inclusión de hasta 88 enemigos en pantalla. En lo que si habrá variedad es en los enemigos finales e intermedios. Habrá al menos media docena de ellos y algunos realmente complicados, mención especial para la lucha contra «Go Go Yubari», una colegiala japonesa con una cadena en cuya punta hay una bola de acero con pinchos que nos lo hará pasar realmente mal.
Para amenizar la mecánica del juego contaremos con algunas fases de conducción, tanto en coche como en moto que contendrán algunos de los momentos mas espectaculares del título. En cuanto a la evolución del personaje, si bien ganaremos algún movimiento según vayamos avanzando no tiene ningún tipo de ficha personal o similar, de hecho como único inventario disponemos de una nota de papel donde tacharemos los enemigos finales derrotados.
Tarantino ha vuelto a crear un título «especial» que no gustará a todos pero que posee una indudable calidad. La duración total del mismo puede antojarse algo escasa (unas dos horas y media) pero merece la pena ser rejugado para percatarse de todos los detalles y homenajes. Además, si compramos la edición especial obtendremos algunos escenarios descartados para la versión final así como los comentarios de los desarrolladores.
A Band Apart ya ha anunciado su secuela (el final del juego lo deja a huevo) y se rumorea que ya están trabajando en ella. Por nuestra parte sólo nos queda recomendarlo puesto que es uno de los juegos más personales de esta generación.
Lo Mejor:
- La espectacularidad de sus peleas.
- Lo bien que le queda el traje amarillo a nuestra protagonista.
Lo Peor:
- Algunas escenas no jugables (el flashback sobre la infancia de O-Ren).
- Escasa duración.
NOTA: 8
